CRÍTICA | LES DOY UN AÑO

Crónica de un desamor

El debut en la dirección de Dan Mazer adopta la forma de una comedia romántica derivada de la variedad 'british' para ir desvelándose como su antítesis

Rose Byrne y Rafe Spall, en ‘Les doy un año’.

Hay un modelo de películas especialmente gratificante: aquellas que se presentan como falsa pista, que parecen prometer un recital competente de los muy codificados ingredientes de un género reconocible, pero que, sobre la pantalla, no hacen otra cosa que ir desarticulando sistemáticamente las expectativas del espectador para proporcionarle una experiencia irrepetible. Una experiencia que es, al mismo tiempo, lo contrario de lo que esperaba y, en cierto sentido, lo mismo pero por otros medios astutamente distintos. He aquí una perfecto ejemplo de tan rara variedad en el cine de consumo: ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hay un modelo de películas especialmente gratificante: aquellas que se presentan como falsa pista, que parecen prometer un recital competente de los muy codificados ingredientes de un género reconocible, pero que, sobre la pantalla, no hacen otra cosa que ir desarticulando sistemáticamente las expectativas del espectador para proporcionarle una experiencia irrepetible. Una experiencia que es, al mismo tiempo, lo contrario de lo que esperaba y, en cierto sentido, lo mismo pero por otros medios astutamente distintos. He aquí una perfecto ejemplo de tan rara variedad en el cine de consumo: Les doy un año, debut en la dirección de Dan Mazer —señor que había sido cómplice habitual de Sacha Baron Cohen—, adopta la forma de una comedia romántica derivada de la variedad british que instituyó el guionista y entonces futuro director Richard Curtis con su tan celebrada como discutible Cuatro bodas y un funeral (1994) para, poco a poco, ir desvelándose como su antítesis cínica y casi antirromántica.

En la celebración de boda que abre el metraje, Stephen Merchant —uno de esos actores cómicos cuyo físico irrepetible parece condenar a una carrera sin la menor posibilidad de papeles dramáticos— construye, en el rol de padrino de boda, un discurso de loa al novio sembrado de metidas de pata, groserías casuales e inoportunas incursiones en el humor políticamente incorrecto. Esa figura secundaria aporta la clave tonal de una película que centra su crónica de la desintegración de un amor en un recital de situaciones embarazosas y humillaciones progresivas: la secuencia del marco de fotos digital, por ejemplo, es extraordinaria. Con todo, Mazer sabe cómo guardarse las espaldas: el desenlace es un astuto ejemplo de cómo discutir y, al mismo tiempo, reafirmar uno de los más socorridos lugares comunes del género que el cineasta cuestiona (o no del todo).

LES DOY UN AÑO

Dirección: Dan Mazer.

Intérpretes: Rose Byrne, Rafe Spall, Alex McQueen, Stephen Merchant, Anna Faris, Jane Asher, Minnie Driver.

Género: comedia. Reino Unido, 2013.

Duración: 97 minutos.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En