El canto que encanta

En 'Los pescadores de perlas' de Bizet, con las voces elegantes de Juan Diego Flórez y Patrizia Ciofi uno se olvida de todo

En las versiones en concierto de las óperas debe haber algo más, algo diferente, para que se compense lo antinatural de las soluciones no teatrales en un género donde la representación es fundamental. Cuando se tienen sobre un escenario unas voces tan estratosféricamente elegantes como las de Juan Diego Flórez y Patrizia Ciofi uno se olvida de todo y se deja transportar por la belleza del canto puro, esa especie de tesoro cada vez más escaso. La ópera de ...

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En las versiones en concierto de las óperas debe haber algo más, algo diferente, para que se compense lo antinatural de las soluciones no teatrales en un género donde la representación es fundamental. Cuando se tienen sobre un escenario unas voces tan estratosféricamente elegantes como las de Juan Diego Flórez y Patrizia Ciofi uno se olvida de todo y se deja transportar por la belleza del canto puro, esa especie de tesoro cada vez más escaso. La ópera de Bizet Los pescadores de perlas permite el lucimiento melódico y expresivo. La única solución posible en este contexto es dejarse llevar por la abstracción de un tipo de belleza tan inmaterial como extrañamente sensual. Se requiere una interpretación superlativa. Con todos los matices que se quiera, ayer la hubo.

Los pescadores de perlas

De Bizet. Ópera en concierto.
Director: Daniel Oren. Con Juan Diego Flórez, Patrizia Ciofi, Luca Grassi y Roberto Tagliavini.
Sinfónica de Madrid, Coro Intermezzo.
Teatro Real de Madrid, 31 de marzo

Una doble sombra pesó sobre Juan Diego, la de Alfredo Kraus en este mismo papel, y la del rossinismo asociado al tenor peruano. No tiene Flórez en el repertorio romántico francés la incisividad de su maestro canario, ni falta que hace. Su Nadir tiene una dulzura innata gracias a la calidad tímbrica, una estética hechicera elaborada a base de un fraseo maravillosamente bien ligado. Es su manera de enfrentarse al personaje.

Conmueve la belleza del canto, belleza a la que se incorpora la soprano Patrizia Ciofi, soberbia de principio a fin con un tipo de expresividad sosegada y envolvente que nos lleva al éxtasis. A Flórez le gusta siempre estar vocalmente bien acompañado. Esta vez no ha sido una excepción.

Salió de entrada Mariusz Kwiecien y ya en el primer acto apareció en su lugar Luca Grassi por una indisposición del polaco. Realizó una buena prestación, como también estuvo compacto y preciso el bajo Roberto Tagliavini. Daniel Oren dirigió con brío y expresividad a una entonada Sinfónica de Madrid, mientras el coro Intermezzo se incorporó a la fiesta vocal con su habitual energía impulsiva.

Por todo ello la velada desembocó en un éxito apoteósico, lo que en cierto modo refleja lo que se estima la calidad vocal en Madrid. Entre el público había cantantes, desde Enrique Viana hasta Mariola Cantarero. Transcurrió pues de forma placentera esta tarde de domingo que cierra la Semana Santa en plena resurrección de los valores vocales y sus circunstancias.

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