Cantar cuando todo se hunde

La compañía La Tristura denuncia en 'El sur de Europa. Días de amor difcíles' cómo afecta la crisis socioeconómica a las relaciones humanas

Imagen promocional del montaje 'El sur de Europa. Días de amor difíciles'.JUAN RAYOS

En El sur de Europa. Días de amor difíciles siete actores cantan a capella como si fueran los músicos de un barco en pleno proceso de hundimiento. Se trata, más bien, de un canto que funciona como una denuncia ante la situación política y económica de los países más pobres de Europa. “Los personajes cantan de madrugada, porque ya da todo igual”, comenta Celso Giménez, miembro de La Tristura, grupo que está detrás del montaje. ...

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En El sur de Europa. Días de amor difíciles siete actores cantan a capella como si fueran los músicos de un barco en pleno proceso de hundimiento. Se trata, más bien, de un canto que funciona como una denuncia ante la situación política y económica de los países más pobres de Europa. “Los personajes cantan de madrugada, porque ya da todo igual”, comenta Celso Giménez, miembro de La Tristura, grupo que está detrás del montaje. El sur de Europa. Días de amor difíciles se representará entre el 21 y el 23 de febrero en la sala Cuarta Pared de Madrid, dentro del festival Escena Contemporánea.

La obra va más allá de la mera denuncia, de la simple enumeración de los hechos que han llevado a estos países europes a la situación crítica actual. “Siempre trabajamos haciendo un retrato político del momento. Es una forma poética de describir cómo están estos países”, explica Celso Giménez. No obstante, subyacen temas más profundos, como la relación de la crisis socioeconómica en las relaciones humanas. “En una de las partes del montaje se habla de la dificultad de amarse cuando ves cómo se derrumba todo alrededor”.

“No queda otra que denunciar, pero no es algo maniqueo, ni algo panfletario. Con esta situación es imposible no vernos afectados”, explica Celso Giménez, uno de los autores. “Parece que está de moda denunciar, pero siempre ha hecho falta. Y quizá hace unos años era más necesario, cuando todo se podía haber evitado”.

Un telón y un mar de nueve metros dan unidad narrativa a las tres partes del montaje. El primero de estos elementos representa la tradición del teatro, el segundo aporta la idea de viaje y de la deriva por la que se mueven sus personajes. “Queríamos mezclar lo antiguo con lo nuevo”, expresan sus creadores. La novedad llega también con los auriculares inalámbricos con los que el espectador escucha todo lo que sucede en escena. “Tiene mucho de cinematográfico. Te metes más en la obra, parece que los actores te están hablando al oído, pero lo están haciendo a toda la sala en realidad”. Por eso, recalcan sus autores, es tan importante el sonido en el montaje. Y no solo en la parte en la que el elenco, en el que figura el músico Abraham Boba, debate cómo hemos llegado asta aquí en una “asamblea de cantantes”.

Los creadores de El sur de Europa. Días de amor difíciles, que tras su estreno en Madrid pasará por Bilbao, Valencia y Barcelona, huyen de todo mensaje pesimista, pese a la dureza de los tiempos en los que viven sus personajes. “Lo que hemos hecho ha sido surfear entre el pesimismo y la ilusión. Cuando los protagonistas dicen que no funciona el sistema lleva implícito un mensaje positivo, de necesidad de cambio”, explica Giménez. “En realidad, deja todo abierto a la esperanza”.

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