Michael Jackson también pintaba

Hard Rock Café expone 41 obras pintadas por músicos como Jim Morrison, John Lennon, Frank Zappa y Joaquín Sabina La muestra estará abierta hasta final de mes en Barcelona y en octubre se verá en Madrid

La obra pintada por el guitarrista de los Rolling Stones que será subastada.JOAN SÁNCHEZ

Cuando Jim Morrison estudiaba en uno de los múltiples institutos por los que pasó durante su adolescencia, —no por ser un joven problemático, sino por los múltiples destino que tuvo su padre militar—, se pintó a sí mismo como si fuera un mono, distorsionando sus facciones, con grandes ojos, orejas y boca que le dan, sin duda, un aspecto simiesco. Este dibujo que el líder de The Doors pintó en la década de los años sesenta del siglo XX se ha conservado y es una de las 41 obras, auténticos caramelos que harán las delicias a los seguidores, que pueden verse en la exposición itinerante ...

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Cuando Jim Morrison estudiaba en uno de los múltiples institutos por los que pasó durante su adolescencia, —no por ser un joven problemático, sino por los múltiples destino que tuvo su padre militar—, se pintó a sí mismo como si fuera un mono, distorsionando sus facciones, con grandes ojos, orejas y boca que le dan, sin duda, un aspecto simiesco. Este dibujo que el líder de The Doors pintó en la década de los años sesenta del siglo XX se ha conservado y es una de las 41 obras, auténticos caramelos que harán las delicias a los seguidores, que pueden verse en la exposición itinerante The Art Hard Rock que estos días visita España. Estará en Barcelona en el café que la cadena tiene en la plaza de Catalunya (hasta el 30 de septiembre) y luego viajará a Madrid (a partir del 17 de octubre).

Autorretrato de Michael Jackson.

Sorprende ver juntas estas obras, que conforman una exposición ecléctica que no tienen nada que ver una con otra, salvo el estar realizadas por primeras figuras de la música mundial metidos a pintores: autorretratos realizados con rotulador por Boy George, el andrógino líder de Culture Club y, más abstracto, el pintado por Billy Idol; la máscara de carnaval veneciano tuneada por Chrissie Hynde; un superhéroe que se parece bastante a Elton John, aunque mucho más atlético; varias obras con estrellas de Ringo Starr, un retrato masculino en tinta de Jimi Hendrix, un divertido dios guitarrista realizado por el grupo Grateful Dead que contrasta con otras obras suyas, más lúgubres con sus típicas calaveras, o el autorretrato de Little Richard, que optó por pintarse a sí mismo en un expresivo gesto lleno de color, y un largo etcétera.

La obra de Joaquín Sabina que se puede ver en la exposición.

La larga lista de músicos pintores solo cuenta con un autor español. Joaquín Sabina está presente con un corazón atravesado por dos estoques de torero que el madrileño hizo en 1997.

Colocada en un sitio que no pasa desapercibida destaca un autorretrato de Michael Jackson, en el que se le reconoce perfectamente bajo su característico sombrero y su guante de brillantes. “Por mucho que se tape la cara y quiera esconderse se sabe que es él”, explica ante la obra Pablo Maffi, responsable de la exposición que llega a España tras verse en países como Alemania, Austria y Chequia, con motivo de la celebración de los 40 años de la cadena de restaurantes que está presente en medio mundo.

En otra, el autor no es John Lennon pero se le reconoce disfrazado de pájaro tonto. “Lennon decía que los seres humanos eran como pingüinos, puestos al lado unos de otros buscando su espacio en el mundo. Y así lo pintó Alan Aldridge, en blanco y negro y lleno de letras” señala Maffi que pasa a otra obra de este autor que recuerda y mucho la portada del disco de The Beatles de Sargent Peppers. “Colaboró en la portada de Yellow Submarine”, señala el comisario.

Autorretrato realizado por Jim Morrison en su juventud.

Llama la atención la obra de Frank Zappa, que llevó a la pintura una de sus frases lapidarias en la que aseguraba: “La parte más importante de una obra de arte es el marco, porque separa lo real del mundo del arte”. Por eso pintó una estructura rodeada por un muro.

La más valiosa y no por ser la de mayor tamaño es la de Paul Stanley, que aparte de su carrera musical como miembro del grupo Kiss, es un pintor cotizado. “No sabemos si por sus méritos o por su vinculación con uno de los primeros grupos de rock mundial”, explica el experto.

Para Maffi lo más importante de la exposición es que está formada por piezas que se han reunido sin prisa durante mucho tiempo. Según explica, todo comenzó en 1971 cuando de forma espontánea Eric Clapton entregó su guitarra para colgarla en el primer café. A los pocos días Pete Townshend, guitarra de The Who llevó la suya y dijo: “la mía es tan buena como la suya, colgadla ya”. Fue el detonante. “Con esos padrinos comenzó la colección que hoy es Memorabilia y que nutre todos los cafés, que renueva las piezas cada siete años y que llena un gran almacén en Orlando”, explica Maffi.

Las calaveras pintadas por Neil Young.

Para él es importante que ciudades como Barcelona y Madrid, “que pese a que figuran en los mapas musicales del mundo puedan mostrar obras de músicos que no han tocado nunca en España”.

Sin dudarlo, Maffi se llevaría a casa la obra de Ron Wood, el guitarrista de los Rolling Stones que “es uno de mis grupos favoritos”. Igual se hace con ella. Tendrá que esperar a final de año, cuando el periplo de las obras termine y la cadena subaste la obra, tal como ha anunciado que hará. “Es la obra 41 y está destinada al fan que más pague por ella”. Por ahora, todo aquel que entre en este peculiar lugar, auténtico reino del fetiche musical y reino del pin, podrá disfrutar de estas obras de sus músicos favoritos que en algún momento se sintieron pintores.

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