TENDENCIAS

Un ejecutivo en la corte de la moda

Emilio de la Morena fue hombre de negocios antes de convertirse en diseñador Es el único español que participa en la semana de los desfiles de Londres

Una modelo desfila en el desfile de Emilio de la Morena ayer, en la London Fashion Week otoño/invierno 2012.TIM WHITBY (GETTY)

Cuando las modelos abandonan su estudio tras una prueba de maquillaje en la burguesa área de Kensington, Emilio de la Morena parece cansado. El diseñador español afincado en Londres ha estado trabajando durante semanas, junto a su pequeño equipo, en la colección con la que ayer participó en la semana de la moda británica. Aún así, guía sus inspiraciones para la temporada otoño/invierno 2012 con contagioso entusiasmo. La primera referencia es la habitual en su trabajo: redescubrir artes y vestidos de la tradición española. En esta ocasión, se ha fijado en trajes del siglo XIX de Salamanca y Nav...

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Cuando las modelos abandonan su estudio tras una prueba de maquillaje en la burguesa área de Kensington, Emilio de la Morena parece cansado. El diseñador español afincado en Londres ha estado trabajando durante semanas, junto a su pequeño equipo, en la colección con la que ayer participó en la semana de la moda británica. Aún así, guía sus inspiraciones para la temporada otoño/invierno 2012 con contagioso entusiasmo. La primera referencia es la habitual en su trabajo: redescubrir artes y vestidos de la tradición española. En esta ocasión, se ha fijado en trajes del siglo XIX de Salamanca y Navarra. A partir de ahí, ha enlazado con ideas que descubrió en un viaje a México y la mezcla ha conducido a “un vestir muy rico e intrincado”. “Con énfasis en capuchas y capas, pero que mantiene mi estilo geométrico y escultórico”.

Modelo de Emilio de la Morena, ayer en la London Fashion Week.TIM WHITBY (GETTY)

Las líneas gráficas y coloristas de sus vestidos de fiesta han convertido a De la Morena en una de las múltiples nuevas estrellas de la vibrante semana de la moda de Londres. Ruth Runberg, directora de la influyente tienda Browns y descubridora de talentos como Alexander McQueen, afirma que De la Morena destaca por su elevado nivel de construcción y por “colecciones muy femeninas que resultan siempre pulidas y sofisticadas”. Algo que no es común en los diseñadores emergentes.

Hay más diferencias entre él y sus compañeros. A sus 39 años, es diez años mayor que la siguiente promesa. Fue hombre de negocios antes de redirigirse a la moda. Además, está el asunto de su dirección postal. Su estudio no está en calles del bohemio este de Londres donde residen la mayoría de jóvenes creadores, sino a un tiro de piedra del palacio de Kensignton, donde vivía la princesa Diana.

Él explica que vivía en el Oeste en su vida previa a la moda y que ahí se quedó. “Tiene sus pros y sus contras. El cliente en Chelsea es muy chic y le gusta vernos en el estudio y adquirir vestidos de fiesta. Algo que no sucedería en otros barrios”. Con puntos de venta en Japón, Kuwait y Londres, podría añadir que la jet set internacional tiende a reunirse en el Oeste. Runberg señala que estos nuevos consumidores tienen un deseo de “sofisticación original” que pueden satisfacer los diseños del español.

Modelo de Emilio de la Morena, ayer en la London Fashion Week.TIM WHITBY (GETTY)

Su trayectoria poco convencional es un ejemplo de destino descarrilado. “De niño era muy creativo”, recuerda. Eso le llevó a estudiar escultura en Alicante, pero lo abandonó para formarse en empresariales en Escocia. Sus padres estaban preocupados porque las Bellas Artes no tuvieran futuro. “Fue frustrante. Pero no tengo reproches, porque me permitió comprender qué quería hacer en la vida: trabajar con el color y la forma. La gente dudaba de mí por cambiar de rumbo en la treintena, pero eso me hizo esforzarme más”.

Acudió a cursos cortos en Central Saint Martins y London College of Fashion. Fue aceptado en una diplomatura de moda masculina en la primera escuela, pero prefirió ponerse a trabajar. Primero, se empleó con Jonathan Saunders. “Me gustó mucho trabajar allí”, recuerda. “Era un gran equipo, muy joven y organizado. Entonces, mi socio me propuso empezar con mi propia marca y me sentí seguro de poder hacerlo”.

¿Se plantea volver a España? “No demasiado”, dice. “Hay muchas iniciativas emprendedoras en Londres. Eso significa mucho apoyo desde el punto de vista de la exhibición y la producción. Aunque he descubierto increíbles fábricas de punto y piel en España. Estoy orgulloso de ser español y quiero apoyar la industria tanto como pueda”.

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