Circo, música y danza en búsqueda de la armonía matemática

Hace 800 años el matemático italiano Leonardo Fibonacci inventó una sucesión numérica que da como resultado el llamado "número de oro". Simboliza como la vida se organiza de manera natural para crear armonía y belleza, pero también demuestra como las personas se guían por unos determinados principios. Sea cual sea su origen o cultura, esta creencia es la base de Fibonacci Project, impulsado por la compañía de circo canadiense Les 7 doigts de la Main. Una creación en vivo de circo, danza y música que su director, Samuel Tétreault, califica de "sueño ambicioso y proyecto loco".

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Hace 800 años el matemático italiano Leonardo Fibonacci inventó una sucesión numérica que da como resultado el llamado "número de oro". Simboliza como la vida se organiza de manera natural para crear armonía y belleza, pero también demuestra como las personas se guían por unos determinados principios. Sea cual sea su origen o cultura, esta creencia es la base de Fibonacci Project, impulsado por la compañía de circo canadiense Les 7 doigts de la Main. Una creación en vivo de circo, danza y música que su director, Samuel Tétreault, califica de "sueño ambicioso y proyecto loco".

Motivos no le faltan. La obra toma forma a través de una serie de residencias a lo largo del mundo y aterriza en La Central del Circ, después de recalar en Montreal, México y Copenhague. En cada país crean un espectáculo en dos semanas y media y se representa ante el público solo en cuatro ocasiones.

La obra reúne sobre el escenario a 14 artistas,siete personas de la compañía canadiense ysiete autóctonas escogidas entre los artistas emergentes más destacados del territorio en el que se encuentren. "El objetivo es crear un espectáculo nuevo en cada ocasión, hacer realidad la fórmula de Fibonacci, proponer un lugar de encuentro internacional y construir puentes entre diferentes culturas a través del juego entre dos equipos, los artistas locales y nuestra compañía", explica Tétreault. Pero, como en todo juego, hay reglas. Así, el montaje siempre debe tener ocho partes, cada una inspirada en las sumas del matemático. "Simbolizan estados del ser humano, como la inconsciencia, el conflicto, los cinco sentidos, la muerte o el paso del tiempo", dice el director de Les 7 doigts de la Main.

Del laboratorio creativo realizado en Barcelona han surgido escenas tan diversas como un grupo de diez músicos y bailarines mezclando flamenco y tap dance, una secuencia en la que un artista toca el violín mientras intenta buscar un camino entre un laberinto de 8 cuerdas. O una piedra de 40 kilos que da vueltas en círculo con intérpretes alrededor. En el equipo local participan Antonio Vargas, especialista en acrobacia, Lautaro Rosas, músico, Javier Aparisi, videocreador, o Gemma Palomar, que realiza un número de percha china. El montaje se mostrará al público en la carpa de La Central del Circ, ubicada en la explanada del Fórum, del 25 al 28 de noviembre a las 19 horas.

Pero la parada en la capital catalana sólo es otra estación en el camino de un proyecto más global: La compañía Les 7 doigts de la Main pretende visitar hasta 2015 unos 13 territorios más del mundo. "Al final, realizaremos un espectáculo en Montreal con una selección de los todos números creados, los interpretará un artista escogido de cada país en el que hayamos actuado, también editaremos un documental y si es posible nos embarcaremos en una gira internacional con el espectáculo resultante, que se llamará La Suite Fibonacci", expone el director de esta compañía, que se creó en 2002 con el objetivo de renovar las artes circenses. Desde entonces han realizado montajes como Loft, La Vie o Traces, éste último, representado en el Festival Grec del 2008. Su visita a la ciudad es posible gracias a la colaboración de La Central del Circ, el Mercat de Les Flors, el gobierno del Québec, el Consell Nacional de la Cultura i les Arts (Conca) y el Instituto Francés de Barcelona.