El Institut de la Música encarga una obra a Alonso

El trabajo del compositor madrileño se estrenará en el festival de música contemporánea Ensems en 2011

El joven compositor madrileño Germán Alonso (1984) fue seleccionado para recibir el encargo de una obra por parte del Institut Valencià de la Música. Este encargo se estrenará en el próximo festival Ensems (2011), festival cuya edición de 2010 se cerró ayer con la presentación de los trabajos generados a lo largo del Seminario Permanente de Composición. Dirigido por José María Sánchez-Verdú, lo será el año que viene por Alberto Posadas. La edición de 2009 estuvo a cargo de Mauricio Sotelo.

Estos seminarios verifican tres encuentros anuales donde los participantes reciben clases, asisten...

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El joven compositor madrileño Germán Alonso (1984) fue seleccionado para recibir el encargo de una obra por parte del Institut Valencià de la Música. Este encargo se estrenará en el próximo festival Ensems (2011), festival cuya edición de 2010 se cerró ayer con la presentación de los trabajos generados a lo largo del Seminario Permanente de Composición. Dirigido por José María Sánchez-Verdú, lo será el año que viene por Alberto Posadas. La edición de 2009 estuvo a cargo de Mauricio Sotelo.

Estos seminarios verifican tres encuentros anuales donde los participantes reciben clases, asisten a debates y realizan toda una serie de actividades cuyo objetivo esencial es la materialización, en una obra, de su práctica compositiva. Dicha materialización -como recalcó en las palabras finales José María Sánchez-Verdú- no se queda en la mera partitura, sino que se experimenta la audición del propio trabajo a través de la colaboración en el seminario de los miembros del Grup Instrumental de València. No parece extraño que esta posibilidad sea la más atractiva para los jóvenes compositores, dada la escasa o nula presencia que tiene la música contemporánea en la programación habitual de las salas de concierto.

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El pasado domingo se escuchó, entre otras, la obra creada por Germán Alonso a lo largo de estos encuentros (Misery Likes Company), donde utilizó instrumentos tradicionales con amplificación y manipulación electrónica. Elaborada a partir de pequeños motivos, con deformaciones muy sugerentes, el autor indica que "los procesos evolucionan o se congelan creando la ausencia de un sentido narrativo en su concepción tradicional". A pesar de ello, y quizá por la eficacia de esos motivos, la breve composición (ocho minutos) tuvo -probablemente sin pretenderlo- algunas evocaciones fílmicas. A quien esto escribe, por ejemplo, le vinieron a la cabeza aquellos encantadores y divertidos androides de La guerra de las galaxias. El misterio de la música reside, quizás, en que no podemos acotar con exactitud el efecto que unos sonidos ?o su concatenación? van a despertar en el oyente.

También utilizaron las posibilidades electrónicas y/o informáticas los compositores Fran Cabeza de Vaca y Manuel Rodríguez Valenzuela. No así José Miguel Fayos, Josep Planells, Alberto Carretero Aguado, Enrique Busto y Gabriel Santander, que trabajaron con instrumentos tradicionales. Los ocho estrenos todos ellos ejecutados por el Grup Instrumental) propusieron una interesante visión de algunos enfoques que están presentes hoy en la creación musical contemporánea.

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