A salvo de los pitones más grandes de San Fermín

Los toros de El Ventorrillo imprimen un ritmo arrollador a un cuarto encierro rápido y limpio.- Un herido por asta y seis con contusiones

Como si temiera el tamaño de los imponentes pitones de los toros, el cohete que ha dado inicio al cuarto encierro se ha hecho de rogar. Era la humedad, pero el artefacto pirotécnico parecía querer advertir a los corredores de que se lo pensaran bien antes de seguir en las calles. Una vez abierta la puerta de los corrales del Gas, los astados de la ganadería toledana El Ventorrillo han impuesto un ritmo frenético. Dos minutos y cuarenta y un segundos de carrera limpia, pese a la marcha arrolladora de la manada, que ha dejado un herido por asta y otros seis con traumatismos.

Las calles de...

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Como si temiera el tamaño de los imponentes pitones de los toros, el cohete que ha dado inicio al cuarto encierro se ha hecho de rogar. Era la humedad, pero el artefacto pirotécnico parecía querer advertir a los corredores de que se lo pensaran bien antes de seguir en las calles. Una vez abierta la puerta de los corrales del Gas, los astados de la ganadería toledana El Ventorrillo han impuesto un ritmo frenético. Dos minutos y cuarenta y un segundos de carrera limpia, pese a la marcha arrolladora de la manada, que ha dejado un herido por asta y otros seis con traumatismos.

Las calles de Pamplona estaban hoy llenas en el que ha sido el encierro con más participantes en lo que va de fiestas, lo que hace presagiar un fin de semana muy concurrido. Los toros de El Ventorrillo, que han corrido por primera vez en los Sanfermines, han salido muy agrupados y veloces desde la cuesta de Santo Domingo, donde tan sólo se han producido algunas caídas.

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Se rompe la carrera

A partir de Mercaderes la carrera se ha vuelto loca. Al igual que ayer, a la salida de la curva más famosa del trazado varios mozos se han caído y se ha formado un pequeño montón que ha fraccionado la manada. Tres toros han marchado en cabeza guiados por los mansos y el resto se han quedado dispersos por la parte de atrás.

Con este esquema, lo que quedaba de encierro se preveía extremadamente peligroso. Pero los mozos, con bellas carreras a partir de Estafeta, han conducido a los toros hasta la plaza sin mayores problemas. El primero ha llegado en dos minutos. Poco después lo hacía el resto pese a que el encierro estaba roto. Por el camino, caídas, volteretas y una cogida a un joven en Mercaderes. Se trata de un vallisoletano de 28 años, que ha ingresado con un puntazo en la cara externa del muslo derecho y se encuentra en quirófano en exploración con pronóstico reservado.

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