La preservación de aves y elefantes, ganadora de los Premios a la Conservación de la Biodiversidad
La Fundación BBVA galardona a los comunicadores ambientales Josefina Maestre, José Ramón González Pan, Mónica Fernández-Aceytuno y Carlos Fresneda
La reintroducción del ibis eremita en Cádiz, la protección de las aves playeras migratorias en el Pacífico latinoamericano y la preservación de dos especies de elefantes en peligro de extinción en África han recibido los Premios a la Conservación de la Biodiversidad de la Fundación BBVA. Los reconocimientos, publicados este martes, distinguen cada año a un proyecto de protección de la biodiversidad en España, uno en Latinoamérica y uno mundial, y a divulgadores que informan sobre la crisis ambiental.
El jurado ha seleccionado entre los proyectos de España a la recuperación del ibis ermita en Cádiz por ser “un caso de éxito de reintroducción de una especie localmente extinta de una de las aves más amenazadas del mundo”. El pájaro de color negro, pico largo curvado y un característico cráneo que explica su otro nombre (ibis calvo del norte) había pasado de estar presente en el norte de África, Oriente Próximo, el sur de Europa y Europa Central, a extinguirse en todos estos territorios excepto Marruecos.
En 2003, el Centro de Conservación de la Biodiversidad Zoobotánico de Jerez Alberto Durán, dependiente del Ayuntamiento local, emprendió el programa de cría en cautiverio que los jueces han premiado porque “no solo ha logrado crear una colonia reproductora”, sino que también ha conseguido “conectar esta nueva población con una preexistente en Austria, a través de sus rutas migratorias”.
El coordinador del proyecto, Miguel Ángel Quevedo, explica que, en los últimos 50 años, la especie ha sufrido “un declive del 90% de su población mundial a causa de la persecución directa, los pesticidas y los cambios en el uso del suelo, que han convertido los pastizales en campos de cultivo”. El sur de España fue elegido para la iniciativa porque la especie anida en acantilados costeros. Así, se instaló un aviario en un extremo del área militar del Retín. El año pasado los especialistas registraron 64 nacimientos en libertad y están terminando de confirmar que la población de aves es autosuficiente, es decir, que nacen más individuos de los que mueren.
Premio Mundial de Conservación
El premio mundial se ha otorgado al proyecto Elephant Crisis Fund, en Kenia, “por su contribución pionera y continuada a la conservación de dos especies del elefante africano en peligro de extinción”. El jurado ha destacado su trabajo contra las principales amenazas de los elefantes de sabana y de bosque: el comercio ilegal de marfil, la destrucción de su hábitat y los conflictos con las poblaciones locales.
El fondo, que pertenece a la organización Save the Elephants, nacida en 1993, financia proyectos de conservación en 34 países de África. Se diseñó inicialmente para abordar la caza ilegal de estos animales y hoy el reto principal ha pasado a ser su coexistencia con los humanos. Los elefantes a menudo rompen tanques de almacenamiento de agua o destruyen los cultivos en las áreas más húmedas, y por ello reciben ataques de las comunidades afectadas.
Entre las iniciativas de Latinoamérica se ha seleccionado el Proyecto de Aves Playeras Migratorias, coordinado desde Colombia, que trabaja en la conservación de estas especies de toda la costa del Pacífico. El panel ha destacado “las acciones informadas y evaluadas científicamente, la creación de bases de datos disponibles para la comunidad científica, y el éxito en la mitigación de las perturbaciones humanas en las poblaciones de aves playeras”.
El proyecto nació en 2011 y hoy aglutina a organizaciones de los 11 países que tienen costa en el Pacífico latinoamericano, desde México hasta Chile, y engloba 148 humedales. Comenzó con el conteo y monitoreo de aves, que después permitió comprender qué actividades humanas amenazaban su subsistencia y así la red pasó a involucrarse directamente en la conservación de estos animales.
La investigadora y coordinadora del proyecto Diana Lucía Eusse cuenta que han organizado festivales para trasmitirle a la gente la importancia de las especies con las que comparten la playa y que “también se ha trabajado con inmobiliarias para crear zonas de exclusión que permitan que la playa se comparta entre aves y humanos en ciertas épocas del año”. Además, la red ha brindado recomendaciones para establecer niveles de agua en las piscinas de producción de sal y de camarones que permitan que las aves descansen y se alimenten allí.
Mientras, en la categoría de difusión del conocimiento en formatos audiovisuales se ha premiado a Josefina Maestre, directora del programa Reserva natural, de Radio 5 (RNE), y a José Ramón González Pan, jefe de Publicaciones del Organismo Autónomo de Parques Nacionales. El jurado ha resaltado que Maestre informa “siempre con rigor científico y poniendo énfasis en la sensibilización ambiental y en la participación ciudadana”. González Pan ha sido destacado por “el impulso de la educación ambiental con numerosas producciones audiovisuales”, como la serie documental De parque en parque (RTVE).
Por último, la comunicadora ambiental Mónica Fernández-Aceytuno y el corresponsal de El Mundo Carlos Fresneda han sido reconocidos con el premio de difusión en otros formatos.