Descubierto un coral gigante en las Islas Salomón de más de 300 años y visible desde el espacio
Se trata de un ejemplar autónomo de 34 metros de largo por 32 de ancho y que se puede ver desde el espacio, según los investigadores
Cuando los miembros del equipo científico del proyecto Pristine Seas avistaron el inmenso coral en el grupo de islas Tres Hermanas, al suroeste del océano Pacífico, pensaron que se trataba de los restos de un naufragio o una gran roca debido a su tamaño. La sorpresa llegó cuando comprobaron que estaban contemplando el coral conocido “más grande del mundo”. Se trata de un ejemplar autónomo, de la especie Pavona Clavus ―no un arrecife, que se forma por la unión de varias colonias de coral― que con sus 34 metros de ancho por 32 de longitud deja pequeña a la ballena azul, el animal más grande del Planeta.
El coral “que se puede ver desde el espacio” está formado por diminutos pólipos que provienen de larvas que tras asentarse en el fondo marino se han multiplicado en millones de pólipos genéticamente idénticos a lo largo de unos 300 años”, señalan los investigadores. Paso a paso han creado una estructura que guarda en su interior una información “invaluable de las condiciones oceánicas de siglos pasados, incluyendo el calentamiento global”, explican. En esa especie de biblioteca enciclopédica viven, se refugian y reproducen peces, camarones, cangrejos y otros invertebrados.
El hallazgo es una gran noticia en medio de los problemas que atraviesan los arrecifes de coral, que aunque solo representan alrededor del 0,2% del área del océano, contienen más del 25% de las especies marinas del planeta. La Oficina Nacional de Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) ha confirmado que el mundo está sufriendo en 2024 el cuarto episodio de blanqueamiento global de corales y el segundo en los últimos 10 años debido a las altas temperaturas oceánicas. Este fenómeno ocurre cuando los corales sometidos a estrés expulsan a las algas que son su fuente de alimento y les otorgan color. Si esta situación se prolonga, el coral puede morir.
Por este motivo, “el descubrimiento es un importante recordatorio de que hay que proteger los mares y también muestra que en esta época en la que se puede observar cada centímetro cuadrado de la tierra con satélites y drones, el mar sigue guardando bajo la superficie misterios como este”, comenta en un comunicado Enric Sala explorador de National Geographic y fundador de Pristine Seas. En el momento del descubrimiento del coral, 18 científicos y cineastas del equipo del proyecto, realizaban una expedición en las Islas Salomón para estudiar la salud del océano allí.
“Es como hallar el árbol más alto del mundo”, describe Sala, en un momento en el que hay que multiplicar los esfuerzos para cumplir el acuerdo al que llegaron los gobiernos en la Cumbre sobre la Diversidad Biológica en Canadá de protección del 30% los océanos en 2030. “Pero en la actualidad, solo cuenta con algún tipo de figura que garantice su seguridad el 8% de los océanos, así que necesitamos cuadruplicar esa cifra en seis años”, añade. Las Islas Salomón son un tesoro de biodiversidad marina, con la segunda mayor variedad de corales (incluyendo más de 490 especies conocidas, tanto duras como blandas). También alberga uno de los volcanes submarinos más activos del mundo, el Kavachi.
En peligro de extinción
La mala situación de los corales se refleja en la última actualización realizada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de su Lista Roja. El 44% de las 892 especies de corales formadores de arrecifes de aguas cálidas evaluadas están amenazadas, mientras que en 2008, fecha de la evaluación anterior, el peligro atenazaba a un tercio de las especies. La UICN ha presentado estos resultados en la cumbre sobre el clima COP29, que se está celebrando en Azerbaiyán.
Por ejemplo, el coral cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) y el coral cuerno de alce (Acropora palmata) son dos especies en peligro crítico de extinción en el Caribe que han experimentado importantes descensos debido al aumento del calentamiento, la contaminación del agua, los huracanes y los graves efectos de las enfermedades de los corales.
El cambio climático es la principal amenaza para las especies de coral constructoras de arrecifes, sostiene la organización que ha tenido en cuenta los datos más recientes de Red Mundial de Vigilancia de Arrecifes de Coral (GCRMN). También ha incorporado en su valoración las amenazas actuales y futuras, como el aumento previsto de los fenómenos de calentamiento y los grandes episodios de blanqueamiento, además otras amenazas como la contaminación, la escorrentía agrícola, las enfermedades y la pesca insostenible.