¿Un chacal dorado entre Álava y Burgos? Expertos creen que el animal de un vídeo muy difundido es un zorro

El vídeo de un supuesto chacal dorado (Canis aureus), difundido por el proyecto Voluntariado Nacional Censo Lobo Ibérico, ha despertado los recelos de investigadores expertos en fauna ibérica, que aseguran que el animal se parece más a un zorro (Vulpes vulpes). Las imágenes se filmaron en el límite entre Álava y Burgos, en el valle de Losa y valle de Angulo, con las cámaras que la organización utiliza para seguir desde hace años a una manada de lobos.

El coordinador del proyecto, Ángel M. Sánchez, no puede asegura...

El vídeo de un supuesto chacal dorado (Canis aureus), difundido por el proyecto Voluntariado Nacional Censo Lobo Ibérico, ha despertado los recelos de investigadores expertos en fauna ibérica, que aseguran que el animal se parece más a un zorro (Vulpes vulpes). Las imágenes se filmaron en el límite entre Álava y Burgos, en el valle de Losa y valle de Angulo, con las cámaras que la organización utiliza para seguir desde hace años a una manada de lobos.

El coordinador del proyecto, Ángel M. Sánchez, no puede asegurar “de manera taxativa” que sea un chacal dorado, pero sí que los documentos gráficos son “muy compatibles con la especie”. Lo que niega con rotundidad es que sea un zorro, como aseguran expertos en fauna ibérica.

De momento, las únicas imágenes con las que se cuenta son nocturnas, insuficientes para demostrar de forma fehaciente de qué especie se trata, aseguran otros expertos. Serían necesarias otras pruebas más fiables, como el análisis de ADN de excrementos recientes o fotografías diurnas en las que apreciar mejor las características morfológicas del cánido. La organización continúa muestreando la zona a la búsqueda de otras evidencias.

¿Por qué no se ha esperado a contar con ellas? Sánchez afirma que decidieron difundir la información porque creen “que el registro y la identificación podrían ser fiables teniendo en cuenta, además, los antecedentes en Álava”. Si hubiera ocurrido en Andalucía, “habríamos esperado a tener más pruebas”, dicen. Sánchez se refiere a la aparición en enero pasado del cuerpo de un chacal dorado que murió atropellado en Álava, en la A-1, en el kilómetro 379. Las autoridades alavesas confirmaron que se trataba de la especie, muy probablemente un ejemplar divagante, dada la expansión que está experimentando el cánido. Desde entonces están atentos en el trabajo de campo, pero de forma similar a con otras especies, indica la Diputación foral de Álava.

Juan Carlos Blanco, miembro del grupo de especialistas en cánidos de la UICN, asegura de forma taxativa que “es un zorro”. El investigador, experto en lobo, estudió a los raposos durante cinco años para su tesis doctoral. La prueba inequívoca, explica, es que el animal del vídeo tiene la parte de atrás de las orejas muy oscura “y eso es una característica de los zorros y no de los chacales dorados, que tienen esa parte del cuerpo clara”. El investigador concreta más: “Cuando ves un cánido en Europa con las orejas negras, no tenemos ninguna duda: es un zorro”.

El chacal dorado, de tamaño mediano, está muy extendido y se distribuye desde la península Arábiga, Oriente Próximo y el Cáucaso hacia el este, hasta la India y el sudeste asiático. La mayor densidad de población se encuentra en los Balcanes y desde ahí comenzaron su dispersión a lo largo de la cuenca del Danubio hacia Europa central, en la segunda mitad del siglo XX. En Italia se reproduce, sobre todo en el noroeste, y en Francia han aparecido ejemplares aislados desde 2017.

Es un animal muy adaptable y generalista en cuanto a alimentación (roedores, aves, anfibios, invertebrados...) y tiene capacidad para recorrer largas distancias. “Pero desde que se detecta al primer chacal hasta que cría, pueden pasar años e incluso décadas”, sostiene Blanco. En su opinión, “hoy por hoy, la presencia en España en una anécdota, pero no cabe duda de que están ampliando su territorio y podría asentarse aquí”.

Sánchez argumenta, por su parte, que no puede ser un zorro porque son de menor tamaño ―el supuesto chacal es un tercio mayor― con las patas más cortas y la cola diferente que el cánido que grabaron sus cámaras. “Puede ser un híbrido [con perros], yo no lo sé, pero no un zorro”, mantiene. Una reflexión que tampoco convence a Blanco, que aclara que el pelaje de invierno confiere a los raposos una apariencia más maciza y las patas parecen más cortas que en verano. No solo eso, las características morfológicas del animal “no dejan lugar a dudas de que no es un chacal”. Es verdad, concede Blanco, que la cola es algo diferente, pero cree que se debe a que el zorro puede haber perdido una parte en una pelea con otros animales.

En plena expansión

“Yo no pondría ni un dedo en el fuego porque sea un chacal dorado, me parece muy arriesgado solo con fotogramas de noche”, responde Francisco García, biólogo y experto en conservación de animales. Tiene serias dudas de que sea “un ejemplar de esa especie”. Al mismo tiempo, sostiene que aparecerán chacales en España dada la expansión de la especie, “pero el que llegara uno en enero no quiere decir que hayan atravesado las fronteras cinco de golpe”.

El biólogo piensa que es necesario ser “más conservador” al dar este tipo de información, sobre todo con especies que “van a generar conflicto” con cazadores y ganaderos, como ocurre con el lobo. Recuerda el proceso que empleaban en los censos de lince cuando no quedaban casi ejemplares. “Usábamos dos indicios: excrementos y foto, así estaba localizado por genética e imagen. “Son dos métodos completamente objetivos y no inducen a error, como puede ocurrir con una huella”, dice.

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