China y EE UU, los grandes emisores mundiales, a la cola de los países en la lucha climática

Las dos potencias quedan entre los puestos más bajos de una clasificación de las políticas ambientales de los 59 países que más calientan el planeta. España escala en la edición de este año 11 puestos

Planta de carbón de Huaneng, en la provincia china de Jiangsu. Foto: BARCROFT MEDIA (GETTY) | Vídeo: EPV

China y Estados Unidos, las dos principales potencias emisoras del mundo (juntas acumulan alrededor del 45% de los gases de efecto invernadero), figuran entre los países con las políticas de lucha contra el cambio climático menos robustas, según el Índice de Desempeño de Cambio Climático, que realizan las organizaciones internacionales Germanwatch, New...

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China y Estados Unidos, las dos principales potencias emisoras del mundo (juntas acumulan alrededor del 45% de los gases de efecto invernadero), figuran entre los países con las políticas de lucha contra el cambio climático menos robustas, según el Índice de Desempeño de Cambio Climático, que realizan las organizaciones internacionales Germanwatch, NewClimate Institute y CAN International y que se ha presentado este lunes en la cumbre del clima que se celebra en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, la COP27. Este análisis se centra en los 59 países más emisores del planeta (cuyas economías expulsan el 92% de los gases), se realiza desde 2005 y analiza cuatro categorías: emisiones, renovables, uso de la energía y política climática.

A partir de esos cuatro indicadores, se realiza la clasificación de países. En la edición de este año, Estados Unidos ocupa el puesto 52, con lo que mejora tres respecto a 2021 gracias a los planes aprobados por el presidente, el demócrata Joe Biden. El gran desplome se produce en el caso de China, que retrocede 13 peldaños, hasta el 51. Pese a la fuerte expansión de las renovables, la alta dependencia del carbón y del resto de combustibles fósiles, unido a los planes de recorte de emisiones poco ambiciosos (que retrasan los recortes hasta 2030) penalizan a este país. “El compromiso entre China y Estados Unidos sigue siendo crucial para el éxito de la COP, y las complejas relaciones comerciales y geopolíticas de los países ponen en peligro el progreso efectivo en la lucha contra la crisis climática”, se apunta en el informe presentado este lunes en la cumbre.

En términos generales, los autores del análisis resaltan que la actual crisis energética, impulsada por la invasión rusa de Ucrania, “demuestra claramente cómo el mundo sigue dependiendo de los combustibles fósiles”. Jan Burck, de Germanwatch, explica: “Los países ahora deberían usar este shock externo para centrarse en expandir las energías renovables y aumentar la eficiencia energética para reducir rápidamente su dependencia de los combustibles fósiles”.

En el caso de EE UU, aunque se aplauden las nuevas políticas y objetivos anunciados por la Administración demócrata, los analistas critican que el país no contempla detener “la extracción nacional de combustibles fósiles”. Además, “todavía hay subsidios a los combustibles fósiles en vigor”. Por último, se advierte del papel de obstrucción que juega “la oposición republicana en la política climática”.

Dinamarca vuelve a encabezar este ranking al destacar en todas las áreas analizadas, aunque no ocupa ninguno de los tres puestos más altos, que quedan vacantes porque ningún país tiene un desempeño general “muy alto”. La Unión Europea en conjunto escala tres puestos respecto al año anterior, hasta el 19. La UE sube tres posiciones gracias a los nuevos objetivos que se ha fijado para 2030 y al paquete de medidas que está poniendo en marcha para cumplirlos.

España avanza con el impulso a las renovables

Dentro de la UE, una de las naciones que más avanza en esta edición (11 escalones) es España, que sube hasta el puesto 23. Los analistas valoran los nuevos objetivos impuestos en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el impulso a las renovables. Pero los expertos “critican la ausencia de un compromiso gubernamental para eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles” y se pide que “España incluya la participación de la sociedad civil en proyectos de energías renovables para una transición energética justa en el país”.

El caso contrario es el de Francia, que cae 11 puestos hasta el lugar 28 de la clasificación. El desplome se debe, principalmente, a la baja puntuación que el país recibe en el apartado de energías renovables. De hecho, Francia es el único miembro de la UE que no cumplió con las metas que le había fijado la UE de implantación de energías limpias en 2020.

Fuera de Europa, llama la atención por positivo el caso de Chile, que encabeza el listado solo por detrás de Dinamarca y Suecia. Chile, que ya ocupaba una buena posición el pasado año, sube tres escalones, entre otras cosas, por su nueva ley de cambio climático, que establece el compromiso de alcanzar las emisiones netas cero para 2050 y “políticas para implementar este objetivo”.

Los últimos puestos de esta clasificación los ocupan Irán, Arabia Saudita y Kazajistán, muy dependientes del petróleo y con una puntuación también muy baja en energías renovables. “Arabia Saudí es el país con las mayores emisiones de gases de efecto invernadero per cápita entre las naciones del G-20″, explican los autores. “Rusia, Turquía, Hungría y Brasil muestran un desempeño muy bajo en materia de políticas climáticas”, añaden. Pero en el caso de Brasil se expresa la esperanza de que con la vuelta al poder de Lula da Silva aumente “la ambición de la política climática del país” y se reconstruyan “las instituciones para implementarla”. “La protección de la Amazonía y la eliminación gradual de la producción de combustibles fósiles son medidas clave”, explican.

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