El lince ibérico se acerca a Cataluña y Aragón
Un proyecto apoyado por el Gobierno identifica una zona de 30.000 hectáreas de ambas comunidades para estudiar la reintroducción de esta especie
Más de un siglo después de su desaparición en Cataluña y Aragón, el lince ibérico (Lynx pardinus) vuelve a husmear estos territorios. Un proyecto de la organización CBD-Hábitat, CREW Foundation, Trenca y el Zoo de Barcelona, impulsado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, inició el pasado mayo los primeros estudios preliminares para la reintroducción de la especie en una zona que comprende 10.000 hectáreas de Aragón y 20.000 en Cataluña, según ha podido saber este periódico. El proyecto, llamado ...
Más de un siglo después de su desaparición en Cataluña y Aragón, el lince ibérico (Lynx pardinus) vuelve a husmear estos territorios. Un proyecto de la organización CBD-Hábitat, CREW Foundation, Trenca y el Zoo de Barcelona, impulsado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, inició el pasado mayo los primeros estudios preliminares para la reintroducción de la especie en una zona que comprende 10.000 hectáreas de Aragón y 20.000 en Cataluña, según ha podido saber este periódico. El proyecto, llamado PreLynxCatAr, tiene una duración de 12 meses y en su fase preliminar se estudiará la idoneidad del territorio, ya definido, para evaluar los riesgos (como carreteras) y su población de conejos, el principal sustento del amenazado felino. El año pasado el mítico y bello animal superó la barrera del millar en España y Portugal hasta llegar a los 1.111 individuos tras estar a principios de siglos a un suspiro de su extinción, con solo 94 ejemplares en libertad.
En junio de 2018, Litio, posiblemente uno de los linces ibéricos más exploradores que se hayan detectado jamás en la península Ibérica, consiguió llegar a Santa Coloma de Cervelló, a escasos 15 minutos de Barcelona, tras atravesar un imposible periplo de autopistas, ríos y montañas desde el Algarve Portugués. Litio fue finalmente capturado en una finca rodeado de conejos y cerezos para ser devuelto a su hábitat en Doñana (Huelva), donde la especie cuenta con una de sus mayores poblaciones. Expertos como Miguel Ángel Simón, director del programa europeo Life Iberlince, mostraron entonces su sorpresa por el que fue bautizado como el Marco Polo de los linces. Entre otras cosas, a los expertos les intrigó enormemente la ruta que debió haber seguido el animal hasta Cataluña, donde no se veía un ejemplar desde hacía más de un siglo. Conocer la ruta, explicó por entonces el biólogo Simon, ayudaría en un futuro a crear grandes corredores para llegar a conectar sus poblaciones a lo largo de la Península. Y la posible vuelta del lince a territorio catalán quedó en el aire.
“Sería posible su vuelta. La idea, muy futurible todavía, sería crear un corredor del levante, que uniera poblaciones de Valencia, Murcia, Cataluña y Aragón”, explica Samuel Pla, de la fundación CBD-Hábitat, una de las impulsoras del proyecto en Cataluña y Aragón. “Las primeras sensaciones son buenas”, añade Pla, que también forma parte del nuevo programa europeo Life Lynx Connect, dotado con 18,7 millones de euros en cinco años, que además prevé la creación de dos nuevas áreas linceras, una en Lorca (Murcia) y otra en Sierra Arana (Granada). En Valencia, hay otro proyecto ya iniciado de la Universidad Cardenal Herrera, anunciado en junio y también avalado por el Gobierno de España, para estudiar la reintroducción del animal en esa comunidad. “Pese a ser diferentes proyectos, todos van en la misma línea: poder unir en un futuro las poblaciones con corredores”, admite Pla, quien no se aventura, “por precaución”, a poner una cifra de los ejemplares que podrían llegar a ser reintroducidos en Cataluña y Aragón. La conexión de las poblaciones es vital, sostienen los expertos. Si los animales no se mezclaran entre ellos, la diversidad genética se perdería en cada lugar y podría comprometer el futuro de la especie, que salió del peligro crítico de extinción en 2015, aunque sigue amenazada.
Tras cuatro meses de trabajos iniciales de campo en Cataluña y Aragón, los técnicos ahora creen que han encontrado un posible lugar idóneo, con abundancia de presas como el conejo, refugios como roquedo y matorral. Se trata de la zona de Mas Melons-Alfés, un espacio natural protegido por la red de Natura 2000, entre las comarcas de les Garrigues y el Segrià, y que constituye una gran plana de secano en el sur de Lleida colindante con Aragón, y con poca infraestructura. “Todavía hay que ser muy cautelosos. Se trata de una frase preliminar y es importante contar con el apoyo del territorio...”, explica Nuria El Khadir Palomo directora de CBD-Hábitat. En Aragón, el lugar escogido es la sierra de Alcubierre, situada en el límite occidental de Los Monegros.
El apoyo del sector ganadero y agrícola es fundamental para que el proyecto salga adelante, coinciden Pla y El Khadir. El contexto, con la problemática reintroducción del oso pardo (Ursus arctos) en Cataluña de trasfondo, no ayuda. La presencia del animal plantígrado en los Pirineos catalanes, cuya población se ha asentado con más de 60 ejemplares desde el año 2000, ha puesto en pie de guerra a los ganaderos, quejosos de ataques a sus ganados. Pero Pla cree que no debería ser un obstáculo para la vuelta del lince. “Somos conscientes de la problemática... Pero son especies incomparables. El lince es un animal que no ataca a la ganadería y que, por sus características, aura y belleza, cae simpático”, concluye.
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