Seis maneras preciosas de morir (si eres una galaxia)

Las galaxias mueren y de hecho la mayor parte de ellas se está muriendo desde hace tiempo. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿A la Vía Láctea también le pasa? Empezamos a contestar a estas preguntas, aunque el tema que nos ocupa es un caso abierto para los astrofísicos de todo el mundo

La galaxia espiral ESO 137-001 es un ejemplo de una galaxia 'medusa',NASA

Las galaxias mueren. La nuestra está ya en una espiral, nunca mejor dicho, de degradación natural que parece no tener vuelta atrás. ¿Cómo mueren las galaxias? Básicamente, mueren estranguladas, envenenadas, acosadas, también pueden hacerlo por un golpe de calor, intoxicadas, o canibalizadas. O de varias formas a la vez, la vida de las galaxias no es fácil. Lo explicamos.

En uno de nuestros artículos hace tiempo describimos uno de los más grandes descubrimientos que hizo el telescopio espacial Hubble, hace ya más de 20 años: nuestro universo, las galaxias en él, se está muriendo. Explicamos que desde hace ya bastante tiempo, unos 9000 millones de años, el 60% de la edad del universo, las galaxias cada vez forman menos estrellas, se están apagando poco a poco. Las estrellas que tienen irán desapareciendo (a su ritmo, tampoco será mañana) y al final la luz estelar se apagará en el universo. Hoy nos queremos ocupar de las formas en las que están muriendo las galaxias, que son bastante variadas, lo que quizás obedece a la existencia de un complot para aniquilar las galaxias y que el universo pase página y se convierta en el reino del vacío cósmico (como le estamos dando publicidad con nuestra sección a ese vacío, esperamos que lo tenga en cuenta en su momento). ¿Cómo matar una galaxia? He aquí dos escenas de los crímenes que se están cargando las galaxias.

Primera escena del crimen. Estamos en un sitio concurrido, con cientos si no miles de testigos, una pequeña galaxia entra llena de vida, formando estrellas como nadie la ha visto antes, pero en realidad se está metiendo en la cueva del lobo y acaba muerta. ¿Cómo puede ser? En ambientes con muchas galaxias, los llamados cúmulos, las galaxias pueden morir de tres formas diferentes. Una de ellas es porque las galaxias más grandes son bastante bully. Quizás sin querer, pero una galaxia grande, si se le acerca una más pequeña lo suficiente, el efecto de gravedad que ejerce sobre distintas zonas de esa pequeña indefensa es tan diferente que acaba rompiéndola, y luego posiblemente engulléndola y canibalizándola. El crimen no es exclusivo del mundo de las galaxias ni en zonas donde hay muchas. También se da en ambientes menos concurridos o incluso a escala de planetas. El origen de los anillos de Saturno está en esa fuerza de la gravedad diferente en distintas zonas que asteroides o incluso lunas enteras sufren si se acercan mucho. La diferencia de fuerzas puede llegar a ser más intensa que lo que mantiene unido a ese astro (su propia gravedad), y acaba hecho añicos. Nosotros, entiéndase la Vía Láctea, somos culpables también de este galacticidio, se lo estamos haciendo a bastantes galaxias, como la galaxia enana Sagitario. Pero otro día hablamos de ella.

Una galaxia también puede morir cuando entra en una zona donde hay muchas más compañeras, digamos que el ambiente en esas zonas suele estar muy cargado. Las galaxias grandes que llevan ahí mucho tiempo suelen haber calentado el material, sobre todo gas, que hay entre galaxias. Como ese gas está tan caliente no puede hacerse más denso para dar lugar a estrellas. Incluso ese ambiente tan caliente puede transferir parte de calor al gas de la propia galaxia. Decimos que evapora su combustible para formar estrellas, muriendo al final por un golpe de calor y de inanición. Esa galaxia, que venía con ganas de seguir siendo muy activa, las grandes galaxias que llevan eones en el cúmulo la convierten en un muermo como ellas, estrangulándola sin que pueda respirar (es decir, obtener gas para formar estrellas).

La última forma de morir que tienen las galaxias que entran en cúmulo es por culpa de un choque. Cuando una galaxia pequeña es atraída por un cúmulo va ganando velocidad, porque cada vez se ve más atraída por la gran masa de ese cúmulo. Imagínense en una montaña rusa, cayendo a cada vez más velocidad. Lo más ligero tiende a quedarse atrás, y si encima te encuentras con un ambiente más denso, lo más normal es que el pelo vuele al viento y se te metan los mofletes para dentro. Pues lo mismo le pasa a una galaxia, se va dejando gas atrás y al final muere asfixiada, sin material para formar nuevas estrellas.

Claramente, las malas compañías matan a las galaxias. Pero las más solitarias no se libran tampoco. Segunda escena del crimen: galaxia solitaria aparece muerta en casa. La teoría que se maneja para su fallecimiento es el (auto)envenenamiento. Hay determinadas fuerzas ocultas en las galaxias, y hablamos de agujeros negros supermasivos, que envenenan el ambiente y hacen que el gas que haya alrededor de una galaxia sea inservible para formar estrellas, destinándola a la muerte. Incluso hay galaxias que mueren de éxito, porque forman estrellas tan rápido que esas propias estrellas impiden que se formen más. Y otras galaxias podrían morir más tranquilamente simplemente porque han llegado a un estado de equilibrio en su vida que les impide evolucionar más, han alcanzado su zona de confort de la que no se moverán nunca más hasta apagarse.

¿Qué le pasa a la Vía Láctea? ¿Le está ocurriendo algo de esto? Pues nuestra galaxia está lo suficientemente aislada como para que la última forma de morir sea la más probable causa de su defunción, que está llegando. También estamos cayendo a zonas más densas de galaxias, así que nos acabarán acosando, quitando el poco gas que nos quede, y dejándonos sin aire para respirar, hasta que nos apaguemos para siempre. Para que no nos acusen de alarmistas, diremos que falta bastante para eso, varias vidas de la Tierra, pero el proceso parece ya imparable.

Vacío Cósmico es una sección en la que se presenta nuestro conocimiento sobre el universo de una forma cualitativa y cuantitativa. Se pretende explicar la importancia de entender el cosmos no solo desde el punto de vista científico sino también filosófico, social y económico. El nombre “vacío cósmico” hace referencia al hecho de que el universo es y está, en su mayor parte, vacío, con menos de un átomo por metro cúbico, a pesar de que en nuestro entorno, paradójicamente, hay quintillones de átomos por metro cúbico, lo que invita a una reflexión sobre nuestra existencia y la presencia de vida en el universo. La sección la integran Pablo G. Pérez González, investigador del Centro de Astrobiología; Eva Villaver, investigadora del Centro de Astrobiología; y Patricia Sánchez Blázquez, profesora titular en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

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