“Indignación” entre los científicos del CNIO por el desprestigio del centro
Jefes científicos, investigadores y técnicos publican un manifiesto para defender su trabajo frente a la presunta corrupción
Más vale tarde que nunca. Los científicos y técnicos del mayor centro de investigación del cáncer del país han despertado ante la profunda crisis que vive el centro y han redactado un manifiesto en el que expresan públicamente su “indignación por la situación en la que encuentra” el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
“Es un gesto de unidad sin precedentes” explica a este diario uno de los jefes promotores de esta reacción, que ha sido apoyada la mayoría de los altos responsables científicos del organismo y por gran parte de la plantilla dedicada a investigación, asegura. Este miércoles a las 13.00 saldrán a manifestarse en la puerta principal del organismo para mostrar su preocupación ante un “prolongado periodo de crisis que podría estar proyectando una imagen pública que no representa” su labor, según el documento.
El nuevo movimiento surge después de que el CNIO haya caído en una profunda crisis que afloró a finales del año pasado y que se llevó por delante a sus máximos responsables, la directora científica María Blasco y el gerente Juan Arroyo. Sobre la primera pesaban acusaciones de maltrato y acoso laboral, entre otras cuestiones. Ambos llevaban más de una década en sus puestos y mantenían un enfrentamiento declarado que estaba llevando al centro a una situación de parálisis sin precedentes. Estas destituciones no resolvieron la crisis. Ahora el foco se ha puesto en una supuesta trama de contratos amañados entregados a empresas amigas que podría haber defraudado unos 20 millones de euros de las arcas del centro, según una denuncia presentada ante la Fiscalía Anticorrupción por un exdirectivo del centro que ha sido despedido con un expediente disciplinario.
Este martes el patronato del centro acordó por unanimidad eliminar el cargo actual del exgerente Juan Arroyo como vicedirector de asuntos económicos, y el de otros dos altos directivos muy cercanos a él: la secretaría general, con Laura Muñoz al frente, y el adjunto a la gerencia, José Ignacio Fernández Vera, como adelantó EL PAÍS. Además, el actual gerente, José Manual Bernabé, designado para reflotar el centro y aclarar cualquier acto irregular, ha presentado su propio informe ante Fiscalía sobre lo sucedido con las cuentas del CNIO en los últimos años. Es una situación inaudita desde la creación del centro en 1998 como buque insignia de la investigación del cáncer en España. La limpia ha sido propuesta por el actual gerente y aceptada por todos los miembros del patronato del centro, que incluye a miembros del Gobierno, cuatro comunidades autónomas gobernadas por el PP y tres patronos privados.
“Confiamos plenamente en que la nueva dirección gerente y científica impulsarán una etapa caracterizada por la transparencia y la protección del interés público”, señala el manifiesto en referencia a Bernabé y a Raúl Rabadán, que ha sido designado director científico, pero aún no confirmado, algo que se espera para principios del año que viene, pues debe terminar con actuales compromisos con la Universidad de Columbia, donde trabajaba hasta ahora.
“Queremos que la sociedad sepa que la comunidad investigadora del CNIO hemos seguido trabajando con la misma dedicación de siempre, y que no permitiremos que prácticas ajenas a la ciencia enturbien nuestra labor ni la misión que nos mueve. Nuestro trabajo se basa en el rigor, la integridad y el compromiso absoluto con la misión del CNIO: avanzar en el conocimiento del cáncer y contribuir al bienestar de la sociedad. Cualquier irregularidad o falta de transparencia contraviene directamente este propósito y erosiona la confianza depositada en nuestra institución”, añade el manifiesto.
Los científicos intentan desvincularse de las supuestas ilegalidades perpetradas en el centro durante años. Una de sus exigencias es que se sepa todo lo que ha sucedido en el CNIO.
“Reclamamos una gestión transparente y responsable. Un entorno donde la gestión sea clara, eficiente y honesta es el único posible para hacer ciencia de calidad”, alertan. “El CNIO es un referente internacional gracias a su personal científico y técnico. Confiamos en que una nueva etapa consolide un centro más fuerte, más ético y más capaz de responder a los desafíos del cáncer. Los investigadores e investigadoras del CNIO seguimos firmes en nuestro compromiso con la excelencia científica y con la sociedad a la que servimos”, concluyen.
Uno de los cargos eliminados es el de José Ignacio Fernández Vera, que dimitió como director general de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología por “motivos personales” después de que este diario desvelase que desembolsó casi 25.000 euros en dos años para alquilar coches de alta gama con chófer privado para ir de Madrid a actos en Salamanca, su ciudad natal, y otros lugares de España.