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La remontada de la popularidad de Boric tropieza con los conflictos con el Partido Comunista

Las tensiones de la Administración de izquierdas con una de sus formaciones llega a tres meses de las municipales y en un buen momento de apoyo ciudadano al presidente chileno, quien ha guardado silencio

gobierno de Gabriel Boric
Carolina Tohá y Gabriel Boric en Santiago (Chile).Lucas Aguayo Araos (Getty Images)
Antonia Laborde

La inesperada alza en la popularidad del presidente Gabriel Boric alcanzada el último par de meses (35%) fue bien recibida en la izquierda, pero con la advertencia de algunos: evitar los “autogoles”. En las dos últimas semanas, sin embargo, el Gobierno ha tenido que controlar el fuego amigo, proveniente del Partido Comunista (PC). La formación liderada por Lautaro Carmona ha cuestionado públicamente al Ejecutivo, en particular al ministerio del Interior y Seguridad a cargo de Carolina Tohá, del Socialismo Democrático, develando la agudización de las diferencias dentro de los partidos que arropan al mandatario chileno. Las fuertes críticas de los líderes del PC por el despido de un asesor de su sector de la Subsecretaría del Interior y un operativo policial en Villa Francia, una población emblemática en la lucha contra la dictadura de Augusto Pinochet, llegan a tres meses de las elecciones municipales, un termómetro clave de las fuerzas políticas de cara a las presidenciales de 2025.

El PC es una piedra angular de la Administración de izquierdas. El Gabinete de Boric cuenta con tres ministros del partido: la ministra del Trabajo Jeannete Jara, que tiene como desafío sacar adelante la reforma de pensiones en el Congreso, una de las principales promesas de campaña; la portavoz de Gobierno Camila Vallejo, compañera de ruta del mandatario desde la universidad; y el titular de Educación, Nicolás Cataldo. Jara y Vallejo son parte del comité político del presidente. La convivencia con el PC no ha sido fácil desde un inicio, pero los conflictos son cada vez más frecuentes y vociferantes. Dirigentes comunistas exigieron al ministerio del Interior conocer los detalles del operativo policial en Villa Francia, que acabó con varios detenidos y decenas de armas incautadas. Una diputada de sus filas llegó a decir que el procedimiento le recordó a la lógica con que operaba la dictadura.

Gabriel Boric habla con Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista, el 9 de enero.
Gabriel Boric habla con Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista, el 9 de enero.PC

Vallejo, la figura del PC mejor evaluada en los sondeos, solía esquivar con diplomacia las disputas de su partido con el Ejecutivo. Esta semana, sin embargo, ante el manto de duda que plantearon algunos comunistas sobre si el operativo policial en Villa Francia fue un montaje, la portavoz tomó distancia de su colectividad y respondió tajante: “Si aquí se pretende instalar que hay una operación política desde el Gobierno contra una comunidad específica, es no conocer cómo actúa nuestro Gobierno”.

A diferencia de lo que ha sido la línea tradicional del PC chileno, caracterizado por su disciplina y posturas monolíticas, Octavio Avendaño, politólogo y académico de la Universidad de Chile, sostiene que en el último tiempo se ha visto una dualidad tensionada por dos grupos dentro de la formación: “Uno que vela más por la vía institucional y otro que insiste en el programa de la primera vuelta de Boric [más radical] y las movilizaciones sociales. No es casual que una parte del PC cuestione la estrategia de seguridad, mientras la parte más institucional, como Vallejo, respalde las decisiones del ministerio del Interior”.

Para el exmilitante comunista Sergio Muñoz Riveros, columnista y escritor, los últimos conflictos dan para pensar que “los dirigentes del PC ya decidieron tomar distancia del Gobierno, y que incluso se les pasa por la mente la posibilidad de abandonarlo”. A raíz del rechazo que provocó en algunos liderazgos comunistas el operativo policial en Villa Francia, la ministra Tohá reconoció “la complejidad de las diferencias” y que existen “desconfianzas” de parte del PC. Muñoz Riveros sostuvo esta semana en EL PAÍS que la coalición gobernante “carece de acuerdos sustantivos, funciona como una corporación de intereses” y duda que sobreviva al Gobierno actual.

El operativo de Carabineros en Villa Francia, en el municipio de Estación Central, el 6 de julio.
El operativo de Carabineros en Villa Francia, en el municipio de Estación Central, el 6 de julio.Licomita

La expresidenta socialista Michelle Bachelet (2006-2010; 2014-2018) empujó una mayor cohesión del oficialismo en un almuerzo que organizó esta semana con los líderes de las formaciones oficialistas para reforzar el mensaje de que el amplio abanico de izquierdas tiene que mostrarse unido. La necesidad de unidad está presionada por las elecciones de alcaldes y gobernadores regionales el próximo octubre. La exmandataria tiene credenciales para hablar de unidad en el sector, ya que en su segundo mandato los comunistas lograron volver al oficialismo por primera vez desde el derrocamiento de Salvador Allende en 1973.

Previo a estos sonados incidentes con el PC, los ánimos en La Moneda eran positivos debido al alza sostenida del apoyo al presidente Boric en los últimos meses. En los cuatro Gobiernos anteriores, liderados por Bachelet y Sebastián Piñera (2010-2014, 2018-2022), de la derecha tradicional, ningún mandatario registró un 35% de apoyo cuando llevaba casi dos años y medio en el cargo.

Los analistas ven con sorpresa que un presidente que cursa su tercer año de mandato tenga buenos índices de popularidad, aunque subrayan que todavía más de la mitad de los chilenos desaprueba la gestión de Boric. Atribuyen la buena racha a que las condiciones económicas son objetivamente mejores que en los últimos cinco años, lo que ha inyectado una dosis de entusiasmo a la ciudadanía. Por primera vez en más de un año, quienes se sienten optimistas por el futuro superan a los pesimistas (38% frente a 36%, Cadem). También apuntan a que la sociedad se ha ido acostumbrando a la nueva realidad: la crisis de delincuencia y la irrupción del crimen organizado.

Sobre cuánto pueden impactar los roces del PC con el Gobierno del que forma parte, Avendaño cree que el alza progresiva de las cuentas de la luz en los hogares, que comenzó el 1 de julio y que significará un incremento del 50% a 2025 debido a una deuda con las generadoras eléctricas desde 2019, tendrá más incidencia en la percepción ciudadana sobre la gestión de Boric que los dardos de los líderes comunistas. Una de las voces críticas con la Administración de izquierdas sobre el incremento del precio de la electricidad fue la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola, comunista, quien cuestionó la entrega de información del ministro de Energía, Diego Pardow, responsable de la tramitación del proyecto que descongeló las tarifas en el Congreso. Precisamente, para Avendaño, “esa es una decisión ampliamente cuestionada y tensionó al propio Gobierno. Las tensiones dentro del Ejecutivo siempre generan un impacto en la opinión pública porque se interpreta como una decisión errática y una postura débil”.

A diferencia de otras controversias protagonizadas con el Partido Comunista y el Gobierno, hasta ahora Boric ha guardado silencio.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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