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COLO COLO
Columna
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El rock condiciona el final del fútbol chileno

Los conciertos de Roger Waters y The Cure estropearon la cancha del estadio Monumental, dañando las opciones de Colo Colo, uno de los candidatos a quedarse con la corona

Concierto de Roger Waters en Chile
Roger Waters durante su concierto en el Estadio Monumental, el 25 de noviembre.Elvis González (EFE)

A dos fechas del final, Roger Waters y The Cure pueden ser claves para determinar al campeón del fútbol chileno. En una lucha que ha quedado limitada a tres equipos, Colo Colo, el cuadro que más veces ha conquistado la corona y que arremetió en las fechas finales, podría perder toda su ventaja debido a que la sociedad anónima que lo administra decidió arrendar su estadio Monumental para conciertos masivos.

Los escenarios y la gente que se instaló en la cancha para disfrutar del rock arruinaron el césped de tal manera que, en el partido clave que disputará ante la Unión Española, el cuadro albo deberá optar por la presencia masiva de público en las tribunas (el recinto tiene capacidad para 40 mil personas) o una cancha ajena, pero en buenas condiciones. El asunto supone una nueva disputa entre el entrenador Gustavo Quinteros y la dirigencia de Colo Colo, que privilegió los intereses financieros por sobre los deportivos.

El cuadro albo acortó distancias frente a Cobresal y Huachipato -que llevaban ventaja suficiente, pero la desperdiciaron en las últimas dos jornadas- pero necesita ganar sus dos pleitos finales y que el cuadro minero al menos empate uno de sus compromisos. De esta manera forzará una definición, impensable hasta hace algunas semanas. El torneo de la Primera División tuvo este año muchas pausas, debido a diversos motivos extrafutbolísticos, lo que le restó continuidad. Con los cuadros nacionales tempranamente eliminados de las competencias internacionales, el certamen cobró brillo tras el último receso provocado por los Juegos Panamericanos Santiago 2023.

Por ese motivo el Estadio Nacional no estuvo disponible durante gran parte del año, lo que obligó a programar los conciertos masivos en el otro recinto capaz de recibir a una multitud en la capital chilena. Pese a que originalmente se especuló que albergaría a Ed Sheeran, Madonna, Pearl Jam, Paul McCartney o Taylor Swift, finalmente sólo se presentó Bruno Mars en una noche de lluvia que deterioró el terreno, que estuvo inhabilitado varias semanas, y que debió ser reparado aceleradamente para que la selección chilena jugara sus partidos clasificatorios.

Las dos fechas de Roger Waters y la presentación del grupo The Cure terminaron por dañar la cancha y, de esta manera, reflotar el debate sobre los recitales en Santiago, que entregan recursos a los clubes, pero provocan reclamos de jugadores y técnicos. El dinero obtenido puede perderse por una menor recaudación si la cancha queda inutilizable, por la obligación de arrendar un nuevo recinto de menor capacidad o por la no obtención del título, que entrega beneficios económicos. Los dirigentes de los clubes culpan a las productoras, que no implementan medidas para proteger el campo de juego, como ocurre en la mayor parte de los escenarios deportivos que albergan conciertos en el mundo.

El mal estado de las canchas fue también una tendencia en esta temporada para el fútbol chileno, pese a que se ocupan muy poco para la competencia. Las lluvias, los hongos del gramado y la utilización para fines no deportivos deterioran la estética. Es por eso que han proliferado las superficies sintéticas, que tampoco son del gusto de los jugadores pues favorecen las lesiones.

Mientras tanto, los hinchas de Colo Colo sufren por The Cure y la multitud que acudirá a verlos, y que pueden sentenciar, con banda sonora, las aspiraciones del club de sumar una nueva estrella para su bandera.

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