Christiane Endler y el fin amargo del ciclo dorado

Christiane Endler fue elegida en el 2022 como la mejor portera del mundo por la FIFA, coronando un ciclo virtuoso que comenzó para el fútbol femenino con la organización del Mundial Juvenil del 2008. Tiane, desde entonces ganó la Copa Libertadores con Colo Colo el 2012, la Champions con el Olympique de Lyon el 2022, fue subcampeona de la Copa América, clasificó al Mundial adulto del 2019 y disputó los Juegos Olímpicos del 2020. Jugó por el Chelsea, el Valencia, el París Saint Germain y el Lyon, en una carrera sin precedentes para el fútbol femenil chileno.

La sorpresiva decisión la anunció tras ganar las semifinales ante Estados Unidos, en un torneo que no fue de muchas luces para la portera, que cometió varios inusuales errores. Su renuncia complicó en extremo la opción de medalla, pues su suplente, Antonia Canales, fue requerida con urgencia por el Valencia tras la lesión de Enith Salón, en un momento clave de la Liga femenina. Le fecha FIFA expiró el 31 de octubre y los clubes podían recuperar a sus jugadores, lo que dejó a la selección chilena sin ninguna jugadora que pudiera defender con experticia su portería en la única final que podría demandar una medalla para este equipo histórico.

El escándalo es mayor, al punto que la Ministra de la Mujer, Antonia Orellana, salió en defensa de la cuestionada deserción de Endler señalando que hay que poner atención “a las palabras. Muchos críticos no saben mucho lo que han pasado las jugadores de la selección”. Las autoridades de la Federación no se han pronunciado en las horas previas al match por la medalla de oro ante México, en un vendaval de críticas ante la improvisación y la falta de prevención ante una realidad que era esperable.

Christiane argumentó su decisión diciendo que “siempre espero que las cosas se hagan mejor”, dejando en claro que no está de acuerdo con la estructura de la Federación ni con varias de las decisiones técnicas tomadas en el último tiempo. Chile se quedó fuera del mundial de Australia y Nueva Zelanda y de los Juegos de París 2024. Agregó que es hora de “pasar página y dar paso a las jóvenes”, pese a que tiene apenas 32 años y se declara feliz de jugar en el Lyon. Dijo que “ponemos en riesgo nuestro cuerpo”, lo que fue interpretado como un anuncio a su intento de ser madre junto a su esposa, la chilena Sofía Orozco.

Las renuncias en las selecciones femeninas como una forma de protesta por la brecha de género y las dificultades organizativas son frecuentes. Ada Hegerberg lo hizo en Noruega, Wendy Renard en Francia y en la selección española campeona del mundo hubo muchos gestos antes de la Copa del Mundo y muchos más después del caso Rubiales.

Chile deberá afrontar la final sin su capitana y figura, en medio de un escándalo y cuestionamientos a la labor federativa. Pero, lo más importante, dejando en claro que las mujeres en el fútbol chileno también tuvieron una generación brillante y ganadora, que tendrá que luchar por ser dorada sin su principal estandarte, quien dijo adiós en el momento en que más la necesitábamos.