Patria, rodeo y cueca: la derecha tensa al máximo el proceso constitucional en Chile
Una enmienda aprobada con votos de Chile Vamos y el Partido Republicano pone en riesgo los acuerdos en el Consejo Constitucional
El Consejo Constitucional chileno, el órgano encargado de escribir una nueva propuesta de ley fundamental en el país sudamericano, ha iniciado esta semana la votación de las más de 1.000 enmiendas realizadas por las diferentes bancadas al anteproyecto propuesto por la Comisión Experta. Ha sido un debate complejo, marcado por las divisiones entre los partidos del oficialismo y la oposición.
Pese a los intentos realizados hasta la semana pasada por llegar a acuerdos transversales, las primeras sesiones del lunes se realizaron en un ambiente tenso. Una enmienda que declara el rodeo y la cueca como deporte y baile nacional en el apartado que establecía la obligación de “honrar a la patria, respetando las actividades que dan origen a la identidad de ser chileno”, fue aprobada por la Comisión de Principios, Derechos Civiles y Políticos, con votos del Partido Republicano, de derecha extrema, y Chile Vamos —el conglomerado que reúne a los partidos de la derecha tradicional, Renovación Nacional (RN), Unión Demócrata Independiente (UDI) y Evópoli— encendió los ánimos. La iniciativa, incluida entre las indicaciones denominadas de unidad de propósito, es decir, aquellas en donde se supone que existiría mayor consenso, había sido acordada entre los dos bloques de derecha, lo que tomó por sorpresa a los consejeros oficialistas, quienes conocieron su contenido solo minutos antes de la votación.
“Nos defrauda que lleguen estas enmiendas de unidad de propósito solo de derecha, lo que plantea la exclusión de nuestra bancada en un aspecto dentro del cual podríamos llegar a acuerdos sustantivos y no nos parece que sea un buen método”, señaló el consejero de Convergencia Social (CS) Yerko Ljubetic.
La indicación, que todavía debe ser votada en el pleno del Consejo Constitucional y alcanzar 3/5 de los votos para ser incluida en el proyecto final de Constitución, genera controversia. No solo porque impone una sola manera de mirar la identidad nacional, vinculada a las tradiciones de Chile central y excluye a las demás formas de folclor que existen en otros territorios del país sudamericano, sino porque genera un férreo rechazo desde ciertos sectores del país. El rodeo, un deporte en el que dos jinetes montados a caballo deben arrear a un novillo y atajarlo contra un muro tres veces consecutivas, ha sido objeto de polémica por organizaciones que señalan que se trataría de maltrato animal. Según una encuesta de Criteria, realizada a solicitud de la ONG Animal Libre y dada a conocer el jueves, el 64% de los chilenos está en desacuerdo con que sea considerado un deporte nacional, mientras que un 75% dice que no se siente identificado con esta práctica.
Por lo mismo, la mirada de expertos de diferentes sectores es que incluir este deporte en el proyecto de Constitución aleja las posibilidades de lograr un texto que sea aprobado por una mayoría en el plebiscito de salida del 17 de diciembre, en minutos en que el Rechazo parece llevar la delantera.
Ante la molestia de los partidos de izquierda, los delegados de las bancadas del órgano constituyente acordaron que las enmiendas de unidad de propósito sean dadas a conocer seis horas antes de presentarse a la comisión respectiva, para evitar repetir el altercado. A su vez, como una manera de seguir buscando acuerdos, se amplió el plazo para votar las indicaciones hasta el 6 de septiembre. De esta manera, las votaciones en el pleno del Consejo Constitucional, que zanjará el contenido de los artículos que irán a la propuesta final, arrancarán después del 11 de septiembre, fecha en que se conmemoran los 50 años del golpe de Estado.
Para intentar destrabar el debate en las materias más críticas, el miércoles se constituyeron cuatro subcomisiones negociadoras compuestas por tres miembros de la Comisión Experta y tres consejeros elegidos democráticamente. Estas son Estado Social, donde se debate acerca de los derechos sociales y garantía de derechos; Sistema Electoral, que analizará materias relacionadas a partidos políticos y el Congreso; Reglas del Juego, relacionada a los quórums requeridos y el rol del Tribunal Constitucional; y Derechos Humanos, donde se revisan aquellos artículos vinculados a tratados internacionales, cuidados y derecho a la vida.
Sin embargo, las posiciones aún parecen estar lejanas y los grupos negociadores trabajan contra el tiempo para lograr puntos de acuerdo. El temor, que ya han empezado a hacer público tanto desde el oficialismo como de la centroderecha, es que el nuevo texto constitucional repita los errores de lo que fue el anterior proceso constituyente. El fracasado primer intento, la izquierda, que tenía la mayoría, terminó sobreideologizando los contenidos de la Carta Magna, lo que desencadenó el contundente triunfo del Rechazo el 4 de septiembre de 2022.
Ahora, el escenario parece repetirse, solo que esta vez hacia el lado contrario. La derecha, compuesta por el Partido Republicano, de posiciones extremas, y por Chile Vamos, suma 33 de los 50 consejeros, por lo que tiene el poder de aprobar cualquiera de las enmiendas, sin considerar a la izquierda que solo tiene 17 consejeros.
“La derecha está tensionada, republicanos está empujando su agenda y Chile Vamos tratando de contenerla. Mientras tanto, la izquierda está de espectadora, no está invitada a la fiesta”, plantea Claudio Fuentes, profesor de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, quien sigue de cerca el proceso. Fuentes agrega: “Lo que están haciendo es dispararse en los pies. Estamos en un momento en que la Constitución está empezando a incluir medidas que están pensadas para nichos electorales y por eso el Partido Republicano las pone. La misma lógica de las identidades de la Convención anterior se replica ahora, pero para otro lado. Antes fueron indígenas, ambientalistas, mujeres, personas con discapacidad, ahora son huasos, pequeños propietarios y pymes”.
El gesto republicano y el adiós de las medidas de mitigación del cambio climático
Ayer jueves se retomaron las votaciones en las distintas comisiones. La dificultad para lograr acuerdos dificultó el trabajo durante toda la jornada. Para mostrar su disposición a la apertura, los consejeros republicanos decidieron retirar cuatro enmiendas, entre ellas dos de las más polémicas: la que habla de la protección del derecho a la vida del que está por nacer y aquella que planteaba que personas condenadas mayores de 75 años o que padezcan enfermedades terminales, pudieran terminar de cumplir la reclusión en su domicilio, lo que era interpretado por las izquierdas como un “perdonazo” a violadores de derechos humanos que hoy cumplen sentencia en la cárcel.
“Hemos dado claras señales de que queremos una Constitución que le haga sentido a todos los chilenos y que gran parte de los chilenos puedan sentirla propia”, explicó la presidenta del Consejo, la consejera del Partido Republicano Beatriz Hevia, quien explicó que las enmiendas serían redactadas nuevamente para lograr un mayor consenso antes de ser votadas en comisiones.
De todas formas, ayer fueron varias las indicaciones del partido de José Antonio Kast que, sumadas a la del rodeo y la cueca, continuaron haciendo polémica. En concreto, se aprobó una enmienda que exime de pago de contribuciones (impuestos) a la vivienda principal, mientras que otras normas que habían sido incluidas en el anteproyecto de la Comisión Experta, fueron dejadas fuera. Este fue el caso del artículo que establecía el “derecho a la vivienda digna, segura y propia”, así como también la norma que sostiene que “el Estado implementará medidas de mitigación y adaptación, de manera oportuna y justa, ante los efectos del cambio climático”, la que sacada del texto con votos de republicanos y la abstención de los consejeros de Renovación Nacional.
“A nosotros nos parece que eso es negar la crisis climática que hoy vive no solo Chile, sino que también a nivel mundial”, sostuvo la consejera del Partido Comunista, Karen Araya.
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