Por qué ‘la U’, uno de los equipos de fútbol más populares de Chile, fue sancionado sin hombres en la hinchada

La violencia sigue azotando al fútbol chileno, alejando cada día más a los espectadores que deben escapar de los grupos ultras de las hinchadas. La búsqueda de soluciones para un problema que parece crónico ha llevado a tomar medidas, entre ellas comentadas sanciones, como las aplicadas al club Universidad de Chile, uno de los más populares del país sudamericano, que en uno de sus partidos claves de la temporada no tendrá permitido contar con aficionados hombres en las tribunas.

El elenco de camiseta azul –que nació bajo el alero de la Universidad de Chile, la principal casa de estudios pública de la nación–, ha recibido un castigo de parte de parte del Tribunal de Disciplina de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) por los graves incidentes protagonizados por un grupo de sus aficionados durante el llamado clásico universitario disputado ante Universidad Católica el 30 de abril, que debió suspenderse debido al lanzamiento de fuegos artificiales y otros elementos pirotécnicos a la cancha del estadio Ester Roa de Concepción, al sur de Santiago.

De acuerdo al castigo, la escuadra dirigida por el entrenador argentino Mauricio Pellegrino deberá jugar sin público en el estadio donde juegue de local. El quinto partido, que será el superclásico ante Colo Colo, podrán ingresar mujeres y niños menores de 12 años, pero no hombres.

El origen del castigo a Universidad de Chile

El 30 de abril pasado la U recibió a la Universidad Católica, su rival clásico desde hace más de seis décadas en torneos nacionales, en la ciudad de Concepción, casi 400 kilómetros al sur de la capital Santiago de Chile. Los azules -que no cuentan con un estadio propio- debieron trasladarse allí debido a que el Estadio Nacional, reducto que habitualmente usa para sus partidos de local, se encuentra en proceso de remodelación por los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023.

El duelo con los cruzados -apodo que recibe el equipo representante de la Pontificia Universidad Católica de Chile- se jugó por solo 32 minutos. Una facción de Los de Abajo, denominación que recibe la barra brava de Universidad de Chile, lanzó fuegos artificiales y petardos al campo de juego, en protesta a la decisión de las autoridades de impedir el ingreso de elementos de animación como lienzos y banderas. La violenta acción afectó directamente a un árbitro asistente y a un camarógrafo de TNT Sports Chile, señal oficial de los partidos del fútbol chileno, quienes sufrieron lesiones acústicas por la pirotecnia. Además, se reportó que una periodista de La Magia Azul, programa radial partidario de la propia institución, fue golpeada por los barristas. Ante esto, el juez deportivo Francisco Gilabert decidió suspender la brega debido a la falta de garantías y seguridad.

Violencia sin fin

El caos en el clásico universitario instaló nuevamente el debate sobre la violencia en los estadios, fenómeno que se instaló con fuerza en las canchas del fútbol chileno desde inicios de la década del 2000 y que ha dejado decenas de heridos. Durante esos años se elaboró la llamada Ley de Violencia en los Estadios, la que resultó ser poco efectiva para enfrentar a organizaciones que también participaban de actividades ilícitas como el tráfico de drogas.

En 2011, en el primer Gobierno del expresidente Sebastián Piñera (2010-2014), se anunció la creación del plan Estadio Seguro. Bajo el alero del Ministerio del Interior, la entidad debía estar a cargo de la coordinación entre los organizadores de los eventos deportivos, las autoridades gubernamentales locales y Carabineros, para así asegurar el normal desarrollo de los encuentros futbolísticos. Tras casi una década, la iniciativa ha mostrado tener poca relevancia, ya que el nivel de violencia que se ha observado en torno al balompié chileno no ha disminuido.

Partido ante Colo Colo sin hombres

El Tribunal de la ANFP analizó los antecedentes y apuntó a la responsabilidad de Universidad de Chile, equipo que ejerció la localía. También consideró que al interior del estadio afectado solo habían seguidores del elenco universitario laico, por lo que desestimó aplicar alguna medida contra Universidad Católica.

El fallo de la instancia de justicia deportiva señaló que la U tendrá que jugar sin sus hinchas en las tribunas los próximos cuatro partidos, que la enfrentarán a Cobresal, Palestino, O’Higgins y Curicó Unido. La novedad fue la decisión tomada para el quinto encuentro, en donde los estudiantiles deberán recibir a su máximo rival, Colo Colo, en el superclásico. De acuerdo a la resolución, ese duelo podrá contar “con asistencia de mujeres y de niños(as), cuyas edades no exceda los 12 años de edad”.

La particular decisión podría tener efectos legales y económicos. Los hombres excluidos podrían alegar discriminación –según se comenta en el acalorado debate sobre el asunto–, mientras que Azul Azul, la sociedad anónima deportiva que administra a la institución, sufriría una importante merma económica en uno de los partidos que más recaudación genera en todo el año. Por lo mismo, es probable que la resolución sea apelada.

Los argumentos

Exequiel Segall, integrante del tribunal del fútbol chileno, explicó por qué se decidió aplicar este castigo a la escuadra universitaria y recurrió a evidencias que mostrarían en protagonismo masculino en la violencia en los estadios. “Considerando que en líneas generales, en todo el mundo, hay estudios al respecto, que es una clara tendencia de hombres a participar en hechos de violencia. Nosotros no estamos descubriendo ninguna pólvora, otras federaciones han determinado esta sanción y ha resultado con pleno éxito. Han ido miles de mujeres al estadio y ha sido un espectáculo sin el más mínimo inconveniente”, declaró el abogado a radio Cooperativa.

El caso brasileño

El castigo aplicado contra el club Universidad de Chile no tiene precedentes en el fútbol local, pero sí cuenta con un referente internacional. Se trata del equipo brasileño Athletico Paranaense, que a inicios de este año fue castigado con la ausencia de hombres para su partido ante Foz do Iguazu por el Campeonato Paranaense. El castigo se originó por un hecho ocurrido en 2022, cuando hinchas del furacão se enfrentaron con violencia a los aficionados de Coritiba.

La sanción inicial para el equipo era un partido sin espectadores en su estadio, pero tras una apelación al Tribunal de Justicia del Deporte de Paraná (TJD-PR) se permitió que al recinto deportivo ingresaran mujeres y niños de menos de 12 años. Para fomentar la asistencia de público se entregaron boletos gratuitos, los que se podían cambiar por un aporte en alimentos para las familias más pobres del estado de Paraná.