Los últimos combatientes republicanos vascos

La Cadena SER ha homenajeado a los siete últimos defensores vivos de "la libertad y la democracia"

Los últimos republicanos que lucharon en la Guerra Civil. FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

La Cadena SER en Euskadi ha homenajeado este miércoles en Bilbao a los siete únicos combatientes vivos del bando republicano durante la Guerra Civil, de edades entre 97 y 106 años, a quienes se les ha entregado un bastón como reconocimiento de su "lucha por la libertad y la democracia". El acto, que se ha emitido en directo en un programa especial de "Hoy por hoy" como reconocimiento a "la memoria viva de nuestra historia", se ha desarrollado en ...

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La Cadena SER en Euskadi ha homenajeado este miércoles en Bilbao a los siete únicos combatientes vivos del bando republicano durante la Guerra Civil, de edades entre 97 y 106 años, a quienes se les ha entregado un bastón como reconocimiento de su "lucha por la libertad y la democracia". El acto, que se ha emitido en directo en un programa especial de "Hoy por hoy" como reconocimiento a "la memoria viva de nuestra historia", se ha desarrollado en el Salón Imperial del Hotel Carlton de Bilbao, que fue sede de las deliberaciones del Consejo de Gobierno del lehendakari Agirre durante la contienda.

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El Salón, que se ha quedado pequeño ante el interés que ha despertado este encuentro, ha reunido a los siete únicos supervivientes: Gabriel Nogués, Ignacio Ernabide, Gregorio Urionaguena, Juan Azkarate, Mateo Balbuena, Eduardo Larrouy y Alejandro del Amo. Los siete protagonistas tienen ideologías diversas, pero les une el haber pertenecido al bando republicano durante la Guerra Civil en Euskadi. Gudaris, milicianos socialistas, comunistas y anarquistas, juntos de nuevo más de 80 años después.

Algunos tuvieron que combatir en el bando contrario y otros fueron presos, como Mateo, que salió de la cárcel en libertad condicional y tuvo que integrarse en células clandestinas nada más acabar la guerra. Estas figuras representan "un pasado que debe servir de enseñanza para el futuro, un futuro que depende del presente, de las nuevas generaciones", como ha señalado el propio Mateo. El Instituto Vasco de la Memoria, Gogora, ha colaborado en este homenaje con el objetivo de "recuperar la memoria de estas personas y la de todas las que combatieron y desaparecieron en esa guerra civil y en la posguerra".

Aunque muchos de los caídos llevaban una placa con un número único que permitía identificar al combatiente fallecido, "el diez por ciento de los cuerpos exhumados no permiten extraer el ADN y solo se consigue identificar a uno de cada tres", según ha explicado en el acto el forense Paco Etxebarría. Por otro lado, también se ha reconocido la figura de la mujer como "defensora en la sombra de las libertades durante la guerra". En concreto, se ha homenajeado a Consuelo, una mujer que fue profesora y tuvo una academia durante el conflicto, y que además es la esposa de Mateo.

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