Las terrazas alertan de que si suben las tasas tendrán que aumentar los precios

El Gremio de Restauración compara el aumento de tributos con el asedio inmobiliario a inquilinos

Un camarero sirve a varias mesas en una terraza de BarcelonaAlbert García

El Gremio de Restauración de Barcelona ha puesto el grito en el cielo ante la subida prevista de la tasa que pagan las terrazas por ocupar el espacio público en Barcelona. El aumento, que figura en el proyecto de ordenanzas fiscales que se votará el viernes en el pleno, prevé aumentos de hasta cuatro veces de la tasa para las terrazas del centro.

El Gremio asegura que con est...

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El Gremio de Restauración de Barcelona ha puesto el grito en el cielo ante la subida prevista de la tasa que pagan las terrazas por ocupar el espacio público en Barcelona. El aumento, que figura en el proyecto de ordenanzas fiscales que se votará el viernes en el pleno, prevé aumentos de hasta cuatro veces de la tasa para las terrazas del centro.

El Gremio asegura que con estos aumentos, para que a los restauradores les salgan los números, tendrán que subir los precios de las consumiciones y comparan el salto de precio con el acoso inmobiliario que sufren los inquilinos a quienes se les sube el alquiler.

Los restauradores aseguran que “no dan crédito al hecho de que el gobierno de Barcelona en comú y el PSC quieran sacar adelante un incremento” como el citado. Durante el mandato pasado, los restauradores, tradicionalmente más próximos al PSC que a Barcelona en comú, mantuvieron una guerra con la alcaldesa Ada Colau a propósito de la ordenanza de terrazas.

“Es inaudito que una administración aumente entre el 200% y el 400% la tributación de las empresas”, afirman. “El consistorio debería estar pensando en medidas de promoción, tras los disturbios de la semana pasada, y no en multiplicar tasas”, lamentó el director del Gremio, Roger Pallarols.

El gremio asegura que “con los márgenes actuales el sector será incapaz de absorber el incremento” y habrá que repercutirlo en las consumiciones. “La restauración de barrio perderá al cliente de toda la vida”, afirma, aunque en los barrios la subida de tasas es mucho menor.

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