“En este 'súper' los clientes hacen la compra juntos”

Pablo García Bachiller forma parte del Grupo Motor, una asociación de vecinos y vecinas de Lavapiés que quieren impulsar el primer supermercado cooperativo del barrio

Pablo García Bachiller, uno de los impulsores de Supercoop, un supermercado cooperativista en Lavapiés.Luis Sevillano

Desde hace un año, Pablo García Bachiller (La Línea de la Concepción, 1981) lleva luchando por abrir SuperCoop, el primer supermercado cooperativo de Lavapiés que nace de los grupos y cooperativas del barrio, asociados en el Grupo Motor. Su objetivo es crear una superficie alimentaria gestionada por los propios consumidores, que tendrán que abonar una cuota inicial de 100 euros y comprometerse a tres horas de trabajo voluntario al mes. De esta forma, podrán disponer de productos de calidad a precios más bajos de los que ofrecen otros supermercados.

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Desde hace un año, Pablo García Bachiller (La Línea de la Concepción, 1981) lleva luchando por abrir SuperCoop, el primer supermercado cooperativo de Lavapiés que nace de los grupos y cooperativas del barrio, asociados en el Grupo Motor. Su objetivo es crear una superficie alimentaria gestionada por los propios consumidores, que tendrán que abonar una cuota inicial de 100 euros y comprometerse a tres horas de trabajo voluntario al mes. De esta forma, podrán disponer de productos de calidad a precios más bajos de los que ofrecen otros supermercados.

 ¿Qué es un supermercado cooperativo?

Es un supermercado autogestionado por los propios consumidores que les permite adquirir productos de calidad a mejores precios.

 ¿Cómo surge la idea de crear SuperCoop?

El germen reside en un supermercado cooperativo que nació en, Brooklyn, Nueva York en 1973, que se llama Park Slope Food Coop y que aún hoy sigue funcionando. Hace un año, algunos vecinos de Lavapiés que nos movemos en cooperativas de consumo coincidimos en la proyección de un documental sobre este supermercado en el Teatro del Barrio. Aquello nos unió y decidimos que podríamos crear algo así aquí para beneficiar a más gente.

 ¿Dónde se ubicará?

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Estamos en conversaciones con el Mercado de San Fernando, en Lavapiés, para utilizar la planta superior. Pensamos que es una ubicación ideal para nuestro proyecto.

¿Cuándo estará listo?

Eso dependerá de cuándo reunamos a las personas necesarias para iniciar el proyecto. Nos hemos puesto la cifra de 500 cooperativistas y pensamos que en un par de meses podremos conseguirlo. Así que a finales de mayo puede que ya tengamos los recursos para iniciar este supermercado cooperativo.

¿Quién puede formar parte de este proyecto?

Cualquier persona interesada puede unirse al proyecto.

Y, ¿cómo pueden hacerlo?

Solo hay que rellenar el formulario de inscripción en nuestra página web con el que la persona se compromete a poner 100 euros de entrada y a hacer tres horas de voluntariado al mes para el proyecto. Aunque también ofrecemos facilidades para aquellos que no se puedan permitir pagar esa cuota. Nuestro objetivo es dirigirnos a todos los perfiles socioeconómicos de Lavapiés.

 ¿Qué tipo de productos ofrecerá SuperCoop?

La clave de este formato es que son los propios cooperativistas los que deciden qué quieren comprar juntos. Nosotros tenemos mucho interés por la agroecología y el consumo responsable, pero este supermercado tiene como objetivo que la cesta de la compra sea muy económica. Es decir, habrá tanto productos agroecológicos como productos de marcas conocidas. Como este es un proyecto no lucrativo, nos permitirá tener productos de calidad a precios más bajos.

 ¿Cómo se consigue eso?

Se consigue a través de tres factores. El primero tiene que ver con la compra a gran escala, adquiriremos muchas más cantidades de aquellos productos que compramos solos o a través de grupos de consumo pequeños. El segundo es la ausencia de lucro empresarial, no se reparten las ganancias del supermercado. Y el tercer factor es el trabajo cooperativo. En este supermercado sí que habrá un equipo de personal contratado que se encargará de la gerencia, pero será un porcentaje mucho menor que el que se emplea en supermercados convencionales. Las tareas de limpieza, reposición o cobro en caja se llevarán a cabo a través de las horas de voluntariado. Todo esto nos permite abaratar costes y emplear ese margen en reducir los precios de los productos.

 Pero, ¿esto no reduce puestos de trabajo?

Nosotros apostamos por la calidad del trabajo. En lugar de tener a más personas contratadas con salarios precarios, decidimos ofrecer mejores condiciones que las que ofrecen otras cadenas alimentarias. En un principio el equipo contratado lo formarán cinco personas, pero con el tiempo seguro que se necesitarán más. Además, estos trabajadores también formarán parte de la cooperativa, por lo tanto, serán dueños también del supermercado.

 Los supermercados cooperativos, ¿son el futuro?

A pesar de que ya existen desde hace tiempo, como vemos el caso de Park Slope Food Coop, la proliferación de este tipo de supermercados ha empezado hace relativamente poco, pero creo que eso tiene que ver con el desconocimiento de la gente. Nosotros colaboramos con otros dos proyectos de supermercado cooperativo aquí en la Comunidad de Madrid, La Osa, que se ubicará en Tetuán, y Biolíbere, en Getafe. Por supuesto, hay más en otras ciudades de España y de Europa, como es el caso de La Louve, en París. Esto demuestra que el modelo funciona y que poco a poco podemos ir transitando hacia él.

El supermercado cooperativo de Brooklyn

Park Slop Food Coop comenzó su andadura en 1973 en el barrio neoyorkino. Hoy, reúne a más de 16.000 cooperativistas y se ha visto obligado a cerrar el proceso de inscripción por falta de espacio. El documental Food Coop, de Tim Boothe, muestra la creación y la evolución de este modelo de consumo alimentario, replicado en varias ciudades de Europa.

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