GASTRONOMÍA

Las exitosas roscas veganas de Joanna

Delish Vegan Doughnuts ofrece ocho variedades artesanales del tradicional bollo

Dulces de Delish Vegan Doughnuts.

Quién le iba a decir a Joanna Espinel, una joven artista de familia caribeño-portuguesa residente en Madrid desde hace años, que acabaría abriendo una tienda de roscas veganas en pleno centro de la capital. Joanna se dedica a la música, es vegana y una gran amante de los dulces. Por eso, un día que se moría de ganas por comerse un dulce tradicional, decidió hacérselo ella misma y logró dar con una receta tan perfecta que cautivó a todo el que tuvo la ocasión de probarlo. Empezó a hacerlos para los cumpleaños de sus amigos y, al poco tiempo, a venderlos a través de la plataforma online...

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Quién le iba a decir a Joanna Espinel, una joven artista de familia caribeño-portuguesa residente en Madrid desde hace años, que acabaría abriendo una tienda de roscas veganas en pleno centro de la capital. Joanna se dedica a la música, es vegana y una gran amante de los dulces. Por eso, un día que se moría de ganas por comerse un dulce tradicional, decidió hacérselo ella misma y logró dar con una receta tan perfecta que cautivó a todo el que tuvo la ocasión de probarlo. Empezó a hacerlos para los cumpleaños de sus amigos y, al poco tiempo, a venderlos a través de la plataforma online Etsy, especializada en productos hechos a mano. El mismo día que los subió a la web, comenzó a recibir pedidos.

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Aunque no se dedicara a ello profesionalmente, Joanna no es ninguna novata en esto de cocinar. Su madre tiene un catering y ella ha echado una mano allí en numerosas ocasiones, porque le encanta la cocina y especialmente la pastelería. La recomendación de sus bollos con forma de rosquilla–a los que bautizó como Delish Vegan Doughnuts– fue pasando de boca en boca hasta que, en verano, Joanna se dio cuenta de que no podía seguir manteniendo ese ritmo de producción ella sola desde su casa.

Alquiló un obrador en Alcobendas y un local en la zona de Conde Duque, una antigua tienda de muebles que ha reconvertido en un sencillo y acogedor local especializado únicamente en su producto estrella. Allí le ayuda su hermano Josh y, aunque llevan apenas un mes abiertos, ya cuentan con algunos clientes fieles. El día que inauguraron, la cola de gente llegaba hasta el final de la calle y, al cabo de un par de horas, tuvieron que avisar en redes sociales de que ya no les quedaban más rosquillas que vender. “Yo no tenía ni idea de que había esta demanda de donuts veganos, pero desde que empecé hay gente que me ha dicho que llevaba años esperando probar uno así”.

Joanna empieza su jornada cada día a las tres de la madrugada. En el obrador hace la masa, la fríe y elabora artesanalmente cada topping, mantequilla y relleno. Seis horas de intensa faena para llegar a tiempo a la apertura de la tienda, a las diez de la mañana. Entre semana suele elaborar entre 200 y 250 rosquillas; los fines de semana, el doble. Casi siempre vende todos.

¿Qué tienen de especial para tener tanto éxito? "Creo que he conseguido que tengan el sabor de la bollería de toda la vida", aventura Joanna sin desvelar el secreto de su masa. “El otro día, vino un grupo de señores que no tenía ni idea de que este sitio era vegano. Cuando los probaron, uno de ellos dijo: ‘Esto sabe como sabían los donuts cuando yo era niño’. Mucha gente me dice que los industriales parece que están rellenos de aire. En cambio, los nuestros son más consistentes; se nota que es una masa hecha de forma artesanal”.

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Otra de las razones por las que triunfa, es por la originalidad y variedad de sus sabores. Suelen tener ocho diferentes: el de nougat o el Peanut Butter Fudge –con mantequilla de cacahuete– están entre sus fijos y luego tienen sabores que van variando cada semana: de turrón, Coconut Bacon & Maple –un dulce de sirope de arce y bacon vegano–, Cheese cake, de plátano y cacahuete, de fresa con mini merengues de lima o de chocolate blanco con pistachos...

Delish Vegan Doughnuts quiere demostrar que ser vegano no implica que no puedas darte un capricho bien dulce de vez en cuando. Los ingredientes son ecológicos en la medida de lo posible –la harina, el azúcar y los frutos secos lo son– y también elabora algunas variedades con ingredientes de temporada.

Para mojar los bollos, ofrecen un delicioso café de especialidad –solo o con leche de avena– y, ahora en otoño e invierno, también su pumpkin spice latte –un café con leche vegetal especiado–. También tienen tés y zumos. Si quieres asegurarte tu rosca, lo mejor es que vayas entre las 10 y las 12 de la mañana. A partir de las 14.00, muchos días la producción se acaba, por lo que conviene consultar sus redes sociales, donde suelen avisar del sold out de bollos, para que nadie se dé el paseo en balde.

Cómo llegar

  • Delish Vegan Doughnuts está en la calle del Cristo, 3.
  • Precio: 2,50€ unidad. La caja de cuatro donuts sale a 9,50€, y a 14 euros la de seis
  • Horario: De miércoles a viernes de 10.00 a 17.00; sábados de 10:30 a 18.00 y domingos de 10:30 a 16.00.

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