Pintxos con apellido vasco

“In good we trust”. Haciendo un giño a la frase anglosajona “In God we trust”, los hermanos vascos Edorta Lamo y Amaya García de Albizu confiesan su confianza ciega en en la buena fast food, en bocados que animen la cultura de la tapa. Y ellos, como buenos donostiarras, profesan la religión del pincho, aunque en su caso se salen de lo tradicional y le dan una vuelta canalla de tuerca en su tasca del casco viejo de San Sebastián A Fuego Negro.

Nombres de los pintxos dan muestra de su ironía gastronómica: ...

“In good we trust”. Haciendo un giño a la frase anglosajona “In God we trust”, los hermanos vascos Edorta Lamo y Amaya García de Albizu confiesan su confianza ciega en en la buena fast food, en bocados que animen la cultura de la tapa. Y ellos, como buenos donostiarras, profesan la religión del pincho, aunque en su caso se salen de lo tradicional y le dan una vuelta canalla de tuerca en su tasca del casco viejo de San Sebastián A Fuego Negro.

Nombres de los pintxos dan muestra de su ironía gastronómica: Black Rabas, Aceitunas con Vermú!, Zebitxe de Lumagorri, Txangurro Donostiarra Style o Porrupatathai. Su idea cañera de la gastronomía (que desde su estreno en 2006 ha ganado diversos premios) la extienden a la decoración del local de San Sebastián y obviamente la han trasladado a su restaurante temporal en Madrid, donde estarán hasta el 29 de marzo.

Las paredes del espacio The Table by (un pop up de Better en el hotel Urso) que lucían el blanco y la luminosidad mediterránea con el ocupante anterior, Kiko Moya y su L’escaleta, ahora están tapizadas de carteles con referencias rockeras y de pop setentero. Por primera vez, The Table tiene una barra para comer de pie. Y como corresponde a una barra típica, una pizarra canta la oferta de comida y bebida. Los grifos de cerveza, las botellas y los frascos con encurtidos completan la ambientación, en la que no falta la música de fondo.

Además de la barra, hay mesas para comer sentados y convertir la sucesión de pinchos y tapas en un menú, don dos opciones de largura (10 o 13 platos) y precios (35 o 50 euros). Los domingos, A Fuego Negro organiza una sesión vermú (hay que probar The Beltza, e producción propia) amenizada con música de DJs. “El ambiente y la comida serán como en Donosti”, aseguran los hermanos vascos, cuya actividad se extiende más allá de la comida.

A Fuego Negro Films es productora de vídeos, como Fresa y chocolate zombie o Monsterchef, donde mezclan sin pudor “el gore, el humor y la gastronomía”. Editan discos (como Pintxatu, cd-libro con una receta por cada tema musical), organizan shows de cocina callejera o gastroteatro y publican libros, en plan autoedición “para abaratar lo más posible el precio”. En su haber, un cómic-recetario Pintxos y viñetas. Su última obra The Black Cook Book, ha logrado el segundo premio en diseño gastronómico en los Gourmand World Cookbook Awards 2014.