Una bolsa de tierra con 53 hectáreas
La Diputación de Bizkaia impulsa un banco de tierras para paliar los costes de alquiler que lastran a los nuevos ganaderos
Agricultores y ganaderos necesitan, para empezar, suelo. Si no llega por vía familiar, el precio de la compra o el alquiler en el mercado dispara los costes y dificulta la viabilidad del proyecto. La Diputación de Bizkaia impulsó un camino intermedio: un banco de tierras.
El Fondo de suelo agrario ha hecho ya tres entregas. La primera adjudicación alquiló a finales de 2011 a siete jóvenes parcelas en los municipios de Bermeo y Busturia que sumaban 31 hectáreas, cedidas por los respectivos municipios con ese fin. En junio del pasado año el banco de tierras entregó a cuatro baserritarras ...
Agricultores y ganaderos necesitan, para empezar, suelo. Si no llega por vía familiar, el precio de la compra o el alquiler en el mercado dispara los costes y dificulta la viabilidad del proyecto. La Diputación de Bizkaia impulsó un camino intermedio: un banco de tierras.
El Fondo de suelo agrario ha hecho ya tres entregas. La primera adjudicación alquiló a finales de 2011 a siete jóvenes parcelas en los municipios de Bermeo y Busturia que sumaban 31 hectáreas, cedidas por los respectivos municipios con ese fin. En junio del pasado año el banco de tierras entregó a cuatro baserritarras otras seis hectáreas, repartidas en parcelas ubicadas en terrenos de Busturia y Galdames. Por vez primera, parte del terreno fue cedido por un particular.
La última entrega puso a disposición de nuevos productores del sector primario tres parcelas, con un total de 16 hectáreas. En esta adjudicación, las tierras estaban destinadas a explotaciones de vacuno de leche y carne.
Los jóvenes arrendatarios pagan una renta que va de los 340 a los 1.250 euros, establecida por una comisión técnica en la que participan los sindicatos de agricultores y Eudel, y que también da su visto bueno a la selección de los beneficiarios.
La diputada de Agricultura, Irene Pardo, pide a los propietarios de tierras inactivas que se animen a cederlas al Fondo de suelo agrario. “Ayudan a generar empleo juvenil, actividad económica, gestión del territorio y cuentan con la garantía de la Diputación de Bizkaia como intermediaria”, destaca.