Los reflejos de Bildu

EH Bildu sabe lo que quiere. En pleno debate social sobre el desbordante gasto público le ha valido encontrar el intento de Mesa de la Cámara de repartir 100 tabletas electrónicas entre los nuevos parlamentarios para ondear rápidamente y con acierto la bandera de la austeridad. Lo ha hecho con tanta convicción, además, que ya no se van a comprar. El éxito del ahorro, sin duda, es suyo hasta el punto de arrancar el apoyo de otros grupos y así evitar el despilfarro de 115.000 euros.

Con gestos así, que disponen de una favorable acogida popular, la coalición abertzale muestra con ...

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EH Bildu sabe lo que quiere. En pleno debate social sobre el desbordante gasto público le ha valido encontrar el intento de Mesa de la Cámara de repartir 100 tabletas electrónicas entre los nuevos parlamentarios para ondear rápidamente y con acierto la bandera de la austeridad. Lo ha hecho con tanta convicción, además, que ya no se van a comprar. El éxito del ahorro, sin duda, es suyo hasta el punto de arrancar el apoyo de otros grupos y así evitar el despilfarro de 115.000 euros.

Con gestos así, que disponen de una favorable acogida popular, la coalición abertzale muestra con rapidez el camino a seguir y se arropa de un estilo que quiere hacer propio. Pero no siempre el tránsito parlamentario le será tan proclive. En el recorrido de la legislatura habrá ocasión de poner a prueba sus reflejos en asuntos que le resultarán mucho más incómodos. De entrada, ETA. El PP quiere que en el primer pleno ordinario de la legislatura se debata la exigencia a la banda terrorista de su disolución, que se llegue a una condena de todos los atentados que ha cometido y a la defensa de la memoria, dignidad y justicia para las víctimas. La clave radicará en conocer cómo evita EH Bildu el retrato de la soledad.

Se trata,sin duda, de toda una batería de digestión incómoda para EH Bildu más allá de su habitual respuesta de que ya ha roto amarras con ETA y de que ahora solo juega a la política. Incluso, a los ojos del resto de los grupos, tampoco le valdrá refugiarse en su conocido discurso de que víctimas desgraciadamente hay en los dos lados. El estreno trae carga de profundidad política.

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