El vaso medio lleno

Artur Mas sacó pecho con la capacidad exterior de la economía catalana en su discurso Las exportaciones son el motor de la comunidad, pero su crecimiento se desacelera La inversión extranjera fue de 3.022 millones, el 24,7% menos que en 2010

El vaso siempre puede estar medio lleno o medio vacío. Depende de quien lo mire y cómo. En un debate de política general, lo lógico es que el Gobierno vea el agua por encima de la mitad y la oposición no aprecie apenas agua en el recipiente. Ayer el presidente de la Generalitat, Artur Mas, acudió al Parlament con un arsenal de datos para esbozar una radiografía de la economía catalana. Y aunque no pudo ocultar su preocupación por la sangría del paro, la primera parte de su intervención tuvo un marcado tono op...

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El vaso siempre puede estar medio lleno o medio vacío. Depende de quien lo mire y cómo. En un debate de política general, lo lógico es que el Gobierno vea el agua por encima de la mitad y la oposición no aprecie apenas agua en el recipiente. Ayer el presidente de la Generalitat, Artur Mas, acudió al Parlament con un arsenal de datos para esbozar una radiografía de la economía catalana. Y aunque no pudo ocultar su preocupación por la sangría del paro, la primera parte de su intervención tuvo un marcado tono optimista.

Mas empezó refiriéndose a las exportaciones, que se han erigido en la válvula de escape de las economías del sur de Europa, sometidas a duros planes de austeridad. El presidente de la Generalitat destacó que estas han crecido a un ritmo del 10% anual y situó a Cataluña dentro del mapa del comercio mundial como una región que crea “cuatro veces más riqueza y exporta cinco veces más de lo que le corresponde por población”. Y como viene haciendo en las últimas semanas, de nuevo destacó que en 2011 las ventas al extranjero (53% de la facturación) superaron a las que se efectúan al resto de España (47%). “Somos la primera economía exportadora del Estado de muy largo”, aseveró.

Cataluña es la comunidad con mayor tradición industrial de España, a pesar de que el peso de la industria en una década ha pasado del 25,2% al 17% de la economía, según el Instituto Catalán de Estadística (Idescat). Y en los últimos cinco años, la crisis se ha llevado por delante 7.530 empresas y 250.000 puestos de trabajo. El único indicador que, en efecto, mejora es el de las exportaciones, aunque el crecimiento se está ralentizando. Si en 2010 el ritmo de ese incremento era del 17,9%; en 2011 fue del 14,3% y un 7,4% en el primer semestre de 2012, según los datos del Ministerio de Economía y Competitividad.

La comunidad exporta el 25,9% de toda la producción española (en 2001 era el 28%). Sin embargo, el crecimiento de las ventas al exterior se situó en 2011 por debajo de la media del conjunto del Estado, del 15,4%, y de comunidades como Andalucía (23,7%), Canarias (22,3%), Castilla-La Mancha (22%), País Vasco (20,1%), Castilla y León (17,7%), La Rioja (17,6%) o Madrid (17,2%). De hecho, la mayoría de las comunidades experimentaron un crecimiento de dos dígitos. En el primer semestre del año, no obstante, el crecimiento de las exportaciones ya se situaron por encima de la media española (7,4%, frente al 3,4% del conjunto del Estado).

La comunidad solo captó el 13,4% del capital foráneo que llegó a España

Mas tenía razón, en cambio, cuando aseguró que Cataluña se situaría dentro de los 50 países más exportadores del mundo. En concreto, la cuota del 0,4% del comercio mundial situaría a la comunidad entre la 42ª y la 50ª posición, con una cuota de mercado similar a la de Argentina, Kuwait, Venezuela, la República Eslovaca, Israel, Kazajstán,  Argelia o Angola, mientras que España, sin Cataluña, pasaría de la 18º a la 25ª posición de la clasificación mundial, según la Organización Mundial del Comercio.

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También es cierto que Cataluña exporta ya más al extranjero que al resto de España, pero ahí los responsables del área de Industria de la Generalitat han sido siempre más cautos. Fuentes del sector explican que, de hecho, 2011 fue el segundo año en el que se dio esta tendencia. Y este año el peso exterior también está siendo mayor. Pero ello, añaden, se debe sobre todo a la drástica caída del consumo en España. Eso hace pensar que, cuando la economía española se recupere, el resto del Estado volverá a ganar peso. La producción industrial, sin embargo, se sigue vendiendo mayoritariamente en el mercado español. De hecho, el 34% del volumen de negocio de la industria corresponde a ventas en Cataluña; el 39,7%, a pedidos del resto de España, y el 26,3%, a ventas en el extranjero, de acuerdo con el Idescat.

Otro de los mantras que viene predicando el Ejecutivo catalán, y que repitió Mas en su discurso, es la capacidad de Cataluña para atraer inversiones. Para ello, se viene usando un informe elaborado por Ernst & Young, que sitúa a Barcelona –“y por extensión, Cataluña”, dijo Mas— como la tercera región más atractiva para la inversión extranjera, “después de Londres y París y por delante de Madrid”. El informe señala que el año pasado llegaron a Barcelona 100 proyectos de inversión directa extranjera, lo cual sitúa a la capital catalana en el tercer lugar de la clasificación europea, gracias sobre todo a la calidad de vida de la ciudad y el transporte urbano.

El turismo sigue creciendo y las llegadas de viajeros extranjeros crecieron el 12,1% hasta agosto

Lo que no explicó Mas fue la cuantía los flujos de inversión directa del extranjero, que el año pasado descendieron. Es decir, no cuantificó esos proyectos. Y la cantidad de capital captada por Cataluña ha descendido. La comunidad logró 3.022 millones de euros en inversiones, el 24,7% menos que el año anterior. Este dato excluye el dinero que llegó a través de entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE), puesto que se considera que esta fórmula no atrae inversión productiva, sino que más bien se trata de una fórmula de ingeniería o planificación fiscal para favorecer el pago de impuestos de algunas sociedades en España.

Esos 3.022 millones suponen que Cataluña captó el 13,4% de toda la inversión, muy lejos de los 12.520 millones de euros que llovieron en Madrid, que concentró el 55,7% del capital. La cuota de Cataluña cayó en 20 puntos de golpe en un año: del 33,1% al 13,4%. En cambio, las inversiones de empresas catalanas en el exterior subieron el 21,8%, hasta 2.422 millones de euros, por detrás de Madrid, País Vasco y Cantabria. El Informe anual de la Industria Catalana 2011, elaborado por la Generalitat, admite que la proporción que supone esa cantidad en relación al dinero que salió del conjunto del Estado, del 9,6%, es “inferior al que correspondería a Cataluña por su peso en términos de producción”.

Sí acertó Mas en situar a Cataluña como líder en el mercado turístico español. El año pasado llegaron 15 millones de turistas foráneos a la comunidad, y hasta agosto ese volumen de viajeros extranjeros se incrementó el 12,1%, hasta los 10,3 millones. Con ese porcentaje, la comunidad pudo compensar la caída de los viajeros del resto de España, que este año también pinchan a causa de la recesión. Barcelona ha sido el motor de ese aumento. Y la capital catalana, además, ha sido capaz de ganar a otras capitales europeas ferias y eventos de calado como la capitalidad mundial del móvil para los próximos años.

El presidente de la Generalitat también afrontó otro dato adverso: el paro ha seguido desbocado bajo su mandato y ha pasado de 681.800 a 821.600 parados, según la Encuesta de Población Activa (EPA) –Mas prefirió usar los del paro registrado en las oficinas de empleo, mucho más bajos—. Ahí, el presidente de la Generalitat no quiso consolarse: la tasa de paro en Cataluña es sensiblemente inferior a la del conjunto de España y el crecimiento del desempleo se ha ido ralentizando, pero no es suficiente, dijo. “La realidad es que tenemos un paro muy elevado, en términos europeos y de países desarrollados, sentenció. Ahí Mas ya vio el vaso demasiado vacío.

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