Aguirre elimina la reducción del 3,3% del sueldo de sus funcionarios

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha despedido por vacaciones con una buena noticia, o casi. El último Consejo de Gobierno que se celebrará hasta finales de agosto ha dejado sin efecto la reducción del 3,3% de media del salario de los 180.000 empleados públicos madrileños que anunció en junio y que aprobó y empezó a aplicar en julio. Las reducciones que los trabajadores públicos han sufrido ya en las nóminas del mes pasado —...

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha despedido por vacaciones con una buena noticia, o casi. El último Consejo de Gobierno que se celebrará hasta finales de agosto ha dejado sin efecto la reducción del 3,3% de media del salario de los 180.000 empleados públicos madrileños que anunció en junio y que aprobó y empezó a aplicar en julio. Las reducciones que los trabajadores públicos han sufrido ya en las nóminas del mes pasado —entre 14 y 141euros por empleado, según datos oficiales— les serán devueltas antes de que acabe 2012.

Madrid elimina esta rebaja pero no eso no significa que los ingresos de los empleados públicos de la región, que desde el pasado diciembre trabajan dos horas y media más, se queden como estaban. Los funcionarios de la región, igual que los del resto de España, se quedarán sin paga extraordinaria de Navidad, una de las medidas incluidas en la escalada de recortes más amplia de la democracia anunciada por el presidente Mariano Rajoy a mediados de julio. Esa rebaja, según las estimaciones de la Comunidad, supone un 7% menos de sueldo, casi el doble de lo que había previsto recortar el Gobierno regional.

El acuerdo del Consejo de Gobierno de este jueves no incluye a los altos cargos, que seguirán percibiendo un 10% menos en sus nóminas y que no reciben paga extra de Navidad. Tampoco a los 10.000 empleados temporales de la Administración, en la mayoría de los casos mileuristas, que verán reducida su nómina y su jornada un 10% y tampoco cobrarán la parte que le corresponda dela paga extraordinaria.

La presidenta ha recordado que tanto ella como el vicepresidente, Ignacio González, son funcionarios y que estos “no son culpables de la crisis, por supuesto que no”. “No hemos tenido más remedio que reducirlos presupuestos de gastos”, se ha justificado.