Carrie Mae Weems: “Trump es el reflejo de la desesperación de la derecha por mantener el poder”
La artista, una de las más cotizadas de EE UU, protagoniza una exposición triple en Barcelona con fotografías y vídeos que reivindican conceptos como la democracia, la liberación y la dignidad
La iluminación de la exposición es tenue y el empapelado, negro con un estampado de espigas, añade un punto de gravedad al ambiente. El recorrido arranca con varias imágenes inquietantes de figuras vestidas de esmoquin y cubiertas con máscaras; atraviesa una serie de retratos antiguos de africanos y enseguida desemboca en un despacho presidido por un escritorio. Las paredes están forradas de vitrinas con esculturas e instantáneas que abarcan distintos momentos de la historia del movimiento de resistencia de los negros en los años sesenta en EE UU, protagonizadas por figuras anónimas y rostros ...
La iluminación de la exposición es tenue y el empapelado, negro con un estampado de espigas, añade un punto de gravedad al ambiente. El recorrido arranca con varias imágenes inquietantes de figuras vestidas de esmoquin y cubiertas con máscaras; atraviesa una serie de retratos antiguos de africanos y enseguida desemboca en un despacho presidido por un escritorio. Las paredes están forradas de vitrinas con esculturas e instantáneas que abarcan distintos momentos de la historia del movimiento de resistencia de los negros en los años sesenta en EE UU, protagonizadas por figuras anónimas y rostros conocidos como los de Angela Davis y Eldridge Cleaver. Sentada en esa mesa —vacía salvo por un plato decorativo con la inscripción “En conmemoración de cada hombre negro que vive para ver los 21 años”— aguarda mientras consulta su móvil Carrie Mae Weems (Oregón, 1953), una de las artistas estadounidenses más cotizadas en su país, aunque aquí no sea demasiado conocida. Después de cuatro décadas de arte a favor de los derechos y la dignidad de las mujeres y los negros, el mundo se está poniendo al día con sus reivindicaciones. Llegó el Me Too, llegó el Black Lives Matter y se manifestó un despertar colectivo que le dio la razón tras un largo tiempo de casi nada. Ahora, los museos se la rifan. En Barcelona, ha tomado la ciudad al asalto con Un gran giro de lo posible, una exposición triple de fotografías en el centro KBr de la Fundación Mapfre (donde tiene lugar la entrevista) y Foto Colectania, y una videoinstalación en la Capella del MACBA, cuya directora, Elvira Dyangani Ose, ha ejercido de comisaria.
A Weems la precede la fama de un huracán. Se habla de ella como una de esas raras personalidades auténticas, poseedoras de una fuerza magnética, y en el tú a tú resulta fácil comprender de dónde proceden esas credenciales. Pasado el torbellino, las distancias cortas también revelan un aire cálido, una sabiduría reconfortante que habla de odio y violencia como motores sociales pero que guarda para el final un antídoto condensado en la píldora de la esperanza. Conocida especialmente por sus fotografías, aunque también trabaja con medios como el vídeo y la performance, la artista ha confeccionado a través de su obra un esquema del mundo donde la aparente simplicidad encierra una complejidad vertiginosa. “Mi mayor proyecto es reflexionar sobre quién soy no solo como mujer o como persona negra, sino como ser humano. ¿Qué es la condición humana? ¿Y cómo apela mi trabajo a los seres humanos, independientemente de dónde se encuentren?”, plantea de carrerilla. “Solo hay un puñado de cosas que nos importan a todos: no estar solos, sentirnos seguros, nuestros hijos y familias. Y, sobre todo, encontrar amor”.
“Trump es el reflejo de la desesperación de la derecha por mantener el poder y la idea de lo blanco, que se derrumba”
El engranaje donde lo simple abarca lo complejo, lo íntimo lo público y lo personal lo colectivo sustenta el peso de todo lo que la fotógrafa expresa con su trabajo, una exploración de los anhelos de “liberación, resistencia, belleza y democracia”. Sus composiciones podrían definirse como minimalistas: uno o varios personajes; un objeto; una arquitectura. Los significados, en cambio, se ramifican y se desbordan. Como el pulso de una medusa, luego vuelven a converger en las mismas obsesiones: la aspiración a la igualdad y el afán de crear arte como herramienta para cambiar las cosas. Que si van mal, apunta Weems, se debe a una razón inequívoca: “El miedo”. “Miedo al otro, a perder nuestra alma, a renunciar al poder. O a ser controlados. Cuando sentimos miedo, recurrimos a la dominación”, desarrolla. Sus imágenes son directas y el trasfondo, impactante. La mezcla funciona.
Foto Colectania exhibe la que quizá sea su serie más celebrada, The Kitchen Table. Se trata de una colección de imágenes en blanco y negro protagonizadas siempre por la artista, a veces sola, otras acompañada, tomadas invariablemente desde el mismo punto de vista, el extremo de una mesa de cocina. El espacio doméstico se erige aquí en campo de batalla: Weems toma la cocina como reducto del empoderamiento de la mujer y también como el territorio secreto donde se gestó la revolución de los negros. Con las actitudes que despliegan los personajes alude al machismo, las diferencias generacionales y la transmisión de los roles de género. Aunque se refiere a las mujeres negras y a EE UU, el mensaje trasciende. “La condición femenina es universal. En última instancia, nos enfrentamos a la misma cuestión del tratamiento desigual a las mujeres en todo el mundo”, abunda. Esta serie contiene además dos cualidades que comparten muchos de sus proyectos: su imponente presencia física —que ella aparezca en sus fotos se puede interpretar como que es su propia musa y a la vez representa a una comunidad— y el uso de textos no como acompañamiento o descripción, sino como potenciadores de las imágenes, que pasan de ser escenas sueltas a historias elaboradas.
Weems estudió Danza y Bellas Artes. A los 20 años recibió un regalo de su novio: una cámara, que se convirtió en su tercer ojo. Sus familiares fueron los sujetos de sus primeras fotografías, más enfocadas en lo documental. Luego vinieron series como The Kitchen Table, que añaden una capa performática evidente en sus vídeos, como el que se proyecta en la Capella del MACBA: Lincoln, Lonnie & Me, donde reflexiona sobre la escritura de la historia a través de las figuras de Abraham Lincoln y el activista Lonnie Graham. La política empapa su trayectoria, pero Weems mantiene que ella no la hace. Sí opina. “Creo que Trump y sus acólitos no son una aberración: son la conclusión inevitable del alzamiento de la extrema derecha”, aventura. “Y pienso que aún puede llegar alguien más a la derecha”. De su clarividencia para avanzar algunos de los grandes temas que hoy dominan el debate global —el género, la raza, la clase, la identidad—, recalca que tiene otra profecía guardada en la manga. “Desde hace cuarenta años, en EE UU se está produciendo un desplazamiento demográfico: la sociedad está pasando de ser mayoritariamente blanca a no blanca”, señala. “La gente se está dando cuenta. Y esto explica en gran parte el éxito de Trump en EE UU o de Le Pen en Francia: ellos son el reflejo de la desesperación de la derecha por mantener el poder y la idea de lo blanco, que se derrumba”.
‘Un gran giro de lo posible’. Carrie Mae Weems. Centro KBr, Foto Colectania y Capella del MACBA. Barcelona. Hasta el 15 de enero de 2023.
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.