Condenado el funcionario de Kirchner responsable de adulterar los datos de inflación

En 2007, el kirchnerismo comenzó a inventar las estadísticas oficiales de Argentina. Esa manipulación evidente de los datos, que durante años dibujaron una inflación muy inferior a la real, terminó en tribunales nacionales e internacionales. Este miércoles, la Justicia argentina condenó a tres años de cárcel y seis años de inhabilitación para cargos públicos al responsable de adulterar la metodología del sistema estadístico, Guillermo Moreno. Recibió la misma condena la entonces directora del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Beatriz Paglieri.

Moreno, quien ocupó el cargo de secretario de Comercio durante el Gobierno de Cristina Kirchner, fue declarado culpable del delito de abuso de autoridad y destrucción de información pública a raíz de la intervención política del Indec. Desplazó a la entonces directora del organismo público, Graciela Bevacqua, para reemplazarla por Paglieri tras las resistencias de la primera a los cambios que quería implementar Moreno y que derivaron en el descrédito internacional de las estadísticas argentinas.

La distorsión de los datos impidió durante ocho años años el acceso a información fiable sobre la evolución de los precios y la pobreza, entre otros indicadores afectados. Las consultoras privadas comenzaron a publicar estudios que llegaban a duplicar las estadísticas oficiales de inflación.

La manipulación se extendió más adelante a la metodología para medir el Producto Interior Bruto de Argentina. El objetivo era reducir el pago de los intereses de los bonos de deuda atados al crecimiento económico, pero algunos acreedores demandaron al Estado argentino, que se enfrenta al pago de una multa millonaria. En junio, el Tribunal de Apelación de Londres confirmó una sentencia que obliga a pagar 1300 millones de euros (1443 millones de dólares) en concepto de indemnización por las pérdidas sufridas.

Amenazas y presiones

Este veterano dirigente peronista, de 68 años, acumula además otras dos condenas en contra por hechos cometidos durante su polémica gestión como Secretario de Comercio. Una de dos años y seis meses de prisión por haber usado fondos públicos para pagar artículos de fiesta con eslóganes contra el grupo multimedia Clarín y otra de dos años de prisión por las amenazas proferidas en una asamblea de la empresa Papel Prensa en 2010. Moreno se presentó en esa asamblea con guantes de boxeo, ordenó apagar las luces y bloquear la puerta para que nadie pudiera entrar ni salir.

Moreno fue también el hombre que promovió la congelación temporal de precios en los supermercados como un método singular de combatir la subida de precios. Lo hizo a su manera: reuniendo a los principales ejecutivos de las firmas y diciéndoles que no tenían otra alternativa que aceptar su propuesta.

La manipulación estadística del Indec provocó que el Fondo Monetario Internacional emitiese en 2013 su primera declaración de censura contra un país en sus casi siete décadas de historia. El organismo internacional emplazó al Gobierno de Kirchner a corregir el sistema metodológico, pero fue en vano. El cambio sólo llegó en 2016, ya con el conservador Mauricio Macri como presidente del país.

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