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Muere en Buenos Aires Celia Guevara, hermana del Che

La arquitecta e investigadora, primera de los cuatro hermanos del revolucionario, tenía 93 años

José Pablo Criales
Ernesto y Celia Guevara durante su infancia.
Ernesto y Celia Guevara durante su infancia.Cortesía

Celia Guevara de la Serna, arquitecta e investigadora de la Universidad de Buenos Aires (UBA), murió este martes a los 93 años. Era la primera de los cuatro hermanos menores de Ernesto Guevara, el revolucionario argentino que comandó la revolución cubana junto a Fidel Castro. Celia Guevara nació en 1929, un año y medio después del Che, con quien vivió muy unida durante la infancia y la adolescencia. La noticia de su fallecimiento la ha confirmado el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas de la Facultad de Arquitectura de la UBA, donde aún ejercía como investigadora. La causa de su muerte no ha sido difundida.

Además de su trabajo como investigadora, que en los últimos años se concentró en el desarrollo urbano de la zona norte de Buenos Aires, Guevara estuvo comprometida con diversas causas sociales. Se mudó a Cuba en 1976, entre el terror de la Alianza Anticomunista Argentina -la Triple A, fundada por la extrema derecha peronista-, y la Junta Militar. Desde entonces pasó temporadas en España, donde denunció las desapariciones de la dictadura argentina. “No soy una profesional de la política. Soy una mujer de izquierdas, partidaria de los derechos humanos, que piensa que Latinoamérica debe desprenderse del dominio norteamericano y que Cuba es un faro para todos nuestros pueblos”, le dijo a este periódico en una entrevista de 1983, durante una de sus estancias en Madrid. “Yo me siento muy orgullosa de ser la hermana del más grande líder revolucionario de Latinoamérica; pero la vida es muy galopante, y una no puede, ni quiere, limitarse a cultivar la memoria de un mito”, dijo sobre su hermano mayor, que para entonces llevaba 15 años muerto.

Celia Guevara llevaba una vida reservada. Nació en diciembre de 1929 en Buenos Aires, casi un año y medio después del Che. Su infancia estuvo marcada por las mudanzas. Sus padres, Ernesto Guevara Lynch y Celia de la Serna se casaron a finales de 1927, cuando ya esperaban a su primer hijo. Herederos de familias de abolengo, unieron dinero y compraron 200 hectáreas de selva en la provincia de Misiones, en un pueblo a orillas del río Paraná y la frontera argentina con Paraguay, donde mantenían un cultivo de yerba mate. A su estancia cerca al puerto de Caraguatay solo se podía llegar por barco.

La familia Guevara en Mar del Plata en 1945. En la foto, Celia Guevara de la Serna, Celia de la Serna, Roberto y Ana María Guevara de la Serna, Ernesto Guevara, su padre Ernesto Guevara Lynch. En brazos, Juan Martín Guevara de la Serna.
La familia Guevara en Mar del Plata en 1945. En la foto, Celia Guevara de la Serna, Celia de la Serna, Roberto y Ana María Guevara de la Serna, Ernesto Guevara, su padre Ernesto Guevara Lynch. En brazos, Juan Martín Guevara de la Serna.

El Che nació a mediados de 1928 en la ciudad de Rosario, a medio camino de río entre la selva misionera y Buenos Aires, por una emergencia: según uno de sus mayores biógrafos, el periodista estadounidense Jon Lee Anderson, la familia Guevara había decidido huir de la capital para ocultar el embarazo, y su primogénito fue anotado como nacido el 14 de junio de 1928, siete meses después del matrimonio de sus padres. Según reconstruye Lee Anderson, Ernestito, como le llamaban sus padres, habría nacido incluso un mes antes.

Los Guevara alternaron residencia entre la estancia en Misiones, Buenos Aires y la sierra de Córdoba (centro), donde se establecieron durante unos años buscando una solución al asma que acompañaría al mayor de sus hijos durante toda su vida. Entre mudanzas y su residencia definitiva en Buenos Aires, nacieron sus otros cuatro hijos: Celia, en 1929, Roberto, en 1932, Ana María en 1934 y Juan Martín en 1943. Solo el último sigue con vida.

La vida de Celia se puede reconstruir entre las 30 páginas de su currículum académico. Se licenció como arquitecta a los 24 años en la Universidad de Buenos Aires. Mientras se graduaba, en 1956, su hermano estaba a punto de desembarcar en la costa suroriental de Cuba con un grupo de guerrilleros organizados en México. Según los datos de su resumen profesional, mientras el Che lideraba el avance guerrillero contra Fulgencio Batista, Celia trabajaba como profesora de dibujo en una escuela primaria, tasadora inmobiliaria para un banco y como arquitecta independiente, dedicada a proyectos diversos, desde decoración hasta jardinería.

Ernesto y Celia Guevara caminan junto a su padre, Ernesto Guevara Lynch.
Ernesto y Celia Guevara caminan junto a su padre, Ernesto Guevara Lynch.

El resto de su vida lo dedicó a la academia y a la investigación. En Cuba lideró proyectos para construir escuelas en la Sierra Maestra, la selva que vio el desembarco guerrillero, y otros para desarrollar zonas recreativas y viviendas en La Habana. También dirigió proyectos de investigación en España y Suiza, donde terminó una maestría especializada en países en desarrollo en 1983. Se doctoró en Ciencias Sociales y Arquitectura en Buenos Aires en 2004. Había vuelto a vivir en Argentina a finales de los ochenta, con el regreso de la democracia. Desde 1989 se dedicaba a formar equipos de investigación en la Facultad de Arquitectura de la UBA. Diplomada en Filosofía aplicada a la Metodología Científica en La Habana, fue titular del Seminario Métodos de Investigación en Historia Urbana y profesora sociada de una cátedra sobre teoría marxista en la Carrera de Sociología de la UBA hasta abril de 2012.

El menor de sus hermanos, Juan Martín, contó en una entrevista de 2018 al periódico uruguayo la diaria, que ambos recibieron la noticia de la muerte del Che en Buenos Aires. El 9 de octubre de 1967, el menor de los Guevara salía para su trabajo de camionero y vendedor cuando vio la foto de su hermano mayor en la portada del diario Clarín. “Fue un golpe terrible. Decidimos reunirnos en la casa de mi hermana Celia y queríamos creer que no era verdad. Tantas veces nos habían dicho que había muerto y en realidad no, que pensamos que esa foto estaba armada”, contó.

Según recogen muchos diarios argentinos este miércoles, la mayor de los Guevara se había rehusado durante años a ver las fotos de su hermano muerto en Bolivia que dieron la vuelta al mundo. No había hecho declaraciones públicas en los últimos años, pero en esa entrevista que le dio a EL PAÍS en 1983, afirmó que se le exigía demasiado por ser hermana de un mito. “Una vez un periodista me preguntó si yo era igual que el Che y le respondí que si conocía al hermano de Van Gogh. No era pintor, tan solo era coleccionista de cuadros”, dijo entonces.

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Sobre la firma

José Pablo Criales
Es corresponsal de EL PAÍS en Buenos Aires. Trabaja en el diario desde 2019, fue redactor en México y parte del equipo de la mesa digital de América. Es licenciado en Comunicación por la Universidad Austral y máster de Periodismo UAM / EL PAÍS.

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