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Venezuela califica de “patraña” la designación de Maduro como terrorista por parte de Estados Unidos

El Gobierno chavista critica las medidas de Washington contra la “inexistente organización Cartel de los Soles”

La Cancillería venezolana ha rechazado este lunes la declaración del llamado Cartel de los Soles como organización terrorista por parte de Estados Unidos, decisión que entró en vigor esta misma madrugada. En un comunicado, ha calificado de “ridícula” la “nueva patraña” del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, de calificar como terrorista a la “inexistente organización Cartel de los Soles”. Advierte, además, de que se trata de una maniobra para justificar una intervención militar “bajo el clásico formato estadounidense de cambio de régimen”.

El chavismo defiende que la estrategia de presión de Washington, que ya suma tres meses de movilización de miles de soldados y decenas de recursos navales y aéreos en aguas próximas a Venezuela, no tendrá resultados. “Esta nueva maniobra seguirá la suerte de las anteriores y recurrentes agresiones contra nuestro país: fracasar”, dice el comunicado, en el que reiteran que con la “perfecta unión popular, policial y militar” resguardarán la paz en el país. En un acto en Caracas, la vicepresidenta Delcy Rodríguez ha hecho la misma advertencia: “Todas las amenazas han fracasado”.

En una alocución posterior, Diosdado Cabello, ministro del Interior y Justicia y secretario general del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), de facto número dos del chavismo, ha anunciado una “gran movilización nacional” con dos temas centrales: la bandera y la espada de Bolívar. “Quien quiera entender que entienda, pero Bolívar, antiimperialista, está cada día más vivo”.

La tensión entre ambos países sigue en aumento. Desde hace meses, Washington mantiene una cruzada contra los carteles de droga en la que ha incluido como objetivo al líder del chavismo, Nicolás Maduro. Estados Unidos ha señalado que el presidente venezolano lidera el Cartel de los Soles, como se ha llamado desde hace décadas a las redes de corrupción militar venezolanas que presuntamente favorecen al tráfico de drogas y otras actividades ilícitas. También lo acusan de estar vinculado a la banda Tren de Aragua, una organización criminal de origen venezolano que ha extendido sus tentáculos por casi todos los países de Latinoamérica y que tiene presencia en las principales ciudades de Estados Unidos.

En julio pasado, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ya había sancionado al Cartel de los Soles incluyéndola en la lista de organizaciones terroristas, lo que implica el congelamiento de activos. Lo que hace ahora el Departamento de Estado es dar un paso más, ampliando las herramientas penales y migratorias para perseguir a personas y redes que apoyen a la organización, lo que complicará aún más la relación de personas y empresas estadounidenses con Venezuela.

El nombre del llamado Cartel de los Soles ―cuya existencia ponen en duda varios expertos y también mandatarios latinoamericanos como el colombiano Gustavo Petro― alude a las insignias en forma de sol que portan los generales venezolanos. Su señalamiento por parte de Estados Unidos ―que desde ahora puede acarrear consecuencias penales― se interpreta como una advertencia indirecta a los militares que sostienen al régimen. Según analistas conocedores de la situación en Venezuela, la insistencia en criminalizar a este supuesto grupo criminal busca erosionar la lealtad castrense hacia Maduro. Por ahora, sin embargo, no hay indicios de que ese objetivo se esté cumpliendo; más bien ocurre lo contrario. No se trata de que exista un respaldo incondicional al régimen, advierten estas fuentes, sino que entre la cúpula militar ha calado el temor de que una eventual caída de Maduro active un efecto dominó que termine arrastrándolos a ellos también. Proteger a Maduro, significaría protegerse a ellos mismos.

La de este lunes es una medida más de presión, en una secuencia que ya dura meses. Cada semana, Trump aprieta las tuercas al chavismo, ya sea con declaraciones ambiguas que abren la puerta a un posible ataque en territorio venezolano, el envío del mayor portaviones de la flota estadounidense o con decisiones como la que entra en vigor este lunes. Más allá de la persecución al narcotráfico, diversas fuentes en Washington han reconocido estos meses a distintos medios que el objetivo final es derrocar al líder venezolano, pero Maduro ha decidido resistir.

El presidente venezolano niega tajantemente las acusaciones de Trump y entre llamamientos a la paz, ha advertido de que desplegará toda la fuerza del Estado, así como a miles de ciudadanos armados, para defender cada centímetro del país. “Resulta necio que el Gobierno venezolano pierda parte de su valioso tiempo de gobernar para tener que responder estas infamias y calumnias. Afortunadamente, el pueblo venezolano está más unido y cohesionado que nunca”, dice el comunicado de la Cancillería. El texto insta a rectificar la “errática política de agresiones y amenazas” rechazadas “contundentemente” por el propio pueblo norteamericano, en una referencia a las resistencias internas que enfrenta Trump con su estrategia militar en Venezuela.

La designación vino precedida de un aviso de alerta de la Fuerza Aérea de Estados Unidos por aumento de la actividad militar en el espacio aéreo de Venezuela que, desde el sábado, ha llevado a al menos siete aerolíneas internacionales a cancelar sus vuelos desde y hacia el país sudamericano. Este lunes, las páginas que hacen monitoreo de vuelos muestran el territorio venezolano casi totalmente despejado de aviones.

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