La tarea a contrarreloj de medir el mercurio en los delfines rosas del Amazonas
La Fundación Omacha ha encontrado entre 16 y 18 miligramos por kilogramo de mercurio en delfines en la Amazonia

Investigadores del equipo de la Fundación Omacha en el Amazonas, realizan la delicada tarea de examinar la contaminación por mercurio en los delfines rosas. Para lograrlo deben atrapar al animal con una red, subirlo a pequeñas embarcaciones y realizar múltiples pruebas médicas a contrarreloj, ya que solo cuentan con 15 minutos para completar el examen.
Un miembro del equipo cuenta las respiraciones fuera del agua de cada delfín, mientras que otros lo mojan con esponjas. Las mediciones tomadas ayudan a rastrear la amenaza del mercurio que se extiende por la cadena alimentaria de la Amazonía.
La contaminación por mercurio proviene de dos fuentes principales. La minería ilegal de oro río arriba y la tala de bosques que arrastra el mercurio presente de forma natural en el suelo a las vías fluviales. El mercurio puede dañar el cerebro, los riñones, los pulmones y el sistema inmunitario, además de causar cambios de humor, pérdida de memoria y debilidad muscular en adultos.
En años anteriores, el equipo encontró entre 16 y 18 miligramos por kilogramo de mercurio en delfines, que pueden sufrir el mismo daño neurológico, daño orgánico y otros problemas, incluso la muerte, que los humanos.
En el río Orinoco de Colombia, los niveles en algunos delfines han alcanzado hasta 42 mg/l, niveles que, según los científicos, se encuentran entre los más extremos jamás registrados en la especie.