Trump insiste en “recuperar” el canal de Panamá en su investidura

El presidente pañameno, José Raúl Mulino, rechaza las palabras del republicano: “El canal es y seguirá siendo de Panamá”

Donald Trump, durante el acto de investidura presidencial de este lunes.BILL CLARK / POOL (EFE)

La ambición expansionista de Donald Trump amenaza directamente la soberanía de Panamá, que asiste con perplejidad a la reiterativa promesa del recién posesionado presidente de retomar para Estados Unidos el canal interoceánico que atraviesa el istmo en su naciente administración. “China está operando el canal de Panamá, pero no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a recuperar”, insistió una vez más este lunes, en su discurso de investidura. Como presidente electo ya había acusado a Panamá de cobrar tarifas “exorbitantes” a los buques de Estados Unidos y amenazado con tomar el control de la infraestructura, sin descartar el uso de medidas económicas o militares.

El magnate republicano se refirió por enésima ocasión este lunes a la historia del canal. O al menos, a su propia versión. Aseguró que se gastó más dinero que nunca antes en un proyecto de infraestructura y que se perdieron 38.000 vidas durante la construcción, lo que diversos expertos han considerado cuando menos una exageración. “Se nos ha tratado muy mal con este tonto regalo que nunca debió hacerse, y se ha roto la promesa que Panamá nos hizo. El propósito de nuestro trato y el espíritu de nuestro tratado han sido totalmente violados”, se lamentó. “A los barcos estadounidenses se les está cobrando gravemente de más y no se les está tratando justamente de ninguna manera, y eso incluye a la Marina de Estados Unidos”, reiteró en su discurso.

Varias personas observan el paso de un barco por una sección de las esclusas Miraflores del Canal de Panamá este lunes, en Ciudad de Panamá (Panamá). Bienvenido Velasco (EFE)

“Debo rechazar de manera integral las palabras esbozadas por el presidente Donald Trump relativas a Panamá y su canal”, reaccionó casi de inmediato el presidente panameño, José Raúl Mulino, quien prepara su viaje al Foro Económico Mundial de Davos. El mandatario reiteró el mensaje que ya había lanzado en diciembre. “El canal es y seguirá siendo de Panamá y su administración seguirá estando bajo control panameño con respeto a su neutralidad permanente. No hay presencia de ninguna nación del mundo que interfiera con nuestra administración”. El canal, añadió, no fue una concesión de nadie, sino el resultado de luchas generacionales a lo largo de casi un siglo. “Por 25 años, de manera ininterrumpida, lo hemos administrado y expandido con responsabilidad para servirle al mundo y su comercio, incluyendo a Estados Unidos”.

Desde que Trump comenzó el 21 de diciembre con sus amenazas de arrebatarle el control del paso, el clamor que reivindica que “el canal es de Panamá” se ha extendido con fuerza en el país centroamericano. Políticos de distintas orillas han cerrado filas en defensa de la soberanía nacional. Con el Año Nuevo se conmemoró justamente un cuarto de siglo desde que el control de la vía se traspasó a manos panameñas. El Tratado de Neutralidad, al que se han adherido 40 naciones, incluyendo Estados Unidos, establece que todas las naves deben pasar bajo las mismas reglas.

El canal de Panamá representa, en primer lugar, “muchos años de lucha”, apuntaba en una reciente entrevista con EL PAÍS el expresidente Arístides Royo (1978-1982). “Hay unanimidad en los panameños en considerar que esas demandas son absurdas, porque parten de un concepto equivocado”, valoraba Royo, que también fue ministro para Asuntos del Canal de Panamá entre 2019 y 2024. “Definitivamente no hay ninguna injerencia del Gobierno chino”, enfatizó en esa conversación.

El expresidente de Panamá Arístides Royo, en su residencia en Ciudad de Panamá.Tarina Rodríguez

El también expresidente Martín Torrijos (2004-2009), quien compitió con Mulino en las presidenciales del año pasado, también rechazó las amenazas. “Lo que diga el presidente Trump no define nuestro destino. Panamá no está sola, la historia está de nuestro lado. La soberanía es fruto de nuestra lucha”, señaló el hijo del general Omar Torrijos, el gobernante que en 1977 firmó con el entonces presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, el tratado que devolvió al país la soberanía sobre el canal. “Nos respalda la razón, nos ampara el derecho, nos impulsa la fuerza de nuestra unidad nacional y la solidaridad internacional. El canal es nuestro y seguirá siendo de Panamá”, coincidió con el actual mandatario.

El canal, que utiliza una serie de esclusas y embalses a lo largo de 82 kilómetros, es el único paso fluvial entre el océano Atlántico y el Pacífico. Su historia es conocida. En 1903, el presidente estadounidense Theodore Roosevelt tomó Panamá para finalizar con fondos privados las obras inconclusas, y con esa excusa desmanteló más de veinte pueblos y expulsó más de 40.000 personas. El paso se convirtió en un enclave de 1.432 kilómetros cuadrados sin población local, conocido como la Zona del Canal.

En el largo camino que recorrió Panamá para recuperar la soberanía sobre el canal hubo incluso una ruptura de relaciones, en 1964, cuando oficiales norteamericanos asesinaron a 21 estudiantes por intentar plantar una bandera panameña en un cuartel militar. Estados Unidos lo controló hasta el último día de 1999, cuando lo devolvió en cumplimiento del tratado que pactaron en 1977 el general Torrijos y el presidente Carter, recientemente fallecido. “Creo que Panamá merecería el apoyo de los países amigos, de esos mismos países que apoyaron la conclusión de los tratados entre Panamá y Estados Unidos”, apunta al convocar la solidaridad latinoamericana el expresidente Royo, quien también fue negociador en su día de los Tratados Torrijos-Carter.


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