Abandono del cargo por una cirugía secreta: la investigación de la Fiscalía que pone contra las cuerdas a Boluarte
La presidenta del Perú cumple dos años en el poder en el ojo de la tormenta por haberse ausentado de Palacio para pasar por el quirófano para un retoque estético
“Ya quisiera desaparecerme un solo minuto y no hacer mi trabajo de presidenta”, dijo Dina Boluarte, a mediados de año, durante una conferencia de prensa en Palacio. Habían pasado algunos meses desde que la jefa de Estado lucía un semblante renovado, con menos líneas de expresión y una nariz distinta. Pero en aquella ocasión eludió los cuestionamientos de la prensa sobre si se había realizado una cirugía estética, alegando que se trataban de preguntas tendenciosas que no ayudaban ni generaban interés en la población.
A partir de ahora la presidenta deberá responder ante la justicia por este asunto. La Fiscalía de la Nación ha iniciado una investigación preliminar en su contra por los presuntos delitos de omisión de actos funcionales y abandono del cargo. A inicios de semana, el expresidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, reveló ante la Comisión de Fiscalización del Congreso que Dina Boluarte se practicó una operación a “sus fosas nasales”, confirmando las sospechas de la prensa. Entre el 29 de junio y el 9 de julio de 2023, la abogada no llevó a cabo actos oficiales. Si bien la cuenta de Flickr se mantuvo activa, algunos medios han cotejado que se subieron fotos pasadas, en un intento por ocultar su ausencia.
“Los hechos están referidos a la omisión de comunicar el impedimento temporal para el ejercicio del cargo de presidenta de la República al Consejo de Ministros y al Congreso de la República, como consecuencia de un procedimiento quirúrgico al que se sometía”, ha informado el Ministerio Público. Este sábado 7 de diciembre Dina Boluarte cumple dos años en Palacio tras asumir el poder como vicepresidenta luego del autogolpe fallido de Pedro Castillo. Recibe el aniversario con 3% de aprobación, acaso el índice de popularidad más bajo de un mandatario en el mundo, y ocho carpetas fiscales abiertas, una más que su antecesor en funciones.
“Esperamos cerrar la brecha de pobreza extrema. Ese tipo de pobreza es la que nos preocupa. No la pobreza de algunos que andan por ahí chachareando, hablando en contra del Gobierno. Esa pobreza que quede con ellos, los pobres de mente y de corazón”, expresó Boluarte, durante un acto oficial en el Callao. No admitió preguntas. Y recalcó que en “el 2026 saldrá por la puerta grande de Palacio” a pesar de que “algunos pocos digan que no hay liderazgo y que nos ponen 3 de nota en las encuestas”.
Mientras la ciudadanía se pregunta quién gobernó al Perú mientras Boluarte estuvo anestesiada y en estado de convalecencia, el Ejecutivo niega por todos los medios que se haya producido un vacío de poder. Gustavo Adrianzén, presidente del Consejo de Ministros, calificó de bajeza la revelación de Alberto Otárola y sin decir su nombre lo tildó de desestabilizador. “Toda información médica de los ciudadanos es secreta (...) a todos esos operadores de la desestabilización en el país tenemos que decirles de manera enfática y clara que el gabinete está unido en torno a la señora presidenta”, dijo.
El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, cuestionado por su ineficiente manejo de la inseguridad ciudadana, fue más directo con Otárola y provocó un entredicho en las redes. “Yo jamás me refiero a comentarios y dichos que pudiera hacer una persona, digamos, desleal, o por el contrario, alguien cuyas decisiones pudieran tener una manifiesta intención de afectar”, dijo Santiváñez. Otárola replicó de inmediato: “Decir la verdad no es ser desleal. Acorralar y traicionar a buenos policías, implementar por encargo seguimientos ilegales y aferrarse al cargo ante un rotundo fracaso en la gestión, eso sí es deslealtad. Lo sabe muy bien la gloriosa Policía y le consta a todo el Perú”.
Para negar que Dina Boluarte no cumplió con sus funciones, el Ejecutivo sostiene que la presidenta encabezó de manera virtual una reunión del Consejo de Ministros el 5 de julio de 2023. Lo cierto es que, con sus testimonios, algunos exministros ponen en duda dicha defensa. “Se presentó con la voz afectada. Supuestamente estaba con un tema respiratorio. Se conectó un rato, no todo el consejo, sin prender su cámara y con la voz comprometida”, le contó una exministra, de manera anónima, al diario El Comercio. Añadió que por esos días no tuvo contacto con Boluarte. Ni siquiera pedidos de información. “Tuvo una o dos intervenciones puntuales. Recuerdo haberla escuchado gangosa”, ha dicho la extitular de Educación, Magnet Márquez.
Además de la investigación preliminar de la Fiscalía por abandonar el cargo para mejorar su aspecto físico, la Comisión Permanente del Congreso aprobó este jueves un plazo de quince días para que la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales investigue a Dina Boluarte por el Rolexgate y por las muertes de medio centenar de manifestantes en las protestas del 2022 y 2023. En cuanto a la colección de relojes de alta gama que la presidenta jura que fueron un préstamo del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, se le acusa de presunto delito contra la administración pública en la modalidad de cohecho pasivo impropio. En el segundo caso se le acusa del presunto delito de homicidio calificado, lesiones graves y lesiones leves.
La Comisión de Fiscalización se encuentra recabando información sobre el rejuvenecimiento facial y la rinoplastia de Dina Boluarte para elevar una causal de vacancia. No obstante, el grueso del Congreso ha desestimado seis mociones de vacancia en contra de la mandataria solo en el 2024. “Matemáticamente, la vacancia parece complicada. La revisión de las anteriores votaciones anticipan que las mociones solo logran votos del bloque de bancadas de izquierda, y ni siquiera al 100% de su capacidad”, explica Martín Hidalgo, periodista del diario El Comercio. Un pacto de sobrevivencia al que Boluarte se aferra para llegar al 2026.
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