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María Corina Machado: “Edmundo y yo estamos dispuestos a hacer una transición pacífica”

En entrevista con EL PAÍS, la opositora se muestra convencida de que, en caso de ocurrir, el chavismo acepte una derrota

María Corina Machado en Caracas (Venezuela).
María Corina Machado en Caracas (Venezuela).GABY ORAA
Juan Diego Quesada

Venezuela vive una campaña presidencial del todo inusual. La principal protagonista ni siquiera ejerce de candidata por el veto que le impuso la justicia. En el Palacio de Miraflores, la sede del Gobierno, pensaron que se habían quitado de en medio al obstáculo número uno para que Nicolás Maduro renovara su mandato otros seis años. Se equivocaban. María Corina Machado (Caracas, 56 años) cedió entonces su lugar a Edmundo González Urrutia, un internacionalista jubilado al que lo conocían poco más allá que en su círculo de amigos. Que Machado le tocara en el hombro y lo subiera a su camioneta para recorrer toda Venezuela le ha convertido en alguien muy popular, tanto que las encuestas más fiables lo sitúan con claridad por encima de Maduro -el chavismo alega que esos son sondeos no representan la realidad-. La mujer que ideó este plan que amenaza la continuidad de 25 años de revolución bolivariana se encuentra al otro lado de la pantalla, en Caracas. En siete días, se ve a sí misma acompañando una transición histórica.

María Corina Machado, durante la entrevista en su oficina de Caracas, (Venezuela).
María Corina Machado, durante la entrevista en su oficina de Caracas, (Venezuela). Gaby Oráa

Pregunta. ¿Qué le dicen las encuestas a día de hoy?

Respuesta. Las encuestas serias están todas alineadas en una diferencia abrumadora a favor de Edmundo González. Estamos hablando de una diferencia que ya supera los 30 puntos, algunas los 40 puntos y seguimos creciendo cada día. Sin embargo, no son las encuestas. Es lo que estamos midiendo en la calle. Cualquier persona que está en Venezuela hoy te va a decir que esto es una energía inédita a favor de la voluntad del cambio y de la determinación de hacer valer esta decisión que están tomando los venezolanos. Al chavismo ya lo derrotamos en la calle.

P. ¿El chavismo, en caso de que se produjera, aceptaría una derrota?

M. Estamos pidiendo que se cuenten los votos. Estoy convencida de que será una participación masiva aunque pongan obstáculos en la movilidad o en los servicios públicos. A pesar de lo que está haciendo el régimen con violencia, la gente va a salir, la gente va a votar. Este es un día que representa para los venezolanos la oportunidad de reunificar a su familia -siete millones de venezolanos han abandondo el país en los últimos años-. Lo que pido es que los venezolanos salgamos y permanezcamos todos de manera cívica y organizada. Los votos tienen que contarse.

P. No se ha firmado el documento que promovían Gustavo Petro y Lula Da Silva de aceptación de resultados tanto por parte del Gobierno de Maduro como de ustedes, la oposición. ¿Le preocupa que se llegue hasta aquí con ese vacío?

R. Yo ni siquiera conozco el documento. Ni Edmundo ni yo.

P. Era una forma de acordar una paz tras el 28 de julio, pero sobre todo una transición y una gobernabilidad sostenible.

R. Los resultados le van a corresponder a Maduro aceptarlos. La sociedad venezolana se va a encargar de hacerlos valer. La política internacional tiene un rol muy importante, porque el desenlace del 28 de julio es decisivo para muchas generaciones de venezolanos. Esta es la oportunidad de hacer una transición pacífica y Edmundo y yo hemos sido firmes en que estamos dispuestos a avanzar en un proceso de negociación real para hacer una transición pacífica.

P. ¿Cómo se imagina un escenario en que Edmundo gane las elecciones y Maduro esté seis meses más controlando la institucionalidad -la trasmisión de poder se da el 10 de enero de 2025-?

R. Dicho de esa manera, suena muy complejo porque además estamos hablando de una situación muy delicada. Tenemos una situación crítica de la calidad de vida de los venezolanos. La gente va a querer ver resultados. Desde luego, habrá unas exigencias complejas y nos va a corresponder asegurarles a todos aquellos venezolanos que no votaron por nosotros o que no participaron que sí son parte de este enorme alcance nacional. Vamos a darles seguridad a los venezolanos que no viene un proceso de revancha, sino un proceso para lograr la institucionalidad democrática.

P. ¿Cuál sería su papel en esa transición?

R. Voy a seguir lo que he hecho hasta ahora, cumplir un primer mandato -fue elegida en unas primarias opositoras por más del 90% de los votos- que tiene un hito fundamental el 28 de julio. Después, hay mucho margen.

P. Se habla mucho de la lealtad de las fuerzas armadas con el chavismo. ¿Tiene algún contacto dentro que le asegure que hay facciones que estén dispuestas a un cambio?

R. Yo tengo muchísimo contacto con las fuerzas armadas por mis recorridos en el país. Lo que estoy viendo en los últimos días es alucinante. Les brillan los ojos ante la inminencia de la posibilidad de un proceso de cambio profundo y de reunificación de la familia. Ellos también tienen hijos y hermanos, son testigos del saqueo del país y la afectación de derechos humanos. Ellos están muy claros de esta violencia y amenaza de Maduro. Para que haya una guerra tiene que haber un enemigo -Maduro fue grabado diciéndole a una familia que si ganaba la oposición habría un conflicto armado-. El país se ha unificado. Esa tesis del enemigo interno se ha desmantelado con los hechos. Aquí no hay enemigo. El país está unido como nunca antes.

P. ¿Por qué Maduro se ha abierto a negociar con la Casa Blanca apenas a dos semanas del día de la votación? ¿Qué cree que busca el presidente?

P. En la medida en que se acercan las elecciones, han visto que sus estrategias de violencia y represión no han tenido efecto. Cuando tú rompes las vías, cuando persigues a los transportistas, cuando no suministras gasolina por 10 días, la gente se da cuenta que se traspasan todas las barreas. Ellos se están dando cuenta de que esto es un movimiento que viene con fuerza y dentro del chavismo se está produciendo esto. Con las bases ya se dio. Hay sectores que tienen distintas visiones. Hay unos que dicen que el cambio es inevitable y quieren entender cómo integrar ese nuevo orden, mientras que hay algunos que no quieren irse. Al final, es en el propio régimen donde se están dando cambios. Aspiro y confío en que va a prevalecer la posición razonable y sensata de quienes piensan en el interés de todos. Incluso en aceptar los resultados.

P. ¿Le llega de alguna manera apoyo del chavismo moderado? Vimos en un sondeo que un 12% del chavismo duro aboga por el cambio.

R. Eso está creciendo cada minuto que pasa. En los encuentros, que son multitudinarios, gente se me acerca y me dice: ¡yo soy chavista, fui del colectivo y me equivoqué! Es un proceso de redención del país. Esto es muy poderoso. Quien vea esto desde una perspectiva electoral se queda en la superficie. Esto va más allá: es un proceso social.

P. Hemos llegado antes a algunas ventanas de cambio. Sin embargo, ¿cree que esta es la gran oportunidad de hacer una transición?

R. Eso creo, absolutamente.

P. Si el día de las elecciones, o los posteriores, el Consejo Nacional Electoral (CNE) no diese un resultado por cualquier motivo, ¿le asusta lo que pudiese venir?

R. Maduro se ha confesado. Su campaña es la violencia. Nuestros actos de campaña son sin camiones, sin sonido. Con la violencia o con la amenaza de violencia pretende disuadir a alguien que vaya a participar. Eso hacia dentro no le funciona. ‘O soy yo o es el caos’, como decía Chávez. Y resulta que él es el caos, ellos son el caos. Creo que la comunidad internacional ya no cae en ese chantaje. Ha entendido que a pesar de todas las provocaciones o todos los ataques brutales va a perder. Yo tengo 24 personas presas, 72 detenciones en dos semanas de campaña. Nosotros no hemos caído con provocaciones de violencia. Eso no quiere decir que actuemos con debilidad. Nos mantenemos firmes. Así hemos avanzado. Yo creo que ese mensaje no tiene efecto alguno ni en la población ni en los militares, que son los últimos que quieren una guerra. Poner a militares uno contra otro o contra la sociedad civil venezolana, eso no va a pasar. Eso no es lo que los venezolanos queremos. Yo creo que el antídoto es una altísima representación ciudadana.

P. ¿Qué le pediría a Antonio Ecarri o a Enrique Márquez, otros dos candidatos opositores todavía en la contienda?

R. Ellos saben lo que tienen que hacer.

P. ¿Qué tienen que hacer?

R. Lo que le conviene a Venezuela.

P. ¿Que se retiren?

R. Ya es muy tarde.

P. ¿Les pediría el voto por Edmundo?

R. Para serte honesta, esa migración de votos ya se ha dado sin que estos dirigentes se lo pidan. La gente tiene claro que Edmundo representa el cambio.

P. Se habla, en caso de una victoria opositora, de un gobierno de concertación en el que se incluya a algunos sectores chavistas.

R. Creo que el criterio que va a usar va a usar el presidente será buscar la lógica de la paz.

P. ¿Cuál sería la estrategia de un Gobierno de Edmundo a un año vista?

R. Podríamos hablar sobre muchas medidas, pero para mí lo más importante es cómo recuperamos la confianza. Esto es una tarea de todos. Construir unos pilares éticos y liberales muy sólidos. Eso comienza desde el día siguiente, antes de asumir formalmente la presidencia.

P. ¿Qué supondría para Venezuela la victoria de Donald Trump en Estados Unidos?

R. La relación con Venezuela se va a mantener, ha sido una política firme de respaldo a la democracia y de respaldo a la soberanía popular expresada el 28 de julio.

P. ¿Incluirían en un supuesto gobierno a otros opositores como Leopoldo López, por ejemplo? ¿Tratarían una amnistía?

R. Son 7 millones de desplazados. Los necesitamos de vuelta a todos. Los que son políticos y los que no son políticos. Los que han sido perseguidos y los que no han sido perseguidos. Esto es una nueva era. Los necesitamos a todos.

P. Yo le pregunto en concreto por Leopoldo López.

R. También, por supuesto.

P. ¿Jugaría algún papel Juan Guaidó, el expresidente interino?

R. Eso tiene que preguntárselo a Edmundo

P. ¿Cómo ha sido su relación con Edmundo? ¿Se está dando de forma natural el liderazgo compartido, nada sencillo en un mundo como el político?

R. Ha sido una relación estupenda. Nosotros nos conocíamos, nos teníamos aprecio y afecto, pero no éramos tan amigos. Ahora nosotros somos un equipo, realmente un equipo. Él ha hecho un trabajo espectacular, que en dos meses nadie te conoce, a convertirte en la opción que tiene más del 60% de los votos. Es brutal. Queremos un país que pueda seguir, alegre. No queremos violencia.

P. ¿Cómo está de fuerzas para afrontar todo esto que viene por delante?

R. Emocionada, muy agradecida con la confianza que he recibido de tantos venezolanos. Muy consciente de la responsabilidad que tenemos y también agradecida con Dios por lo que estamos viviendo.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.
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