Cierre de escuelas y vuelta al teletrabajo: Honduras vive su peor crisis de calidad de aire
Tegucigalpa registra niveles de contaminación dañinos para la salud sumados a una ola de calor. Las autoridades piden a las población que evite estar al aire libre. La poca visibilidad ha afectado también al aeropuerto
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Esta semana, Honduras ha vivido la que podría ser su peor crisis de calidad de aire. El domingo 5 de mayo, los monitores de Tegucigalpa, su capital, dieron la alerta de que el aire caía en la categoría “muy dañino para la salud”, la sexta más riesgosa de las siete que tiene el Índice de Calidad del Aire. Y, desde entonces, aunque sin llegar a ese pico de nuevo, la ciudad se ha mantenido en los niveles de “muy dañino” y “dañino para grupos sensibles”, la quinta y cuarta categoría respectivamente. El miércoles 8 de mayo a medio día, por ejemplo, el portal IQ Air apuntaba a que en Tegucigalpa la contaminación del aire estaba 11 veces por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La crisis se respira y ha sido tan profunda que el lunes 6 de mayo, el secretario de Educación, Daniel Esponda, publicó un comunicado pidiendo la suspensión de clases desde el martes hasta este viernes, 9 de mayo, en todo el Municipio del Distrito Central, del que hacen parte la capital, la ciudad de Comayagüela y otras áreas rurales.
“Se presentan condiciones meteorológicas adversas debido al calentamiento global y a altos índices de contaminación; adicionalmente, los expertos pronostican una intensa ola de calor para las próximas horas que pone en riesgo la integridad física de la comunidad educativa”, dice el documento que aclara que, en los colegios donde exista posibilidad de clases virtuales, se deben mantener y que los centros educativos debían buscar la forma de seguir distribuyendo la alimentación escolar.
Las alarmas no solo se prendieron en el sector educativo. La Secretaría de Estado también les pidió a los trabajadores del Gobierno, tanto a nivel central como municipal, que, por estos días, hicieran teletrabajo y que evitaran salir a las calles.
“Esta medida no solo busca que las personas se expongan menos a la contaminación, sino sacar de la ciudad el alto tránsito de vehículos que también emiten gases”, cuenta a América Futura Ingrid Flores, directora de la unidad municipal de gestión Integral de riesgos, entidad que monitorea el tema y le ha advertido al Gobierno sobre lo crítico de la situación. “En solo el municipio se mueven hasta 800.000 carros”, advierte.
A pesar de que no es la primera vez que Honduras registra altos índices de contaminación de aire, Flores cree que lo que se está viviendo en la zona central es la peor que ha vivido el país. “Incluso el jueves pasado llegamos a estar como la ciudad con peor aire en el ranking que hace IQ Air”.
Un cóctel de incendios, bruma procedente del Caribe y calor
Las razones que llevaron a este escenario son varias. Carlos Iván Raudales, coordinador de la Oficina de Riesgos Ambientales, explica que al país lo han rodeado una serie de incendios desde varios frentes. Algunos son locales, como el incendio que se presenta en la Reserva de la Biosfera de Río Plátano, pero también hay otros más allá de las fronteras. Hay llamas hacia el norte, en el sur de México y Guatemala, y por el sur, en Nicaragua y El Salvador. “Debido a las lluvias que se han dado en las Antillas y desde el Caribe viene un aire frio, generando ciertos vientos. La bruma de todo esto termina llegando a Honduras, que está en la mitad”, comenta. Como la capita está rodeada de montañas, ubicada en una especie de hueco, la oleada de humo se ha quedado allí, con una “contaminación abrumadora”. A esto se suma lo que emiten los carros y las industrias de la municipalidad.
Sin embargo, la alerta no ha sido solo por la mala calidad del aire, sino por el calor. “El promedio de temperatura en el centro del país suele estar entre los 20 y los 30°C”, agrega Raudales. “Y en los últimos días hemos registrado temperaturas de hasta 36°C. Más al sur del país, incluso llegan a los 40 y 44°C”. Ni los colegios, ni las edificaciones, ni las ciudades, están preparadas ante esto.
“En la capital no hay vientos”, agrega Flores. “La visibilidad es de dos kilómetros máximo y el aeropuerto de la ciudad también ha tenido que cerrar, solo permitiendo uno o dos vuelos por día, cuando hay mejor visibilidad”.
Las medidas que se han tomado por el momento son las que se toman ante una emergencia. Evitar que la gente salga a la calle, pedir que se use mascarilla, no abrir las ventanas de las casas y no hacer ejercicio al aire libre. Pero desde la unidad que coordina Flores saben que el tema es más profundo y tiene que ver con que ni las ciudades, ni el municipio, ni el país se están adaptando al cambio climático.
El Índice de Riesgo Climático (IRC) de Germanwatch ha posicionado a Honduras como uno de los diez países del mundo más vulnerable ante este fenómeno. Algunos años, incluso ha quedado en segundo puesto. Como recuerda Flores, el país ha estado constantemente amenazado por tormentas, inundaciones e, incluso, huracanes. Pero ahora hay nuevos síntomas de esta crisis que los empieza a poner en aprietos. “Como autoridades lo que está pasando es una lección”, dice la directora. “Necesitamos aterrizar las acciones contra el cambio climático. Tomar medidas para ser una ciudad más verde, impulsar el transporte público para sacar a los vehículos de circulación, generar energía más limpia y edificios más sustentables, no todo tiene que ser concreto”.
Dependiendo de los puntajes que den los monitores de calidad de aire durante este jueves, se espera conocer si la medida del teletrabajo y de cerrar escuelas se mantendrá por más días. Hay algo de esperanza. Según la previsión sobre la calidad del aire en Tegucigalpa que hace IQ Air, para este viernes, 10 de mayo, la categoría ya bajará a moderado. Pero, como también lo advierte Raudales, lo importante es que en el país caigan lluvias que no solo disipen la bruma, sino mitiguen los incendios. “Y las predicciones es que no llegarán hasta el 17 y 18 de mayo, por lo que la capa de humo puede estar presente hasta en los próximos 10 días”.
La crisis climática y de calidad del aire hará más complicadas las cosas para los hondureños. Raudales estima que las visitas a los hospitales se han incrementado en un 25% por temas respiratorios, problemas que suelen afectar especialmente a niños, niñas y personas de la tercera edad. Y eso también tiene una repercusión en las finanzas. En el Informe sobre clima y desarrollo de Honduras, realizado por el Banco Mundial, se advierte que, entre 1998 y 2017, los peligros naturales inducidos por el clima han generado pérdidas anuales equivalentes al 1,9% del PIB del país.