Olas de calor en Chile y Argentina e incendios en Colombia: ¿qué pasa en Sudamérica?
Bárbara Tapia Cortés, de la Organización Meteorológica Mundial, le explica a América Futura cómo están afectando El Niño y el calentamiento global a la región
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En Sudamérica se siente el calor. Durante la semana pasada, los equipos meteorológicos de distintas ciudades registraron altas temperaturas. Entre el 21 al 25 de enero, una ola de calor en el centro sur de Chile y Argentina, así como en la zona central de Colombia. En Santiago de Chile, por ejemplo, con 36,7°C, se llegó a la tercera temperatura más alta registrada en 112 años. Y en Colombia, donde el Gobierno declaró situación de desastre natural por los incendios forestales, varios municipios también alcanzaron temperaturas por encima del promedio: 40,4ºC en Jerusalén (Cundinamarca); 37,6ºC en Sahagún (Córdoba) y 36,9ºC en la ciudad costera de Santa Marta (Magdalena). Con 25,84°C, el lunes pasado, Bogotá rompió un récord histórico.
El escenario ha generado alertas y preguntas sobre cómo interpretar lo que esta pasando. En entrevista con América Futura, Bárbara Tapia Cortés, meteoróloga y coordinadora técnica de Servicios en la Oficina Regional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para las Américas con sede en Asunción, Paraguay, da luces sobre cómo el cambio climático y el actual fenómeno de El Niño han jugado un rol en impulsar estas condiciones.
Pregunta. ¿Se podría afirmar que, en Sudamérica, durante los días pasados, se rompieron récords de altas temperaturas?
Respuesta. Es cierto que se registraron temperaturas altas la semana pasada. Pero no siempre hay datos suficientes para determinar si efectivamente se rompieron récords. Ya que hay récords absolutos, es decir, históricos, desde que se tiene registro. O hay récords mensuales, que en otras palabras significa entrar a ver si este enero de 2024 ha sido uno de los más cálidos. Por ejemplo, la semana pasada en Chile se registraron 36,7°C, que es la tercera temperatura más alta registrada en enero en 112 años. Y es que hoy en día, con esta tendencia del cambio climático, se hacen distintos rankings, como las más altas temperaturas en los últimos diez años. Pero decir que Sudamérica, como continente, rompió un récord no es correcto. Para saber dónde específicamente sucedió esto, hay que consultar directamente con los servicios meteorológicos de cada país, ya que ellos tienen las respectivas estadísticas climáticas que, al menos, requieren de 30 años de datos.
P. Igualmente, el mes de enero suele ser uno de calor en la región.
R. Sí. Porque toda la región está en la estacionalidad de verano, es normal que tengamos eventos de altas temperaturas. Eso ha sido toda la vida. Lo que es anormal es que tengamos esta reiteración o persistencia de las altas temperaturas, que está muy relacionado por el fenómeno de El Niño.
P. ¿Cuál es el rol que está jugando este fenómeno en estas altas temperaturas?
R. Este aumento de temperatura, que como dije, es una situación normal para la época estival o de verano, se ha visto exacerbado por el fenómeno de El Niño, que ha estado presente desde mayo de 2023 y que está alcanzando su máximo entre los meses de diciembre y enero, situación que tiende a incrementar los eventos extremos de altas temperaturas y, por ende, las olas de calor a lo largo de Sudamérica. Por la influencia de El Niño, se espera que la época de verano en la región pueda presentar registros de temperaturas máximas por sobre los valores normales para la época y que también esté presentando acumulados de precipitación por debajo a lo normal, especialmente en la norte, como en Colombia, Venezuela, Surinam, las Guayanas y algunas zonas de Brasil. Vale recordar que venimos del 2023, que ha sido el año más cálido jamás registrado y es probable que el efecto de calentamiento del actual episodio de El Niño intensifique aún más el calor durante el 2024. Esto causará aún más fenómenos meteorológicos extremos que destruirán más vidas y medios de subsistencia.
P. ¿Y todo esto cómo se relaciona con el cambio climático?
R. Hay que entender algo. El fenómeno de El Niño siempre se caracteriza por la temperatura superficial del océano y su monitoreo se hace principalmente en la franja centra del Ecuador, en pleno Pacífico. Pero, ¿qué ha pasado? Que los últimos Niños, incluyendo este, se están gestando a partir de un océano que está de por sí más cálido. Es como si tuvieras una tina con agua caliente y le pones más agua caliente, y no una tina con agua tibia y le pones agua caliente. Algo así. Entonces sabemos eso: que el Niño que ahora nos está afectando se gestó en condiciones muy cálidas, pero no sabemos todavía cómo dimensionar la forma en que nos va a afectar, o qué tan extremo será. Ahora, lo que sí sabemos y que ha dicho el mismo Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), es que, como cada año parece estar siendo más cálido que el anterior, los eventos extremos, y no solo las altas temperaturas, sino las precipitaciones y otras condiciones, serán cada vez más frecuentes y más extremas. Entonces lo que sí podemos decir es que el fenómeno de El Niño que nos está afectando en este momento ha sido influenciado o exacerbado por el calentamiento global. Y eso implica que causará más daños en la población.
P. Colombia declaró emergencia nacional por los incendios forestales. También hay varios focos en Chile y, en Argentina, en Chubut, se repitió la situación. Aunque en algunos casos hay pistas de que son incendios intencionales, ¿qué otras causas pueden existir? ¿Cómo las condiciones climáticas los están exacerbando?
R. Las condiciones meteorológicas reinantes con temperaturas altas, bajo contenido de humedad — atmosférico y del suelo—, y a veces viento moderado, favorecen su mayor incidencia, en especial durante los meses del verano. Al 25 de enero 2024, en Chile persistían 81 incendios, de los cuales seis estaban en observación, 15 siendo combatidos, 55 controlados y 5 ya extinguidos, con una superficie afectada de 1141.56 hectáreas. Pero, de continuar las altas temperaturas, estos focos persistirán e incluso podrían aumentar durante el verano. Mientras, en Colombia, las altas temperaturas mantienen cerca de 900 municipios en alerta por el riesgo de incendios forestales.
P. También se ha reportado una ola de calor extrema en La Patagonia Argentina. ¿Qué está pasando allí y cuáles podrían ser las consecuencias de esta ola de calor?
R. En la Patagonia Argentina se registraron altas temperaturas, con 43,9ºC en San Antonio Oeste, 42,5ºC en Cipolletti, 41,6ºC en Neuquén y 40,5ºC en San Juan. Vale recordar que cuando hablamos de una ola de calor, nos referimos a que, durante tres o más días consecutivos, se registran temperaturas extremadamente altas. Por esto suponen un riesgo para la salud de las personas. Entre 2000 y 2019, se estima que 489.000 personas fallecieron al año a causa del calor. Con temperaturas máximas muy elevadas y temperaturas mínimas también altas, el cuerpo humano tiene mayor dificultad para disipar el calor, lo que afecta la fisiología del cuerpo humano pudiendo producir consecuencias graves para las personas. Un elemento muy relevante es que el calor no afecta a todas las personas por igual. Hay ciertos grupos sociales que son particularmente vulnerables: adultos mayores, niños y niñas menores a 5 años, personas con prevalencia de enfermedades cardiacas, renales y mentales o quienes tienen mayor riesgo de sufrir las consecuencias del calor. También quienes viven solos y se encuentran aislados, quienes viven en condiciones habitacionales precarias y quienes trabajan al aire libre.
P. ¿Hasta qué mes se espera que la región viva estas altas temperaturas?
R. La ocurrencia de los eventos extremos - como las olas de calor - se podrían mantener durante gran parte del verano y primeros meses del otoño del hemisferio sur, es decir hasta abril o mayo de 2024, en promedio. Pero hay que recordar que la intensidad de las temperaturas irá en relación con la estacionalidad. Además, los modelos climáticos de los Centros de Pronósticos a nivel mundial están estimando que la influencia de El Niño se debería mantener hasta el trimestre marzo-abril-mayo de 2024.
P. ¿Estos datos nos podrían indicar algo de que el 2024 superará al 2023 como el año más cálido desde que hay registro o es muy pronto para especular?
R. Aún es pronto para indicar que el 2024 será más cálido que el 2023, dado que los años de El Niño están directamente relacionados con los aumentos globales de temperaturas registrados en las últimas décadas. Pero la OMM, y al igual que los Centros Globales de pronósticos, siguen en permanente monitoreo de las condiciones, dado que el tras de El Niño se esperan que perduren condiciones normales, pero recién estamos por terminar enero entonces es muy aventurado dar un pronóstico.