Potenciar el diálogo y la diversidad, la clave para salir de las crisis entrelazadas de América Latina
Políticos, activistas y tres premios Nobel de la Paz llaman a acabar con la polarización en el evento “Muchas Voces, una región”, organizado por CAF-banco de desarrollo de América Latina en Nueva York
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América Latina enfrenta una “tormenta sin precedentes” por las crisis entrelazadas que ha vivido en los últimos años: a la recuperación por la pandemia se le suman los efectos de la guerra en Ucrania y los del cambio climático, una situación que, según Sergio Díaz Granados, el presidente de CAF-banco Interamericano de Desarrollo, ha agravado los problemas de la región “como la baja productividad, la desigualdad o la debilidad institucional”.
Y, por si fuera poco, a este cóctel debe sumársele el “progresivo crecimiento de una grieta” social por la polarización política, las tensiones sociales, las consecuencias de la crisis económica y, en algunos casos, la violencia. “La grieta está en todas partes y trasciende campos y generaciones”, ha advertido Díaz Granados este lunes en el acto de presentación del evento ‘Muchas Voces, una región: América Latina y el Caribe trabajando en agenda 2030 para el desarrollo sostenible’, organizado por el multilateral que dirige y en el marco de la 77 Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
Pese a las sombrías perspectivas, en el foro que se celebra este lunes y martes en la ciudad estadounidense y en el que participan políticos, funcionarios de alto nivel y miembros de la sociedad civil, ha predominado el optimismo y la búsqueda de soluciones. “El diálogo y la formulación de iniciativas son las claves para cerrar esta grieta”, ha esbozado el presidente de CAF al inicio de las jornadas que buscan promover una voz colectiva regional. “En América Latina tenemos el potencial, el talento, las ideas y la capacidad de innovación”, ha dicho en una idea que se ha repetido en cada uno de los cuatro eventos de esta primera jornada.
“América Latina no tiene una sola voz y no se está haciendo sentir en el mundo en este momento en el que debería estar haciéndose sentir”, ha dicho por su parte el expresidente de Colombia y premio Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos, en el evento “Diálogos por la paz”, donde también han participado otros dos latinoamericanos distinguidos con ese reconocimiento, el argentino Adolfo Pérez Esquivel (1980) y la guatemalteca Rigoberta Menchú (1992).
Para Santos, América Latina puede salir de estas crisis con más fuerza, pero para eso necesita diálogo y unificar la voz. A su juicio, uno de los problemas más serios de la región es la polarización, que “impide a las democracias resolver los problemas a la gente”. Frente a ella, el expresidente colombiano defiende la importancia del diálogo. “Lo que nos hace falta a los latinoamericanos y caribeños es sentarnos a hablar sobre nuestros retos, nuestros desafíos y cómo podemos resolver los problemas que tenemos en frente y que han sido acentuados entre otras cosas por la pandemia”.
Fernández: “Debemos volver a trabajar juntos y reclamar el fin de los bloqueos”
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha abogado en otro de los foros por que los países latinoamericanos vuelvan a unirse por encima de las ideologías tras una etapa en la que organizaciones como la Unasur o Mercosur se han disuelto o dividido por la polarización. “Ahora es un tiempo de reencuentro. Como presidente pro témpore de la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños], les aseguro que, por encima de cualquier división, hay una decisión firme de América Latina y el Caribe de unir esfuerzos para afrontar el futuro”, ha afirmado en la charla con la que se ha celebrado el décimo aniversario de CAF como observador permanente de la Asamblea General de la ONU.
“Debemos volver a trabajar juntos y reclamar el fin de los bloqueos”, ha añadido Fernández, en línea con la posición que defendió en junio pasado ante el presidente Joe Biden en la Cumbre de la Américas celebrada en Los Ángeles, en la que criticó la exclusión de países no afines ideológicamente con Estados Unidos como Cuba o Venezuela. El presidente argentino ha defendido además a Latinoamérica como una “región de paz” con los recursos necesarios para afrontar los desafíos. “Somos una fuente de alimentos y una fuente de energía en un mundo que los reclama para seguir desarrollándose. El secreto es ver cómo mancomunadamente trabajamos para que toda América Latina pueda crecer y desarrollarse en condiciones de igualdad”, ha dicho. “Tenemos que involucrarnos en las soluciones porque en el norte vuelan los misiles, pero el hambre se pasa en el sur”.
Finalmente, Fernández ha apuntado un reto adicional : la integración con las naciones caribeñas y la necesidad de apoyarlas frente a “la tragedia” del cambio climático. “El Caribe, que no ha sido causante de esa crisis, es quien más la padece”, ha asegurado al mencionar el reciente paso del huracán Fiona por Puerto Rico.
La búsqueda de un equilibrio con la naturaleza y un desarrollo integral y teniendo en cuenta la diversidad ha sido otro de los puntos en común en todas las discusiones del evento. “La paz que yo apoyo es el diálogo, la armonía, la búsqueda del bienestar o el bien común”, ha dicho la guatemalteca Rigoberta Menchú en la conversación de los premios Nobel de la Paz latinoamericanos.
La defensora de derechos humanos maya quiché ha reconocido que América Latina cree que la solución a los problemas de la región pasa por la inclusión de todas las voces. “El desarrollo integral pasa por las mujeres, niños, por la comunidad, por los dirigentes, los líderes sociales, que día a día hacen posible la vida y la educación para la vida. Se dedican realmente no a sobrevivir, sino a vivir plenamente con lo que tienen y donde están”, ha apuntado. “Por eso, yo valoro mucho el sistema de las culturas ancestrales, de la justicia indígena porque es la participación de distintos grados de las comunidades para resolver”.
En ese sentido, Menchú ha destacado el rol de las matronas que en su país quedaron en primera línea de la atención de la covid en los lugares de Guatemala donde no había otro tipo de atención médica. “Es impresionante el trabajo que hace la gente en las comunidades”, ha dicho. Y ha abogado por el optimismo para pensar en el desarrollo: “El ser humano es más grande que cualquier obstáculo”.
Finalmente el argentino Adolfo Pérez Esquivel ha hecho una defensa de la democracia participativa en la que “los pueblos tengan herramientas legales, jurídicas e institucionales para poder defender sus derechos” y por construir una convivencia en la diversidad y respetando el medio ambiente. “La gran riqueza de la madre tierra, de la naturaleza es la sociedad, no los monocultivos, no el pensamiento único”, ha apuntado.
Y ha pedido reimaginar la relación del ser humano con la naturaleza para acabar con las dinámicas de contaminación y la deforestación. “Una cosa es el desarrollo y otra la explotación. Hay que cambiar esto”, ha dicho. “Tenemos que cambiar la relación del ser humano con la madre tierra. No somos los dueños. Somos los hijos e hijas. La madre tierra siempre nos da respuestas. Tenemos que preservarla del daño que el ser humano hace”.