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Marelen Castillo, la desconocida vicepresidenta de Rodolfo Hernández

La académica no ha atraído los focos a pesar de que va a disputar la segunda vuelta de la mano del exalcalde de Bucaramanga

Santiago Torrado
El candidato Rodolfo Hernández y su fórmula vicepresidencial Marelen Castillo.
El candidato Rodolfo Hernández y su fórmula vicepresidencial Marelen Castillo.

Rodolfo Hernández ya es el sorprendente rival del izquierdista Gustavo Petro en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el próximo 19 de junio. A pesar de que se ubicaba tercero en las últimas encuestas publicadas antes de la veda de sondeos electorales, su ruidoso ascenso en la recta final ha marcado a fuego los comicios de este domingo, que ha tomado por asalto. Con ese impulso sobrepasó con distancia a Federico Gutiérrez, el candidato de derecha. En una llamativa paradoja, la fórmula de Hernández, la académica e investigadora Marelen Castillo (Cali, 53 años), es por mucho la menos conocida entre los aspirantes a la Vicepresidencia.

Ingeniero de corta trayectoria política, Rodolfo, como todos lo conocen, no se proclama de derechas ni de izquierdas, pero ha emergido como un fenómeno populista para tomarse muy en serio –al punto que algunos observadores lo asemejan a Donald Trump–. El exalcalde de Bucaramanga, que hizo fortuna como empresario de la construcción, ha sacado ventaja de su estrategia de redes sociales, y en alguno de sus videos aparece levantando pesas para demostrar que está como un roble a pesar de sus 77 años. Es, sin embargo, el aspirante de mayor edad, con lo que el perfil de su segunda abordo cobra importancia. En una campaña que no tuvo a ninguna candidatura femenina con opciones reales, Hernández siempre se propuso escoger a una mujer.

Castillo es una docente muy católica que era prácticamente desconocida en el debate público colombiano. Bióloga y química de la Universidad Santiago de Cali, e ingeniera industrial de la Universidad Autónoma de Occidente, llegó a ser rectora encargada de la Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium. Con una maestría a distancia bajo el brazo del Tec de Monterrey, se mudó a Bogotá en 2008, y después realizó un doctorado en educación de la Nova Southeastern University de Florida, Estados Unidos.

En la capital colombiana hizo carrera con la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Uniminuto, fundada por el recordado padre Rafael García Herreros, donde trabajaba como vicerrectora académica cuando Rodolfo Hernández (sin conocerla) le pidió acompañar su candidatura. Desde entonces, Castillo no ha atraído mayores focos, ya que las encuestas recién comenzaron a capturar en las últimas dos semanas el ascenso del exalcalde de Bucaramanga.

Castillo es también una candidata afrodescendiente, algo inusual en Colombia. Pero en una campaña que ha tenido la novedad de varios candidatos vicepresidenciales de origen afro, provenientes de la región del Pacífico, hasta ahora había eclipsada por algunos de sus competidores, mucho más conocidos y con mayor trayectoria política. Entre ellos, el gran fenómeno electoral en que se ha convertido Francia Márquez, la activista ambiental que acompaña al izquierdista Petro, el líder de todas las encuestas, o por Luis Gilberto Murillo, el exministro de Ambiente que era el número dos del candidato de centro Sergio Fajardo.

La académica, que se sumó a la campaña en un momento de desconcierto, cuando el ingeniero competía por atención con las consultas de los tres grandes bloques de las que decidió mantenerse al margen, no fue su primera opción. Hernández la nombró en marzo, después del fallido anuncio de un perfil opuesto, el de Paola Ochoa, una polémica periodista económica de posiciones conservadoras. La conocida comunicadora, acostumbrada a provocar ruidosas controversias mediáticas, renunció a la propuesta a los pocos días aduciendo razones familiares.

La propia Castillo ha contado que no conocía a Hernández. Un compañero de UniMinuto la llamó a contarle que estaban buscando la fórmula para el ingeniero, que apoya su aspiración en un discurso vehemente contra la corrupción, o “acabar la robadera”, como le gusta expresarlo. “Y yo: ‘ah, el viejito de Bucaramanga’. Sé que ha hecho. Ahí me dijeron que yo podía ser y que, yo sin ser política, es lo que él quiere. Ahí presenté mi hoja de vida”, contó en una entrevista con Caracol Radio. “Yo quería aportar en educación”, ha dicho en varias ocasiones. “Los perfectos desconocidos somos más”, ha defendido.

Diana Saray Giraldo, quien fue directora de Vanguardia, el periódico de Bucaramanga, y ha seguido de cerca la carrera de Hernández, confirma que “Rodolfo, antes de ella, le ofreció la Vicepresidencia a muchísimas mujeres del país”. “Él tenía claro que quería una mujer, preferentemente negra, que no fuera mucho mayor de 50 años”, cuenta la periodista, que ahora forma parte de la mesa de Caracol Radio. En su opinión, la designación de Castillo se produjo ante la negativa de otras figuras de mayor alcance nacional, y no ha tenido mayor impacto, “a diferencia de Francia Márquez, que le ha movido votos a Petro”.

En su momento, coincide el analista y consultor Andrés Segura, “la imagen que dejó el exalcalde es que era un nombramiento para cumplir un requisito”, sobre todo al considerar que la primera mujer elegida declinó la invitación pocos días después del anuncio. “Castillo es una académica con una hoja de vida interesante en la gestión universitaria y la docencia, pero sin presencia en el debate político nacional, y en estas semanas esa situación no ha cambiado, el eje de la campaña se ha centrado en el ingeniero Hernández”, apunta.

Aunque Marelen Castillo ha tenido hasta ahora un rol secundario, la presencia de Rodolfo Hernández en segunda vuelta la va a poner debajo del reflector. “Se puede anticipar que la campaña contrincante intentará enmarcar la conversación sobre las capacidades de Hernández para gobernar, que van desde su limitado conocimiento en diversos temas del país, a su avanzada edad y un equipo sin experiencia política”, afirma Segura. “En las próximas semanas van aprovechar el perfil de Castillo para atacarlo”, vaticina.

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Sobre la firma

Santiago Torrado
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia, donde cubre temas de política, posconflicto y la migración venezolana en la región. Periodista de la Universidad Javeriana y becario del Programa Balboa, ha trabajado con AP y AFP. Ha cubierto eventos y elecciones sobre el terreno en México, Brasil, Venezuela, Ecuador y Haití, así como el Mundial de Fútbol 2014.

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