Ir al contenido
_
_
_
_

Clemencia Carabalí, la activista que lucha por las mujeres afrodescendientes del Norte del Cauca

Cofundadora y presidenta de la Asociación de Mujeres Afrocolombianas del Norte del Cauca, trabaja por el empoderamiento de las mujeres para combatir las violencias que sufren

Consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, Clemencia Carabalí Rodallega

Para ir al colegio, Clemencia Carabalí (La Balsa, Cauca, 55 años) debía caminar hora y media en cada trayecto. En casa, hacía sus tareas a la luz de las velas. Antes de acostarse lavaba el uniforme, y muchas veces lo secó con una plancha de carbón. Las ganas de surgir y aportar a su comunidad la animaban. “Quería una profesión y era consciente de que implicaba sacrificio”, dice la ganadora del Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia 2019, otorgado por la Iglesia Sueca y la organización sueca sin ánimo de lucro Diakonia.

Su determinación dio frutos: Carabalí es tecnóloga industrial y administradora de empresas de la Universidad Santiago de Cali. Se pagó sus estudios trabajando como zapatera, y vendiendo chontaduro y pasteles de yuca. En séptimo semestre hizo una pausa para tener a su primer hijo y regresó al Cauca. Allí se dio cuenta de que la seguridad alimentaria de su gente estaba amenazada, y se propuso organizar a la comunidad para recuperar las fincas y producir lo necesario, como habían hecho sus padres y abuelos.

Juntos encontraron que la mayoría de las fincas eran atendidas por mujeres porque los hombres salían a buscar dinero. Entonces, implementaron el sistema “mano cambiada”, que une fuerzas para recoger la cosecha y limpiar las fincas entre todos. Aplicaron este principio para otras actividades, como lavar la ropa en el río: “Íbamos cinco o seis mujeres y la que terminaba primero ayudaba a la otra. Esas son prácticas heredadas de nuestras abuelas. Ahí surgió la idea de organizarnos para dar otros pasos, como comercializar los productos que no alcanzábamos a comer”.

En 1997 crearon el Comité Municipal de Mujeres, que más tarde se transformó en la Asociación de Mujeres de Buenos Aires. Su radio de impacto se fue ampliando y hoy están en 10 municipios del Norte del Cauca, y en tres de la Costa Pacífica caucana (López de Micay, Guapi y Timbiquí). Desde hace cinco años son la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca (Asom Cauca), que cuenta con 230 afiliadas y de la que Carabalí es presidenta.

Su lucha busca mejorar las condiciones de vida y fortalecer la organización de las mujeres afrocolombianas, defender sus derechos humanos y étnico-territoriales, así como erradicar la violencia que ha limitado e invisibilizado su participación en la sociedad.

Uno de sus primeros pasos fue una alianza con la Universidad del Valle para capacitarse en la transformación y comercialización de frutas. Así nacieron el vino de naranja y diversas mermeladas y conservas. También crearon un diplomado de ocho meses, cuyo objetivo es formarlas como agentes del cambio en sus comunidades. La organización ha sufrido los altibajos impuestos por el conflicto armado: han sido desplazadas y los paramilitares les quitaron la sede que tenían alquilada en Buenos Aires. Pero hoy cuentan con dos sedes propias.

Por su trabajo e influencia, Carabalí recibió amenazas y en 2019 sufrió un atentado del que salió ilesa. Esto la obligó a exiliarse en España y en Estados Unidos, durante meses de incomodidad. “Decidí no irme de mi territorio, porque vivir lejos de la familia no es vida. Entonces, si me van a matar, me muero en mi tierra”, dice convencida.

Otro éxito fue convertir en realidad MerkAsom, un supermercado que apuesta por la seguridad alimentaria y el progreso económico de las mujeres. Está en Santander de Quilichao y acaba de cumplir dos años. Se han propuesto que, más que una tienda, sea un lugar de aprendizaje y conexión con otras emprendedoras.

En 2022, obtuvo el premio Woodrow Wilson al Servicio Público otorgado por el Centro Nacional para Académicos de Estados Unidos. En septiembre de 2022 se juramentó como consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, cargo al que renunció poco más de un año después, frustrada porque no pudo hacer más.

Todavía tiene muchas luchas por delante. Una de ellas, dice, es combatir el racismo. “Las zonas más marginadas son esas donde habitan las comunidades étnicas, afro, indígenas. Allí están los peores servicios de salud, de educación, de vías”, señala. Para ella, hay que empezar por eliminar las barreras de acceso. “Acercar esas brechas de desigualdad con el fin de que tengamos mejores herramientas para el desarrollo profesional e intelectual. El racismo se superará cuando la gente entienda que somos seres humanos con las mismas capacidades, y sobre todo con los mismos derechos”.

Carabalí sueña con crear un banco para las mujeres, enfocado en apalancar sus iniciativas productivas. Y también aspira a ser senadora por el Pacto Histórico en la consulta de 2026. “Quisiera estar en donde se toman las decisiones”. Así, quizás, en el porvenir ninguna otra niña tenga que caminar tres horas para ir a la escuela.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_