La Fiscalía captura al líder de los Comandos de la Frontera en la reunión final de un ciclo de diálogos con el Gobierno Petro
Agentes del CTI detienen a Giovanni Andrés Rojas, ‘Araña’, parte de la delegación de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano
La Fiscalía de Colombia capturó por sorpresa la noche de este miércoles en un hotel de Bogotá a Giovanni Andrés Rojas, Araña, el máximo comandante de los Comandos de la Frontera. Lo hizo luego de la rueda de prensa al cierre de un accidentado ciclo de los diálogos de paz de dos facciones de disidencias de las extintas FARC con el Gobierno de Gustavo Petro. Miembros del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) justificaron la detención en la circular roja de Interpol con fines de extradición que pesa sobre Araña, miembro de la delegación sentada en la mesa. Armando Novoa, el jefe negociador del Gobierno con la llamada Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, ha señalado que los agentes del CTI lo llevarán al búnker de la Fiscalía hasta que se aclare la situación.
La Coordinadora reúne a los Comandos de la Frontera y a la llamada Coordinadora Guerrillera del Pacífico. Son dos estructuras que se desprendieron a finales de 2024 de la Segunda Marquetalia, la diezmada disidencia de las FARC encabezada por Iván Márquez, para mantener las negociaciones con el Gobierno. Son los dos grupos más poderosos de los que se agrupaban bajo la sombrilla de la Segunda Marquetalia. Los Comandos de la Frontera, en particular, tienen presencia en los departamentos de Putumayo y Caquetá, en el sur del país, donde están muy involucrados con las economías ilícitas.
El Gobierno llegó a empaquetar en su momento a los Comandos como parte de la Segunda Marquetalia para efectos de los diálogos –y ceses al fuego– que ha buscado en el marco de la paz total. Sin embargo, el Comité Internacional de la Cruz Roja lo ha considerado un grupo independiente, protagonista de su propio conflicto con otras facciones disidentes en el selvático Putumayo, fronterizo con Ecuador y Perú.
En medio de la confusión, el Comisionado de Paz, Otty Patiño, llegó este miércoles hasta el Hotel Marriott Courtyard, en el occidente de la capital colombiana. “Esto puede constituir un nuevo elemento de trampa hecho por ustedes…contra el proceso de paz que estamos desarrollando”, les advirtió allí a los agentes del CTI, en referencia al “entrampamiento” que alegaron en su día tanto Iván Márquez como Jesús Santrich para retomar las armas después de haber firmado el acuerdo de paz a finales de 2016. Ambos fueron negociadores de las FARC en La Habana, pero después regresaron a la clandestinidad para fundar la Segunda Marquetalia –Santrich murió en confusos enfrentamientos en la frontera con Venezuela–.
El de la Coordinadora es el tercer gran proceso de negociación nacional con grupos armados en el marco de la política de paz total, con las ya suspendidas conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la otra mesa con las también fragmentadas disidencias que se agrupaban en el autodenominado Estado Mayor Central (EMC).
Luego de la salida de Iván Márquez, en paradero desconocido, el Gobierno y la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano fijaron a finales del año pasado una nueva agenda de negociación que gira en torno a cuatro puntos: transformaciones territoriales; seguridad en territorios y para comunidades; medidas y rutas de seguridad jurídica para integrantes de estructuras guerrilleras; y participación política.
También acordaron que los ciclos de negociación se celebrarán en Colombia, en un esquema rotatorio que debe llevar la mesa a Tumaco (Nariño), Puerto Asís (Putumayo), Bogotá y Popayán (Cauca). La delegación de los disidentes está encabezada por José Vicente Lesmes, el verdadero nombre de Walter Mendoza, un antiguo comandante guerrillero de las extintas FARC en el occidente colombiano quien, como Márquez, firmó el acuerdo de paz de 2016 y luego volvió a empuñar las armas.