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La redención de ‘Maríamulata’, la exalcaldesa de Cartagena que pagó cárcel por delitos que no existieron

La Corte Suprema de Justicia ha hecho pública este viernes la sentencia de absolución a Judith Pinedo, quien estuvo dos años en prisión injustamente

Sally Palomino
Judith Pinedo (en el medio) junto a su hija y su esposo, tras recuperar su libertad.
Judith Pinedo (en el medio) junto a su hija y su esposo, tras recuperar su libertad.Caracol Radio

Tomada de la mano de su esposo y de su hija, Judith Pinedo caminó hacia la libertad. Tras dos años en la cárcel por delitos que no cometió, la exalcaldesa de Cartagena fue absuelta por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, en un fallo que este viernes ha hecho público y que ratifica la inocencia de Maríamulata, como es popularmente conocida.

“De la mano de mis dos amores, agradecida enormemente por tanto amor y solidaridad”, escribió en Twitter la exalcaldesa horas después de dejar la prisión. La opinión pública y la ciudadanía cartagenera han celebrado su libertad, como pocas veces se celebra a un político públicamente. Pinedo, que se había enfrentado a quienes históricamente se han apoderado de los recursos públicos en la desigual Cartagena, fue elegida alcaldesa para el periodo 2008-2011. Era la primera mujer elegida popularmente para ese cargo, pero además era la primera política independiente que lo conseguía.

Durante su administración debía ejecutar el presupuesto que el Concejo municipal había aprobado un año antes de que ella llegara, en 2007. En el proyecto se establecía que la única fuente para financiar viviendas de interés social, en una ciudad en la que había necesidad de construir miles y mejorar miles más, era la venta de baldíos. Entre los bienes públicos había un pequeño terreno, cuya venta se hizo de acuerdo a lo establecido en el presupuesto y siguiendo el protocolo aprobado por el Concejo de la ciudad. En febrero de 2009, Pinedo firmó, como alcaldesa, la escritura en la que el Distrito vendía el baldío de 243.75 metros cuadrados al Hotel Dann. Entonces, tras una denuncia del concejal William García Tirado, empezó la persecución judicial en su contra.

En 2011, la Fiscalía le imputó a ella y a cuatro personas más los delitos de peculado por apropiación y celebración de contrato sin cumplimiento de requisitos legales, bajo el presupuesto de que se había vendido una playa y, con esto, defraudado el patrimonio y la Administración pública. Su caso está detallado paso a paso en una página en Internet que su familia creó para mostrar el despropósito de la condena y pedir respaldo. Pinedo pudo haber pasado 12 años encarcelada. Pero su hija, María José, y su esposo, Arturo Zea, no descansaron hasta verla libre. “Desde hace un año no la tenemos en casa por cuenta de un absurdo que no acabamos de entender. Hemos querido venir a aquí, a las supuestas playas que vendió mi mamá para que ustedes vean con sus propios ojos de qué tamaño es el desatino que tiene hoy a una persona honrada, encerrada como si fuera una delincuente”, decían padre e hija en un video en el que pedían por su justa libertad.

Un juez de primera instancia falló a su favor porque encontró probado que el terreno era, en efecto, un baldío y la playa de la que hablaba la denuncia era un bien distinto, en el que nada tenía que ver ella. Pero la decisión fue apelada y el caso quedó en manos del Tribunal Superior de Cartagena, que revocó la primera sentencia y la condenó a cárcel, a pagar una multimillonaria multa y la imposibilitó de volver a un cargo público. En abril de 2021 se hizo efectiva orden de captura, Pinedo decidió entregarse de manera voluntaria a las autoridades y fue enviada a la cárcel distrital de mujeres, en su ciudad, Cartagena.

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El abogado Enrique del Río, que hizo la defensa de la exalcaldesa en todo el proceso, reconoce por teléfono la complejidad del caso. “El golpe que le propinó el Tribunal cuando revocó la absolución y ordenó cárcel significó una tragedia para ella, para su familia e incluso para la sociedad cartagenera”, dice el abogado, que explica la decisión de la Corte Suprema de Justicia en un punto central: “La Fiscalía no demostró que el bien enajenado fuera bien de uso público o zona de playa. Por el contrario, la Corte tuvo a bien concluir que la evidencia practicada en juicio apunta a que se enajenó un bien que es un baldío, por lo que es claro que este negocio no versó sobre un objeto ilícito”.

La Corte Suprema de Justicia absolvió a Judith Pinedo tras resolver un recurso de impugnación. El fallo, dice el abogado, reivindica la confianza en la administración de justicia colombiana, sobre todo cuando son decisiones que reflejan un estudio serio y profundo de cuestionamientos a un fallo de una instancia inferior. En unas cortas declaraciones a la prensa local, la exalcaldesa ha agradecido el apoyo ciudadano que recibió estando detenida: “Sobreviví estos dos años por amor, por el amor de la gente afuera, por el amor de mi familia, por el amor que encontré en la cárcel de mujeres, donde hay muchas víctimas”.

Mariamulata libre se denominó una campaña popular que pedía su liberación. En grupos de Facebook, los que la votaron o los que no, defendían su inocencia. “Como cartageneros todos somos como una mariamulata, porque nuestra historia está representada en ella”, se lee en un mensaje reciente. Maríamulata es un ave representativa del caribe colombiano y es el nombre con que ahora, más que nunca, conocerá a Judith Pinedo, que vuelve a la calle, sin impedimentos, con la posibilidad de volver a participar en una contienda electoral.

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Sobre la firma

Sally Palomino
Redactora de EL PAÍS América desde Bogotá. Ha sido reportera de la revista 'Semana' en su formato digital y editora web del diario 'El Tiempo'. Su trabajo periodístico se ha concentrado en temas sobre violencia de género, conflicto armado y derechos humanos.

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