Signal, los problemas de usar el chat comercial para planear un ataque (más allá de incluir a un periodista)
Aunque el servicio de mensajería se considera más seguro que los métodos tradicionales, los expertos advierten de que no es totalmente inmune a los ‘hackers’


El consejero de seguridad nacional, Mike Waltz, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el vicepresidente, J. D. Vance, se encuentran en el centro del escándalo de la semana después de que se hiciera pública una conversación de Signal entre ellos y otros altos mandos del gobierno donde se compartieron planes de ataques aéreos contra los hutíes, la milicia yemení apoyada por Irán. El editor jefe de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, fue añadido por error al chat de 18 personas en la aplicación de mensajería en el que se discutían estas operaciones. Goldberg primero publicó un artículo contando el episodio y este miércoles ha publicado las conversaciones. La violación del protocolo que supone usar un servicio de mensajería privado para conversaciones clasificadas de defensa nacional ha suscitado dudas sobre la seguridad y la conveniencia de utilizar Signal para comunicaciones de tan alto riesgo.
¿Qué es Signal?
Signal es un servicio de mensajería cifrada conocido por sus funciones de privacidad. Admite mensajes de texto, llamadas telefónicas y videollamadas, todo ello protegido por cifrado de extremo a extremo (E2EE). Esto significa que solo el remitente y el destinatario pueden leer los mensajes o escuchar las llamadas; ni siquiera la propia Signal tiene acceso a los contenidos. A diferencia de otras aplicaciones de mensajería populares como Telegram, el cifrado de Signal está activado por defecto para todos los mensajes y llamadas. Además, los usuarios pueden crear chats de grupo de hasta 1.000 personas, y los mensajes pueden configurarse para que desaparezcan después de un periodo determinado.
Signal se diseñó para ofrecer un alto nivel de privacidad, idealmente para quienes necesitan una comunicación segura, como funcionarios del gobierno, periodistas y activistas. La aplicación es propiedad de la fundación sin fines de lucro Signal Foundation, que se financia exclusivamente con donaciones, lo que garantiza que ningún interés comercial comprometa sus políticas de privacidad.
El incidente que puso a Signal en el punto de mira tuvo que ver con el uso de la aplicación por parte de altos funcionarios estadounidenses para coordinar operaciones militares. En un grupo intergrado por algunas de las figuras más importantes de la administración de Donald Trump se discutió una serie de ataques contra los rebeldes hutíes en Yemen; Goldberg fue incluido por error en el chat.
El Consejo de Seguridad Nacional confirmó la autenticidad de los mensajes y el debate se centra ahora en por qué se trataban asuntos tan delicados en una aplicación comercial y no por canales gubernamentales o de inteligencia.
Las características de seguridad de Signal, incluido su protocolo de cifrado de código abierto, la han convertido en la opción preferida para muchos que buscan una comunicación segura. Sin embargo, su uso en operaciones de seguridad nacional, especialmente en los niveles más altos del gobierno, está ahora bajo escrutinio. El Gobierno estadounidense suele utilizar sistemas más seguros para la información clasificada, como las Instalaciones de Información Compartimentada Sensible (SCIF), donde incluso los dispositivos personales están prohibidos.
¿Se puede hackear Signal?
Aunque Signal se considera más seguro que los métodos de mensajería tradicionales, los expertos advierten de que no es totalmente inmune a los piratas informáticos. De hecho, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) emitió un boletín de seguridad en febrero de 2025 en el que destacaba las vulnerabilidades en el uso de Signal. El boletín aclaraba que estas vulnerabilidades no estaban relacionadas con la tecnología de cifrado de Signal, sino más bien con estafas de phishing dirigidas a los usuarios. A pesar de ello, la aplicación sigue siendo un objetivo muy valioso para los piratas informáticos que buscan interceptar datos confidenciales.
La preocupación por la piratería se ve agravada por el hecho de que Signal, como otras aplicaciones de mensajería, permite que los mensajes desaparezcan. Esta característica, aunque valiosa para la privacidad, podría violar las leyes federales que exigen la conservación de los registros oficiales. En el caso del chat de operaciones militares, algunos mensajes se programaron para que desaparecieran al cabo de una semana, lo que plantea más dudas sobre el cumplimiento de la normativa de conservación de registros por parte de la aplicación.
¿Es seguro que el Gobierno use Signal?
El uso de Signal por parte de funcionarios públicos ha ido en aumento, sobre todo por sus funciones de comunicación segura. Sin embargo, la vulnerabilidad de la aplicación a la suplantación de identidad y su potencial para eludir las leyes de registros abiertos la convierten en una opción polémica para compartir información sensible de seguridad nacional. Los críticos argumentan que el uso de Signal para este tipo de comunicaciones podría violar la Ley de Espionaje y aumentar el riesgo de que información sensible caiga en manos equivocadas.
En respuesta a la controversia, el presidente Donald Trump dio instrucciones al consejero de seguridad nacional Mike Waltz —quien asumió la completa responsabilidad de haber agregado al periodista de The Atlantic al grupo privado— para que investigara el uso de Signal por parte de funcionarios del Gobierno Legisladores demócratas han pedido que se investigue a fondo por qué se compartió información altamente clasificada en una app de mensajería comercial, en lugar de a través de canales gubernamentales más seguros.
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