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Muere la actriz y guionista sueca Maria Gustafsson, azafata conocida como ‘Britt’ en el ‘Un, dos, tres’

La presentadora y escritora nacionalizada en España, y fallecida a los 78 años, participó en la primera etapa del mítico programa de Chicho Ibáñez Serrador, en 1972

Maria Gustfasson (Boden, Suecia, 1946) fue una de las primeras azafatas de la televisión española, una de las muchas que se convertirían en icono a través del concurso Un, dos, tres... responda otra vez, en sus inicios en los años 1972 y 1973. Su personaje, conocido como Britt (para que no se le hiciera raro al espectador que una sueca se llamara María), tenía como gran tarea sacar de un bombo las bolas donde anunciaban los nombres de los concursantes que participarían la semana siguiente en el programa presentado por Kiko Legard. La actriz, presentadora y escritora hispanosueca murió el domingo en Estocolmo (Suecia) a los 78 años, como confirmó este martes RTVE a través de un homenaje en X en el que recuperaba de su archivo una de sus intervenciones en el programa de Chicho Ibáñez Serrador, al que conoció como director de la película de terror gótico La residencia.

Gustafsson había llegado en la década de los sesenta a España como modelo, y apareció en el cine con pequeños papeles en No desearás al vecino del quinto (1972), de Ramón Fernández, El niño y el potro (Más allá de río Miño), de Ramón Torrado, o Sangre en el ruedo (1969), de Rafael Gil. Gustafsson contaba en el programa Cine de barrio en 2014 que llegó al país por casualidad, porque una agencia de viajes utilizó su foto sin su permiso para publicitar viajes a Canarias. “Empecé con el sueño de ser actriz, pero con el tiempo fui dándome cuenta de que no tenía suficiente talento para ser buena actriz, así que pasé a trabajar detrás de las cámaras”, recordaba. En esa época también protagonizó la serie Vivir es lo que importa, donde conoció a su marido, el director Miguel Lluch, fallecido en 2016, y con quien tuvo dos hijos.

En Un, dos, tres, la actriz sueca compartió pantalla con Agata Lys, Blanca Aguete, Yolanda Ríos, Ana Ángeles García, Aurora Claramunt y Blanca Estrada, que se convertirían en estrellas de la televisión de la época. Pero su vida cambió por completo en la década de los ochenta, cuando decidió seguir colaborando con RTVE, pero esa vez como guionista de programas infantiles como Lápices de Colores (1986) y Dinamo (1986). De allí pasó a ser directora de programas del Canal 10, el extinto segundo canal de televisión privada en España que no llegó a durar ni un año.

Fue en los noventa cuando ya regresó a su país natal: “Me di cuenta de que mi sueco estaba olvidado, y me apunté a unos cursos de escribir, donde me vino a la memoria la ilusión de escribir un libro”. Eso le empujó a una nueva profesión: la de escritora. En el país nórdico publicó cinco libros, incluyendo la trilogía sobre una intérprete (trabajo que ella había tenido en su juventud) sueca llamada Klara Andersson que es reclutada por el Servicio Secreto Militar. Su última novela, Absintängeln, se publicó en 2013.

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