‘La vida breve’: ¡Qué breve es vivir!
Esta comedia, cuyo humor oscila entre lo cafre y lo sutil, se toma en serio a sus personajes y su época a la vez que, como las mejores ficciones, hace lo que le da la gana con ellos
Hasta hace dos días La vida breve era solo de Falla y Carlos Fernández Shaw. Ahora también es de Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, aunque el título de la serie creada por estos dos últimos para Movistar Plus+ sea lo único que comparte con la ópera del compositor gaditano, cuya correspondencia más actual podría ser...
Hasta hace dos días La vida breve era solo de Falla y Carlos Fernández Shaw. Ahora también es de Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, aunque el título de la serie creada por estos dos últimos para Movistar Plus+ sea lo único que comparte con la ópera del compositor gaditano, cuya correspondencia más actual podría ser Tengo que impedir esa boda, de La Húngara.
Pero yo no he venido aquí a hablar de ópera, sino de esta comedia cuyos tres primeros episodios ya se pueden ver. La vida breve a la que hace honor el título es la de Luis I, el primer rey Borbón nacido en España, que murió a los 17 años y reinó durante poco más de ocho meses, tras la abdicación de su padre Felipe V. Una comedia cuyo humor oscila entre lo cafre y lo sutil, que se toma en serio a sus personajes y su época a la vez que, como las mejores ficciones, hace lo que le da la gana con ellos.
Porque esto no es una lección de historia, aunque sí ayude a refrescar desde la heterodoxia una etapa bastante desconocida de la nuestra. Y con qué reparto: a los protas Carlos Scholz (Luis I) y Alicia Armenteros (su esposa, Luisa Isabel de Orleans), se le unen algunos de los mejores actores de comedia —y por tanto, mejores actores— de nuestro país: Leonor Watling, Javier Gutiérrez, Pepe Viyuela, Jorge Usón y Carlos González, entre otros. Y mención especial, entre los menos conocidos, para Héctor Carballo. Todos ellos al servicio de un guion descacharrante y comandados por dos directores (Diego Núñez y el propio Adolfo Valor) que manejan con muy buena mano el tempo de la comedia —los silencios y el ritmo, esenciales en el género—. La serie, como la vida, se acaba habiéndome resultado demasiado breve. Pero todos sus secundarios piden spin-off, especialmente la Isabel de Farnesio de Leonor Watling.
La comedia histórica no es un subgénero con mucho predicamento en el audiovisual español. Y menos aún la comedia histórica sobre la monarquía. La primera que se me viene a la cabeza es El rey pasmado, sobre Felipe IV. Tal vez el referente más evidente de La vida breve sea la serie británicoestadounidense The Great (2020), sobre Catalina la grande. Si es así, bienvenida sea. Tenemos nuestra historia y nuestra literatura infraexplotadas desde nuestro cine y televisión recientes. Y eso que son de todo menos breves.