Si ya saben cómo se pone Inés Hernand, ¿para qué la invitan?
Claro que hay grandes periodistas en el área de cultura de la cadena pública para cubrir los Goya y lo hicieron con la solvencia habitual en TVE, porque Hernand no estaba en RTVE Play para sustituirlos sino para complementarlos
Tras el penúltimo Benidorm Fest escribí sobre “presentadores que no captan la gruesa línea que separa el podcast con amiguis de un programa de televisión”, me refería a Inés Hernand, pero lo hice medrosamente, a lo “alguien ha matado a alguien y no me gusta señalar”. Co...
Tras el penúltimo Benidorm Fest escribí sobre “presentadores que no captan la gruesa línea que separa el podcast con amiguis de un programa de televisión”, me refería a Inés Hernand, pero lo hice medrosamente, a lo “alguien ha matado a alguien y no me gusta señalar”. Como la vida es rectificarse —al menos desde que las vidas son tan largas, los sumerios podían morirse sin dar su mesopotámico brazo a torcer porque sólo vivían treinta años—, en cuanto llegó la tercera edición valoré lo que antes había aborrecido. Ruth Lorenzo, Marc Calderó y Ana Prada son grandes profesionales, pero hasta que Hernand aparecía en pantalla las galas se desmoronaban como la casa de paja del cerdito más holgazán.
No había visto su retransmisión de los Goya en RTVE Play hasta que leí un comunicado que la acusaba de tratar al presidente del Gobierno con “tono adulador” y utilizar “palabras malsonantes sin contexto”. Sonaba tan prometedor que me puse las siete horas que duró su cobertura —siete horas, eso requiere mucha profesionalidad, aunque no se le valore—.Para mi decepción, el “tono adulador” no fue postrarse de hinojos ante Sánchez en plan Fernando Galindo, “un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo”, tan sólo gritarle el mismo “¡eres un icono!” con el que había regalado los oídos a todos los entrevistados. Tal vez de haberle soltado un “me gusta la fruta” no hubiese levantado tantas suspicacias, quién sabe. Y las “palabras malsonantes” no sonaban tan mal y tenían muchísimo contexto, pero para discernirlo hay que conocer el trabajo previo de Hernand que es el que ha llevado a RTVE Play a contratarla. El Ente recurrió a ella para captar a un público que no quiere tragarse 10 minutos de discurso de Méndez-Leite —nadie quería— y probablemente no haya visto ni una de las películas nominadas, pero gracias a sus entrevistas más orientadas a TikTok que a una pantalla de televisión y a su desenfado, a veces tan cargante, ha conocido O corno, Creatura o La llegada. Con eso debería quedarse TVE. Hernand ha hecho el trabajo para el que ha sido contratada.
Claro que hay grandes periodistas en la televisión pública para cubrir los Goya de manera convencional: Carlos del Amor, esa persona capaz de utilizar la expresión “magia del cine” de manera no irónica, Elena S. Sánchez y José Fernández lo hicieron con su solvencia habitual en TVE; Inés Hernand estaba en RTVE Play para complementar su trabajo, no para sustituirlo.
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