De perretes y ‘fashionarias’
El “Más sabe el perro sanxe por perro que por sanxe” recorrió los móviles elevando con humor el ánimo de las huestes progresistas. Una ‘pokebola’ ganadora frente a las lonas del odio y un lema repugnante que invocaba a un terrorista
Anduvo rápido el equipo de Yolanda Díaz apropiándose del fashionaria que nació como insulto. Que el gusto por la moda sirva para vejar a una mujer progresista evidencia la carga de prejuicios que algunos tienen en la cabeza; la izquierda tiene que hacer voto de pobreza y perroflautía para no desconfigurarles los marcos mentales y el humor clasista. Ya lo decía Celia Villalobos tras avistar...
Anduvo rápido el equipo de Yolanda Díaz apropiándose del fashionaria que nació como insulto. Que el gusto por la moda sirva para vejar a una mujer progresista evidencia la carga de prejuicios que algunos tienen en la cabeza; la izquierda tiene que hacer voto de pobreza y perroflautía para no desconfigurarles los marcos mentales y el humor clasista. Ya lo decía Celia Villalobos tras avistar a Alberto Rodríguez: “no me importa que los diputados lleven rastas, si las llevan limpias para que no me peguen piojos”.
Resignificar un insulto demuestra sentido del humor y cintura. Me recordó a Victor Mature, quien ante el veto del Ritz a los actores, alegó en recepción: “no soy actor y tengo miles de críticas que lo demuestran”.
Más tardó el equipo del presidente en sacar provecho del Perro Sanxe. No hay nada más triste que no dar ni para meme, ni material más precioso en manos de un equipo de comunicación que un lema pegadizo o una imagen potente. Lo certifican el “Yes, we can” de Obama, la ceja de ZP y el “Felipe, capullo queremos un hijo tuyo”, que se le gritaba a González en aquella España que salía de 40 años de tinieblas más caliente que el cenicero de un bingo.
“Más sabe más el perro sanxe por perro que por sanxe”, una sentencia que cruza a Sun Tzu con La patrulla canina, elevó el ánimo de las huestes progresistas tal que si hubiesen escuchado a Aragorn frente a la puerta negra de Mordor. Mientras hay risa hay esperanza. Una frivolidad encantadora que corrió por las pantallas de los móviles en los últimos días de campaña, la pokebola ganadora frente al repugnante lema que invocaba a un terrorista y las lonas de la vergüenza. Qué tranquila se duerme en un país que prefiere los perretes con traje a los mensajes de odio.
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