“El fútbol femenino es mentira”

“No es el mismo fútbol”, musitan quienes jamás se habrían imaginado festejando un gol y ahora se postran de hinojos ante la selección porque, según su curiosa opinión, si lo practican mujeres es un deporte más noble

Mapi León (izquierda), jugadora de la selección femenina de fútbol, durante la Eurocopa 2022.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)

Dicen sus seguidores que ahora el quidditch, el juego que practican en Harry Potter, se llama quadball. Pretenden así desvincularlo de J. K. Rowling y su presunta transfobia, una evidencia más de que leer no te hace más listo, pero aporta cromatismo a la estupidez.

Estúpidas son también las polémicas que acompañan regularmente al fútbol femenino. “No es el mismo fútbol”, musitan quienes jamás se ...

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Dicen sus seguidores que ahora el quidditch, el juego que practican en Harry Potter, se llama quadball. Pretenden así desvincularlo de J. K. Rowling y su presunta transfobia, una evidencia más de que leer no te hace más listo, pero aporta cromatismo a la estupidez.

Estúpidas son también las polémicas que acompañan regularmente al fútbol femenino. “No es el mismo fútbol”, musitan quienes jamás se habrían imaginado festejando un gol y ahora se postran de hinojos ante la selección porque, según su curiosa opinión, si lo practican mujeres es un deporte más noble. El aborregante opio laico del pueblo ya no resulta tan pernicioso, que acapare la sección de deporte de los informativos —absoluta falacia, hace tiempo que se reducen a parkour y ataques de tiburón— es más tolerable y la permisividad de Hacienda con los clubes morosos menos aberrante. Incluso les resulta baladí que por la banda que Athenea del Castillo hizo tan suya que podrían haberle pedido que abonase el IBI, corran habitualmente rutilantes fichajes de clubes-estado o que las auspicie la misma FIFA que en noviembre le dará una capa más de Blanco Nuclear a Qatar. Minucias. Embriagados por la visibilidad de un deporte tan denostado, —tres millones sintonizaron el Inglaterra-España— piden las sales cuando Mapi León brega contra las inglesas cual Gandalf frente al Balrog en Khazad-dûm, pero, sorpresa, jamás valorarán la misma acción en Piqué.

Paradójicamente esa absurda negación de la identidad del fútbol femenino también sirve para ningunearlo. “El fútbol femenino es mentira” afirma José María García. Son legión quienes le secundan y casi ninguno, apuesto mi camiseta de Zamorano, ha visto más partidos que los de Las Ibéricas FC. A ambas facciones les queda el consuelo de buscarle un nuevo nombre a su tormento, quadball está descartado, se lo han apropiado ya otras lumbreras.

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